Para el pueblo arhuaco, la negativa del Gobierno departamental al proyecto que busca redefinir la Línea Negra se da porque en ésta existen unos bloques de hidrocarburos que son demandados por empresas.
Frente a los reparos que hizo el gobernador del Cesar, Francisco Ovalle, al proyecto de decreto presidencial que busca redefinir la Línea Negra de los territorios indígenas de la Sierra Nevada, varios líderes de las etnias de la región alzaron su voz de protesta.
“La reacción del Gobernador es una interpretación equivocada. Tenemos claro que no vamos a gobernar en las zonas donde hay otros asentamientos; además, el Gobierno Nacional no aceptó eso. Los asesores jurídicos del mandatario están incurriendo en confusión del proyecto porque lo primero que objetó el Gobierno Nacional es que no podíamos asumir competencias de entidades territoriales ni que se creará un comité que tuviera la función de planificación y ordenamiento del territorio. Lo que quedó constituido fue un Comité de Seguimiento a la medida de protección del territorio”, indicó el líder kankuamo, Jaime Arias.
Las medidas que se buscan con este proyecto de decreto presidencial, según Arias, son: garantizar el acceso a espacios sagrados establecidos en la Resolución 002 de 1973, lograr un plan de adquisición de los espacios sagrados importantes para los pueblos indígenas, y propiciar que las entidades tengan un sistema de información porque ya existe una sentencia de la Corte.
“Lo que incorpora este decreto son nuevos espacios sagrados por orden de la Corte Constitucional establecida en el auto 89. El Presidente lo que va a hacer es cumplir una orden de la Corte Constitucional, y un acuerdo que está en el Plan Nacional de Desarrollo; no es algo arbitrario y es algo que se viene discutiendo desde el primer período. Le pido al Gobernador que se pellizque y no esté de espalda a sus gobernados; los indígenas también hacemos parte del departamento del Cesar; no entendemos como en los años que lleva en el mandato no se haya enterado de esto”, recalcó.
Para el líder kankuamo “aquí está una señal del interés que resultamos los indígenas para los gobernantes. Este gobierno lleva dos años y no ha convocado a la Mesa de Concertación de Políticas de Pueblos Indígenas y estos son los espacios para discutir. Doy un parte de tranquilidad a la comunidad y a los gobernantes que ese decreto bajo ninguna circunstancia indica que vayamos a cogobernar, sobre todo en los territorios donde hoy habita la zona urbana”.
Por su parte, el líder arhuaco Helber Zapata manifestó que “los pueblos de la sierra no hablamos de algo diferente a lo que hace parte de nuestra cultura. El Gobierno Nacional clarifica lo que para nosotros significa el territorio tradicional y lo que ya ha sido norma por muchos años en la legislación colombiana a partir de 1973”.
Explicó que “este proyecto lo que hace es que los departamentos y municipios se vean obligados a ordenar el territorio incorporando elementos del territorio nacional como un elemento de protección. Es normal que los gobernantes de nuestro departamento, que están acostumbrados a redifinir las normas a su manera, ahora tengan que hablar con los pueblos de la sierra, que siempre han estado de espaldas, lo cual no les agrada”.
“La negativa de los gobernantes y gremios se la atribuimos a que en el área de línea negra existen unos bloques de hidrocarburos, que son demandados por empresas y están en la agenda de proyectos de carbón y otros materiales, que seguramente los indígenas no estaríamos dispuestos a dejar explotar porque afecta de manera negativa al territorio”, precisó.
De acuerdo a Zapata, “no debe ser preocupación el área de zonas urbanas porque lo que hace el efecto de Línea Negra es contribuir a que exista una real planeación de ordenamiento territorial. Lo que no miran es que los cascos urbanos necesitan agua y bienes naturales para servirse de ellos, y que la forma desordenada en que se viene haciendo la planeación estratégica del territorio va en contra de la naturaleza”.
Para el pueblo arhuaco, la negativa del Gobierno departamental al proyecto que busca redefinir la Línea Negra se da porque en ésta existen unos bloques de hidrocarburos que son demandados por empresas.
Frente a los reparos que hizo el gobernador del Cesar, Francisco Ovalle, al proyecto de decreto presidencial que busca redefinir la Línea Negra de los territorios indígenas de la Sierra Nevada, varios líderes de las etnias de la región alzaron su voz de protesta.
“La reacción del Gobernador es una interpretación equivocada. Tenemos claro que no vamos a gobernar en las zonas donde hay otros asentamientos; además, el Gobierno Nacional no aceptó eso. Los asesores jurídicos del mandatario están incurriendo en confusión del proyecto porque lo primero que objetó el Gobierno Nacional es que no podíamos asumir competencias de entidades territoriales ni que se creará un comité que tuviera la función de planificación y ordenamiento del territorio. Lo que quedó constituido fue un Comité de Seguimiento a la medida de protección del territorio”, indicó el líder kankuamo, Jaime Arias.
Las medidas que se buscan con este proyecto de decreto presidencial, según Arias, son: garantizar el acceso a espacios sagrados establecidos en la Resolución 002 de 1973, lograr un plan de adquisición de los espacios sagrados importantes para los pueblos indígenas, y propiciar que las entidades tengan un sistema de información porque ya existe una sentencia de la Corte.
“Lo que incorpora este decreto son nuevos espacios sagrados por orden de la Corte Constitucional establecida en el auto 89. El Presidente lo que va a hacer es cumplir una orden de la Corte Constitucional, y un acuerdo que está en el Plan Nacional de Desarrollo; no es algo arbitrario y es algo que se viene discutiendo desde el primer período. Le pido al Gobernador que se pellizque y no esté de espalda a sus gobernados; los indígenas también hacemos parte del departamento del Cesar; no entendemos como en los años que lleva en el mandato no se haya enterado de esto”, recalcó.
Para el líder kankuamo “aquí está una señal del interés que resultamos los indígenas para los gobernantes. Este gobierno lleva dos años y no ha convocado a la Mesa de Concertación de Políticas de Pueblos Indígenas y estos son los espacios para discutir. Doy un parte de tranquilidad a la comunidad y a los gobernantes que ese decreto bajo ninguna circunstancia indica que vayamos a cogobernar, sobre todo en los territorios donde hoy habita la zona urbana”.
Por su parte, el líder arhuaco Helber Zapata manifestó que “los pueblos de la sierra no hablamos de algo diferente a lo que hace parte de nuestra cultura. El Gobierno Nacional clarifica lo que para nosotros significa el territorio tradicional y lo que ya ha sido norma por muchos años en la legislación colombiana a partir de 1973”.
Explicó que “este proyecto lo que hace es que los departamentos y municipios se vean obligados a ordenar el territorio incorporando elementos del territorio nacional como un elemento de protección. Es normal que los gobernantes de nuestro departamento, que están acostumbrados a redifinir las normas a su manera, ahora tengan que hablar con los pueblos de la sierra, que siempre han estado de espaldas, lo cual no les agrada”.
“La negativa de los gobernantes y gremios se la atribuimos a que en el área de línea negra existen unos bloques de hidrocarburos, que son demandados por empresas y están en la agenda de proyectos de carbón y otros materiales, que seguramente los indígenas no estaríamos dispuestos a dejar explotar porque afecta de manera negativa al territorio”, precisó.
De acuerdo a Zapata, “no debe ser preocupación el área de zonas urbanas porque lo que hace el efecto de Línea Negra es contribuir a que exista una real planeación de ordenamiento territorial. Lo que no miran es que los cascos urbanos necesitan agua y bienes naturales para servirse de ellos, y que la forma desordenada en que se viene haciendo la planeación estratégica del territorio va en contra de la naturaleza”.