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Columnista - 2 octubre, 2018

El festival vallenato somos todos

Todos los eventos tienen fallas, pero aun así los resultados del festival fueron siempre exitosos, ese parque en lugar de perjuicios en manos de la Fundación Festival Vallenato le hace mucho bien a la ciudad, al departamento, a la nación y al mundo. No es fácil realizar un festival, la madurez y trayectoria de Rodolfo […]

Todos los eventos tienen fallas, pero aun así los resultados del festival fueron siempre exitosos, ese parque en lugar de perjuicios en manos de la Fundación Festival Vallenato le hace mucho bien a la ciudad, al departamento, a la nación y al mundo. No es fácil realizar un festival, la madurez y trayectoria de Rodolfo Molina y su equipo tiene un valor reflejado en economía, inversión y manejo; en estos instantes cualquier decisión ha de ser manejada con filigrana de alquimistas, este evento es la fortaleza de la región, las minas producen mucho dinero. Pero, valla usted a compáralas con el festival que es motivo de integración mundial.

Además, con réplicas y semilleros a tutiplén, el Festival Vallenato es el más importante de Suramérica, y el más vistoso del mundo; Viña del mar es un festival abierto a toda clase de música, esa es su especialidad, el nuestro es vernáculo; y es nuestro festival y nuestra música, al incluir la categoría infantil se convirtió en paradigma y las réplicas empezaron a verse por todas partes; incluso en otros lares.

La incidencia de 51 festivales en nuestra sociedad, generó programas radiales especializados en vallenatos, de tal forma que en los departamentos del triángulo de la Sierra Nevada, conformados por el Magdalena, especialmente de La Guajira y el Cesar, cualquier taxista, ama de casa, ejecutivo, profesional, etc. puede dar cátedra de música Vallenata, son jueces justos e inmisericordes con los trabajos discográficos buenos y malos y con los resultados del festival. Si tuviésemos un museo en donde reposaran todo el insumo del Festival Vallenato, hoy podríamos apreciar mejor el legado del Festival Vallenato, que todavía hay cosas que ajustar, sí, pero reconozcamos la altura que mantuvo Rodolfo Molina y su equipo, ellos no bajaron una línea.

Ya asistimos a la entrega del parque, si queremos asistir a la catástrofe del evento, pónganlo en manos de la política o en manos de gente sin experiencia

Colofoncito. (permiso primo Nain) Se la embarró el triple A. pero, pidió disculpas, así es que no amerita a que lo saquen del aire. Dijo: independencia económica del vallenato. Se refiere a la radio. He insistido en que el plan de salvaguardia no se hizo para frenar a los jóvenes, pero nadie escucha.

Ningún joven está obligado a ser esclavo de la tradición, ellos son lo nuevo, si le colocara nombre a lo que innovan se acabaría el problema.

Por Rosendo Romero

Columnista
2 octubre, 2018

El festival vallenato somos todos

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Rosendo Romero Ospino

Todos los eventos tienen fallas, pero aun así los resultados del festival fueron siempre exitosos, ese parque en lugar de perjuicios en manos de la Fundación Festival Vallenato le hace mucho bien a la ciudad, al departamento, a la nación y al mundo. No es fácil realizar un festival, la madurez y trayectoria de Rodolfo […]


Todos los eventos tienen fallas, pero aun así los resultados del festival fueron siempre exitosos, ese parque en lugar de perjuicios en manos de la Fundación Festival Vallenato le hace mucho bien a la ciudad, al departamento, a la nación y al mundo. No es fácil realizar un festival, la madurez y trayectoria de Rodolfo Molina y su equipo tiene un valor reflejado en economía, inversión y manejo; en estos instantes cualquier decisión ha de ser manejada con filigrana de alquimistas, este evento es la fortaleza de la región, las minas producen mucho dinero. Pero, valla usted a compáralas con el festival que es motivo de integración mundial.

Además, con réplicas y semilleros a tutiplén, el Festival Vallenato es el más importante de Suramérica, y el más vistoso del mundo; Viña del mar es un festival abierto a toda clase de música, esa es su especialidad, el nuestro es vernáculo; y es nuestro festival y nuestra música, al incluir la categoría infantil se convirtió en paradigma y las réplicas empezaron a verse por todas partes; incluso en otros lares.

La incidencia de 51 festivales en nuestra sociedad, generó programas radiales especializados en vallenatos, de tal forma que en los departamentos del triángulo de la Sierra Nevada, conformados por el Magdalena, especialmente de La Guajira y el Cesar, cualquier taxista, ama de casa, ejecutivo, profesional, etc. puede dar cátedra de música Vallenata, son jueces justos e inmisericordes con los trabajos discográficos buenos y malos y con los resultados del festival. Si tuviésemos un museo en donde reposaran todo el insumo del Festival Vallenato, hoy podríamos apreciar mejor el legado del Festival Vallenato, que todavía hay cosas que ajustar, sí, pero reconozcamos la altura que mantuvo Rodolfo Molina y su equipo, ellos no bajaron una línea.

Ya asistimos a la entrega del parque, si queremos asistir a la catástrofe del evento, pónganlo en manos de la política o en manos de gente sin experiencia

Colofoncito. (permiso primo Nain) Se la embarró el triple A. pero, pidió disculpas, así es que no amerita a que lo saquen del aire. Dijo: independencia económica del vallenato. Se refiere a la radio. He insistido en que el plan de salvaguardia no se hizo para frenar a los jóvenes, pero nadie escucha.

Ningún joven está obligado a ser esclavo de la tradición, ellos son lo nuevo, si le colocara nombre a lo que innovan se acabaría el problema.

Por Rosendo Romero