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Columnista - 19 septiembre, 2012

El estimulo económico americano

Por: Basilio Padilla Muy pocos artículos se escriben hoy en materia económica sin mencionar frases y modelos de los autores americanos, especialmente aquellos de la Universidad de Chicago, Harvard o Yale. Sin embargo se nos critica por la mención de estos modelos, pero tácitamente sabemos que Latinoamérica se mueve en la sombra de estas influencias, […]

Por: Basilio Padilla

Muy pocos artículos se escriben hoy en materia económica sin mencionar frases y modelos de los autores americanos, especialmente aquellos de la Universidad de Chicago, Harvard o Yale.
Sin embargo se nos critica por la mención de estos modelos, pero tácitamente sabemos que Latinoamérica se mueve en la sombra de estas influencias, impuestas por poderosas instituciones como el Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo y otros.
Las condiciones de préstamos, generalmente, son basadas en los parámetros de que se adelanten y se cumplan los principios económicos de los países desarrollados que financian estas instituciones. De hecho Los E.U. es el país que más dinero le aporta a este esfuerzo mundial y por consiguiente el que mayor influencia tiene en los países que la reciben.
Paradójicamente, se han presentado problemas económicos en el país del Norte que, según el consenso de los expertos serán resueltos, sea quien sea que gane las elecciones presidenciales, a pesar de que las propuestas de los dos candidatos ofrecen distintos caminos para hacerlo. Es así que la semana pasada se produjo uno de los estímulos mas grandes de la temporada, llamado “QE”, siglas que significan un alivio cuantitativo, usado por los bancos centrales para estimular la economía, cuando esta no ha respondido satisfactoriamente a todo lo que se haya hecho anteriormente.
Este sistema es basado en la compra de Activos financieros de otras instituciones privadas o comerciales con dinero recién creado con el objetivo de inyectarle una cantidad predeterminada de dinero a la economía. Esta inyección monetaria, aumenta las reservas de los bancos, y los precios de los activos financieros, manteniendo las tasas de intereses a los niveles presentes. Los riesgos son los de crear inflación ya que aumentando el dinero circulante hace que los precios de bienes también aumenten, pero al mismo tiempo mantiene la economía activa con prestamos a bajos intereses.
Uno de los problemas de la administración Obama es el hecho de que no a podido bajar los niveles de desempleo que permanecen a un 8.2%. Esto a pesar de que este es el tercer estimulo o “QE3”.
Con las elecciones presidenciales el 6 de Noviembre, la campaña presidencial ha sido basada en el aspecto económico, con el candidato republicano, Mitt Romney, proponiendo el recorte de impuestos y gastos innecesarios, la eliminación de numerosos programas sociales y el estimulo a las empresas para que produzcan empleos productivos. Obama propone un incremento de impuestos a la clase más adinerada, mantener los intereses bajos y continuar con el programa de salud especialmente a los 32 millones que no la tienen.

Columnista
19 septiembre, 2012

El estimulo económico americano

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Basilio Padilla

Por: Basilio Padilla Muy pocos artículos se escriben hoy en materia económica sin mencionar frases y modelos de los autores americanos, especialmente aquellos de la Universidad de Chicago, Harvard o Yale. Sin embargo se nos critica por la mención de estos modelos, pero tácitamente sabemos que Latinoamérica se mueve en la sombra de estas influencias, […]


Por: Basilio Padilla

Muy pocos artículos se escriben hoy en materia económica sin mencionar frases y modelos de los autores americanos, especialmente aquellos de la Universidad de Chicago, Harvard o Yale.
Sin embargo se nos critica por la mención de estos modelos, pero tácitamente sabemos que Latinoamérica se mueve en la sombra de estas influencias, impuestas por poderosas instituciones como el Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo y otros.
Las condiciones de préstamos, generalmente, son basadas en los parámetros de que se adelanten y se cumplan los principios económicos de los países desarrollados que financian estas instituciones. De hecho Los E.U. es el país que más dinero le aporta a este esfuerzo mundial y por consiguiente el que mayor influencia tiene en los países que la reciben.
Paradójicamente, se han presentado problemas económicos en el país del Norte que, según el consenso de los expertos serán resueltos, sea quien sea que gane las elecciones presidenciales, a pesar de que las propuestas de los dos candidatos ofrecen distintos caminos para hacerlo. Es así que la semana pasada se produjo uno de los estímulos mas grandes de la temporada, llamado “QE”, siglas que significan un alivio cuantitativo, usado por los bancos centrales para estimular la economía, cuando esta no ha respondido satisfactoriamente a todo lo que se haya hecho anteriormente.
Este sistema es basado en la compra de Activos financieros de otras instituciones privadas o comerciales con dinero recién creado con el objetivo de inyectarle una cantidad predeterminada de dinero a la economía. Esta inyección monetaria, aumenta las reservas de los bancos, y los precios de los activos financieros, manteniendo las tasas de intereses a los niveles presentes. Los riesgos son los de crear inflación ya que aumentando el dinero circulante hace que los precios de bienes también aumenten, pero al mismo tiempo mantiene la economía activa con prestamos a bajos intereses.
Uno de los problemas de la administración Obama es el hecho de que no a podido bajar los niveles de desempleo que permanecen a un 8.2%. Esto a pesar de que este es el tercer estimulo o “QE3”.
Con las elecciones presidenciales el 6 de Noviembre, la campaña presidencial ha sido basada en el aspecto económico, con el candidato republicano, Mitt Romney, proponiendo el recorte de impuestos y gastos innecesarios, la eliminación de numerosos programas sociales y el estimulo a las empresas para que produzcan empleos productivos. Obama propone un incremento de impuestos a la clase más adinerada, mantener los intereses bajos y continuar con el programa de salud especialmente a los 32 millones que no la tienen.