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Editorial - 28 diciembre, 2018

El escándalo en la Policía Cesar 

Una de las instituciones más importantes del Estado colombiano vuelve a estar en el ojo del huracán por escándalos sexuales. Todos recordamos el caso de la ‘comunidad del anillo’ que hace dos años sacudió a la Policía Nacional y afectó su imagen, al quedar en evidencia las redes de servicios sexuales entre miembros de la […]

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Una de las instituciones más importantes del Estado colombiano vuelve a estar en el ojo del huracán por escándalos sexuales. Todos recordamos el caso de la ‘comunidad del anillo’ que hace dos años sacudió a la Policía Nacional y afectó su imagen, al quedar en evidencia las redes de servicios sexuales entre miembros de la institución.

Lamentablemente la Policía Nacional vuelve a ser noticia por un caso de abuso sexual que habría ocurrido el mes pasado en las instalaciones del Comando de Policía Cesar. No queremos condenar al capitán Eduardo Merchan Prieto, capturado ayer, ni mucho menos revictimizar a la teniente que lo denunció por violación; solo reclamamos que la Policía no haya dado una explicación oportuna para que la opinión pública entendiera el polémico caso.

Como medio de comunicación hemos sido prudentes con el manejo de este caso porque las investigaciones son incipientes, lo publicamos en nuestras páginas antes que Noticias Uno, pero en ese momento no tuvo el eco suficiente para despertar los pronunciamientos que recién han hecho la vicepresidenta de la República, Marta Lucia Ramírez, y la Procuraduría General de la Nación. ¿Si no hubiese sido revelado el caso por un noticiero nacional el expediente se hubiese perdido en los anaqueles de control disciplinario? Es la pregunta que surge por el hermético manejo que se la ha dado a la investigación.

El comandante de la institución debió explicar qué acciones se tomaron cuando la víctima puso el caso en conocimiento de sus superiores, y explicar por qué solo hubo acciones concretas y visibles, como la captura de ayer, luego del escándalo mediático.

Solo hasta ayer, se conoció que de manera inmediata, el 24 de noviembre de 2018, la institución aperturó una investigación disciplinaria con el objetivo de establecer las circunstancias de tiempo, modo y lugar de los hechos denunciados.

En el caso hay contrademandas, la teniente denuncia violación y el capitán calumnia, ante lo cual  serán la Fiscalía General de la Nación, la defensa de los implicados y los jueces de conocimiento, los encargados de recopilar las pruebas que lleven a las realidades jurídicas de esta penosa situación. Sea cual sea la verdad, como medio de comunicación rechazamos cualquier acción que vulnere la integridad o la dignidad de las mujeres.

Queremos, respetamos y valoramos el trabajo de la Policía Nacional, por lo que exhortamos a cada uno de los hombres y mujeres que hacen parte de esta honorable institución a ser ciudadanos ejemplares que actúen siempre en el marco del respeto del derecho propio y de los demás. Sabemos que los buenos policías son la mayoría y quienes se convierten en ‘lunares’ solo son el reflejo de una sociedad que debe seguir fortaleciendo la educación en ética y valores.

Editorial
28 diciembre, 2018

El escándalo en la Policía Cesar 

Una de las instituciones más importantes del Estado colombiano vuelve a estar en el ojo del huracán por escándalos sexuales. Todos recordamos el caso de la ‘comunidad del anillo’ que hace dos años sacudió a la Policía Nacional y afectó su imagen, al quedar en evidencia las redes de servicios sexuales entre miembros de la […]


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Una de las instituciones más importantes del Estado colombiano vuelve a estar en el ojo del huracán por escándalos sexuales. Todos recordamos el caso de la ‘comunidad del anillo’ que hace dos años sacudió a la Policía Nacional y afectó su imagen, al quedar en evidencia las redes de servicios sexuales entre miembros de la institución.

Lamentablemente la Policía Nacional vuelve a ser noticia por un caso de abuso sexual que habría ocurrido el mes pasado en las instalaciones del Comando de Policía Cesar. No queremos condenar al capitán Eduardo Merchan Prieto, capturado ayer, ni mucho menos revictimizar a la teniente que lo denunció por violación; solo reclamamos que la Policía no haya dado una explicación oportuna para que la opinión pública entendiera el polémico caso.

Como medio de comunicación hemos sido prudentes con el manejo de este caso porque las investigaciones son incipientes, lo publicamos en nuestras páginas antes que Noticias Uno, pero en ese momento no tuvo el eco suficiente para despertar los pronunciamientos que recién han hecho la vicepresidenta de la República, Marta Lucia Ramírez, y la Procuraduría General de la Nación. ¿Si no hubiese sido revelado el caso por un noticiero nacional el expediente se hubiese perdido en los anaqueles de control disciplinario? Es la pregunta que surge por el hermético manejo que se la ha dado a la investigación.

El comandante de la institución debió explicar qué acciones se tomaron cuando la víctima puso el caso en conocimiento de sus superiores, y explicar por qué solo hubo acciones concretas y visibles, como la captura de ayer, luego del escándalo mediático.

Solo hasta ayer, se conoció que de manera inmediata, el 24 de noviembre de 2018, la institución aperturó una investigación disciplinaria con el objetivo de establecer las circunstancias de tiempo, modo y lugar de los hechos denunciados.

En el caso hay contrademandas, la teniente denuncia violación y el capitán calumnia, ante lo cual  serán la Fiscalía General de la Nación, la defensa de los implicados y los jueces de conocimiento, los encargados de recopilar las pruebas que lleven a las realidades jurídicas de esta penosa situación. Sea cual sea la verdad, como medio de comunicación rechazamos cualquier acción que vulnere la integridad o la dignidad de las mujeres.

Queremos, respetamos y valoramos el trabajo de la Policía Nacional, por lo que exhortamos a cada uno de los hombres y mujeres que hacen parte de esta honorable institución a ser ciudadanos ejemplares que actúen siempre en el marco del respeto del derecho propio y de los demás. Sabemos que los buenos policías son la mayoría y quienes se convierten en ‘lunares’ solo son el reflejo de una sociedad que debe seguir fortaleciendo la educación en ética y valores.