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Columnista - 6 abril, 2022

El encuentro de Casa Loma

Mientras el primer foro se dio en momentos en los que se iniciaba el boom minero-energético, que convirtió a La guajira y al Caribe en la gran despensa de carbón y gas, esta vez, el Encuentro de Casa Loma se da justo cuando la transición energética y con ella el auge de las fuentes no convencionales de energías renovables (FNCER) tiene al Caribe colombiano como su eje principal.

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¡Ningún viento le es favorable a quien no tiene un puerto de destino!  Durante los días 6, 7 y 8 del mes de abril tendrá lugar en este sitio en el municipio de Juan de Acosta (Atlántico) un gran encuentro, convocado por la Red de periodistas del Caribe, encabezada por Raimundo Alvarado, bajo los auspicios de la Universidad del Magdalena, el cual tendrá como lema y foco Hacia un compromiso con el Caribe colombiano. Al mismo concurrirán caracterizados exponentes de la academia y del periodismo regional, con el objeto de tomarle el pulso a la región, retomar su agenda, ratificar propósitos y reiterar compromisos.

La realización de este importante evento coincide con la conmemoración de los 40 años del primer Foro Costeño, que tuvo lugar entre el 26 y el 28 de marzo de 1981. Fruto de esta gesta fue la Ley 76 de 1985, mediante la cual se crearon las regiones de planificación, más conocidas como los CORPES. Se planteó entonces que así como existía un Consejo Nacional de Política Económica y Social (CONPES) también se debería contar con una instancia regional que incidiera en la formulación y ejecución de la política económica y social. Ello, muy en línea con la carga argumentativa del exrector de la Universidad del Norte, Adolfo Meisel, en su libro ‘Por qué se necesita una política económica regional en Colombia’.

Mientras el primer foro se dio en momentos en los que se iniciaba el boom minero-energético, que convirtió a La guajira y al Caribe en la gran despensa de carbón y gas, esta vez, el Encuentro de Casa Loma se da justo cuando la transición energética y con ella el auge de las fuentes no convencionales de energías renovables (FNCER) tiene al Caribe colombiano como su eje principal.

Sea esta la ocasión propicia para hacer un llamado a la dirigencia de nuestra región para despertar del letargo que la llevó a pasar del timón al remo. Después que la región Caribe logró conquistar la autonomía regional, a través de la Asamblea Constituyente, así como las regiones administrativas y de planificación (RAP), como escala técnica para llegar a la ansiada región como entidad territorial (RET), fue la última RAP en crearse y lo que es peor es la única que más de tres años después de constituida no ha arrancado. 

Y al no hacerlo, la región Caribe está perdiendo la posibilidad de darse su Plan Estratégico Regional (PER), tal como lo dispone el Decreto 900 que reglamenta la Ley de fortalecimiento de las RAP (1962 de 2019) y ello nos priva de presentar proyectos de impacto regional para ser financiados con recursos del Sistema General de Regalías (SGR) y de contera le impide también jalonar recursos del Presupuesto General de la Nación para apalancarlos financieramente. Y Claro está que mientras no se active la RAP seguiremos a la zaga, sin un norte definido, sin una hoja de ruta, en calistenia pedaleando en una bicicleta estática, sin avanzar un ápice. Ello es inaudito! 

Columnista
6 abril, 2022

El encuentro de Casa Loma

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Amylkar D. Acosta

Mientras el primer foro se dio en momentos en los que se iniciaba el boom minero-energético, que convirtió a La guajira y al Caribe en la gran despensa de carbón y gas, esta vez, el Encuentro de Casa Loma se da justo cuando la transición energética y con ella el auge de las fuentes no convencionales de energías renovables (FNCER) tiene al Caribe colombiano como su eje principal.


¡Ningún viento le es favorable a quien no tiene un puerto de destino!  Durante los días 6, 7 y 8 del mes de abril tendrá lugar en este sitio en el municipio de Juan de Acosta (Atlántico) un gran encuentro, convocado por la Red de periodistas del Caribe, encabezada por Raimundo Alvarado, bajo los auspicios de la Universidad del Magdalena, el cual tendrá como lema y foco Hacia un compromiso con el Caribe colombiano. Al mismo concurrirán caracterizados exponentes de la academia y del periodismo regional, con el objeto de tomarle el pulso a la región, retomar su agenda, ratificar propósitos y reiterar compromisos.

La realización de este importante evento coincide con la conmemoración de los 40 años del primer Foro Costeño, que tuvo lugar entre el 26 y el 28 de marzo de 1981. Fruto de esta gesta fue la Ley 76 de 1985, mediante la cual se crearon las regiones de planificación, más conocidas como los CORPES. Se planteó entonces que así como existía un Consejo Nacional de Política Económica y Social (CONPES) también se debería contar con una instancia regional que incidiera en la formulación y ejecución de la política económica y social. Ello, muy en línea con la carga argumentativa del exrector de la Universidad del Norte, Adolfo Meisel, en su libro ‘Por qué se necesita una política económica regional en Colombia’.

Mientras el primer foro se dio en momentos en los que se iniciaba el boom minero-energético, que convirtió a La guajira y al Caribe en la gran despensa de carbón y gas, esta vez, el Encuentro de Casa Loma se da justo cuando la transición energética y con ella el auge de las fuentes no convencionales de energías renovables (FNCER) tiene al Caribe colombiano como su eje principal.

Sea esta la ocasión propicia para hacer un llamado a la dirigencia de nuestra región para despertar del letargo que la llevó a pasar del timón al remo. Después que la región Caribe logró conquistar la autonomía regional, a través de la Asamblea Constituyente, así como las regiones administrativas y de planificación (RAP), como escala técnica para llegar a la ansiada región como entidad territorial (RET), fue la última RAP en crearse y lo que es peor es la única que más de tres años después de constituida no ha arrancado. 

Y al no hacerlo, la región Caribe está perdiendo la posibilidad de darse su Plan Estratégico Regional (PER), tal como lo dispone el Decreto 900 que reglamenta la Ley de fortalecimiento de las RAP (1962 de 2019) y ello nos priva de presentar proyectos de impacto regional para ser financiados con recursos del Sistema General de Regalías (SGR) y de contera le impide también jalonar recursos del Presupuesto General de la Nación para apalancarlos financieramente. Y Claro está que mientras no se active la RAP seguiremos a la zaga, sin un norte definido, sin una hoja de ruta, en calistenia pedaleando en una bicicleta estática, sin avanzar un ápice. Ello es inaudito!