Hace dos años largos, por este medio publicamos la columna titulada: “Habrá Trump para rato”. En aquel entonces hicimos alusión a la solidez de un presidente en ejercicio, que se propuso hacer a los EE.UU grande otra vez, recuperando más de dos millones de empleos para sus connacionales, logrando repatriar la industria automovilística gracias a sus ventajosas políticas tributarias, y metiendo la inflación en cintura, no obstante, también criticamos la xenofobia y la arrogancia de Trump puesta de manifiesto por una férrea política de migración, su indiferencia frente al tema del calentamiento global y su afán por acabar el sistema de seguridad social implementado por su antecesor en beneficio de las clases más vulnerables. 

El desacertado manejo de la pandemia, que cobró la vida de cientos de miles de estadounidenses, fue la causa principal de la derrota de Trump, y el caballito de batalla que llevaría al demócrata Joe Biden, a la Presidencia con 306 colegios electorales en su haber, contra 232 de Trump. 

Ahora bien, contrario a lo que pudiera pensarse, estamos lejos de ver el final de este polémico personaje, pues el efecto Trump sigue hoy más vigente que nunca, y ya anuncia su candidatura por el partido Republicano a las elecciones de 2024, ante un Biden, que no pasa por su mejor momento, pues en los sondeos de opinión, solo el 29%   aprueba su gestión de gobierno, contra un 58% que lo desaprueba, y un 13% se muestra indeciso. 

De otra parte, el prolongado conflicto entre Rusia y Ucrania, una desbordada inflación que afecta sensiblemente el bolsillo de los estadounidenses, y el incumplimiento de las promesas hechas en favor de los migrantes, parecen haber acabado con el capital político del presidente Biden. Este es el panorama previo a las elecciones al Congreso, que tendrán lugar el 8 de noviembre, y donde todo puede pasar.

Pero volviendo a la anunciada candidatura de Donald Trump, digamos que tiene un condimento especial, y es que se adelantan en su contra una larga lista de investigaciones que avanzan a paso de tortuga, en contraste con su postulación como candidato a la primera magistratura, que parece estar montada sobre un flamante Fórmula 1 y, así las cosas,  no serían un obstáculo para que Trump cumpla con su aspiración de llegar nuevamente a la Casa Blanca. 

Esperemos el resultado de las elecciones al Congreso, pues por el desayuno se sabe cómo viene el almuerzo.

Nota de cierre: Nuestra solidaridad para con los familiares de  los  soldados, policías, líderes sociales, defensores de derechos humanos y ambientalistas, cuyos cobardes asesinatos enlutan el suelo patrio.

Por Dario Arregocés Baute

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