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Columnista - 13 abril, 2025

El Eccehomo de los corruptos

Todo inició en la administración de Ciro Pupo en 2004, con un proyecto mal planeado desde el comienzo, porque se hizo sin licencia ambiental.

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Por fin se logra concretar, después de años de adiciones, prórrogas, corrupción rampante y hasta siniestros, el mirador del Eccehomo, un proyecto que hoy se convierte en un lugar que impulsará el turismo religioso y ambiental en Valledupar, pero que debió estar listo hace 20 años. ¿Por qué se demoraron tanto en terminarlo? Incluso tardaron mucho más que Miguel Ángel en Florencia, cuando esculpió en tres años El David, en mármol de Carrara, de 1501 a 1504; pero en Valledupar, a pesar de que la figura es en fibra y hecha con moldes, tardaron mucho más.

Todo inició en la administración de Ciro Pupo en 2004, con un proyecto mal planeado desde el comienzo, porque se hizo sin licencia ambiental. Además, el contratista de la época lo abandonó. Después llegó Ava Carvajal, quien tuvo un corto paso por la alcaldía y no pudo hacer nada. Luego, Luis Fabián Fernández argumentó que, como era un proyecto iniciado por Ciro Pupo, ni lo miró. Le siguió Fredy Socarrás, quien, a pesar de ser cañaguatero devoto del Eccehomo, tampoco quiso hacer nada y le quedó mal a su comunidad de Los Nazarenos. Luego, Astuto Uhía, que habló y habló de economía naranja, incluso dormía con una guayabera naranja, prefirió crear su propio fracaso con la tal Casa en el Aire, para dejar un sello de corrupción inolvidable, que hasta el sol de hoy sigue siendo un monumento al abandono y al desgreño administrativo. Luego, el Mello Castro tampoco tuvo la voluntad de terminar el proyecto y solo le hicieron algún maquillaje a la escultura que se estaba cayendo.

Fue cuando la Gobernación del Cesar, de forma oportunista, así como le robaron el proyecto del Museo de la Música Vallenata a Consuelo Araújo, se apropiaron del Eccehomo al estilo de ellos, con adiciones y prórrogas para hacerle un homenaje a Luis Alberto Monsalvo, como está escrito en el volante y la tarjeta de inauguración del evento. Hay que recordar que está condenado a 21 años de prisión por corrupción. Así como lo leen, un homenaje a la corrupción. Pero hay más: el director del Centro de la Cultura Vallenata, Sergio López, ha planteado hacer una escultura en cera para Luis Alberto Monsalvo (¿hay derecho a ser tan lambón?) y ubicarlo en el primer salón como gran gestor de esta obra, que va por el camino de la Casa en el Aire y el Eccehomo.
Ya un contratista de Cartagena que ha desarrollado muchos proyectos con la Gobernación, llamado Fernando Paternina, amigo de Emilio Tapia, levantó la mano para regalar esa escultura. Y como si faltara algo, sale Ciro Pupo con un descaro descomunal a decir que esa obra es autoría de él. Pero la verdad hay que decirla: en el mirador El Eccehomo están resumidas todas las miserias de la mal llamada sociedad política vallenata: mala planeación, corrupción, celos y egos parroquiales que impiden darle continuidad a proyectos estratégicos de ciudad, oportunismo, doble moral y lambonería. Hoy veremos a todos esos políticos corruptos sentados en la primera y segunda banca de la Catedral, pidiéndole al patrono de Valledupar perdón por todos sus pecados, mientras la gente los aplaude y el obispo los bendice.

Estocada: sobre el grabado de Omar Geles que está haciendo el escultor Pedro Ortega en el parque Novalito, en un árbol seco de guayacán, sería bueno que incluyera a dos hijos ilustres de nuestro barrio, Wicho Sánchez y Hugues Martínez, verdaderos cañaguateros que sí parrandeaban en ese parque y juglares que le dieron mucho al folclor vallenato.

Por Jacobo Solano

Columnista
13 abril, 2025

El Eccehomo de los corruptos

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jacobo Solano Cerchiaro

Todo inició en la administración de Ciro Pupo en 2004, con un proyecto mal planeado desde el comienzo, porque se hizo sin licencia ambiental.


Por fin se logra concretar, después de años de adiciones, prórrogas, corrupción rampante y hasta siniestros, el mirador del Eccehomo, un proyecto que hoy se convierte en un lugar que impulsará el turismo religioso y ambiental en Valledupar, pero que debió estar listo hace 20 años. ¿Por qué se demoraron tanto en terminarlo? Incluso tardaron mucho más que Miguel Ángel en Florencia, cuando esculpió en tres años El David, en mármol de Carrara, de 1501 a 1504; pero en Valledupar, a pesar de que la figura es en fibra y hecha con moldes, tardaron mucho más.

Todo inició en la administración de Ciro Pupo en 2004, con un proyecto mal planeado desde el comienzo, porque se hizo sin licencia ambiental. Además, el contratista de la época lo abandonó. Después llegó Ava Carvajal, quien tuvo un corto paso por la alcaldía y no pudo hacer nada. Luego, Luis Fabián Fernández argumentó que, como era un proyecto iniciado por Ciro Pupo, ni lo miró. Le siguió Fredy Socarrás, quien, a pesar de ser cañaguatero devoto del Eccehomo, tampoco quiso hacer nada y le quedó mal a su comunidad de Los Nazarenos. Luego, Astuto Uhía, que habló y habló de economía naranja, incluso dormía con una guayabera naranja, prefirió crear su propio fracaso con la tal Casa en el Aire, para dejar un sello de corrupción inolvidable, que hasta el sol de hoy sigue siendo un monumento al abandono y al desgreño administrativo. Luego, el Mello Castro tampoco tuvo la voluntad de terminar el proyecto y solo le hicieron algún maquillaje a la escultura que se estaba cayendo.

Fue cuando la Gobernación del Cesar, de forma oportunista, así como le robaron el proyecto del Museo de la Música Vallenata a Consuelo Araújo, se apropiaron del Eccehomo al estilo de ellos, con adiciones y prórrogas para hacerle un homenaje a Luis Alberto Monsalvo, como está escrito en el volante y la tarjeta de inauguración del evento. Hay que recordar que está condenado a 21 años de prisión por corrupción. Así como lo leen, un homenaje a la corrupción. Pero hay más: el director del Centro de la Cultura Vallenata, Sergio López, ha planteado hacer una escultura en cera para Luis Alberto Monsalvo (¿hay derecho a ser tan lambón?) y ubicarlo en el primer salón como gran gestor de esta obra, que va por el camino de la Casa en el Aire y el Eccehomo.
Ya un contratista de Cartagena que ha desarrollado muchos proyectos con la Gobernación, llamado Fernando Paternina, amigo de Emilio Tapia, levantó la mano para regalar esa escultura. Y como si faltara algo, sale Ciro Pupo con un descaro descomunal a decir que esa obra es autoría de él. Pero la verdad hay que decirla: en el mirador El Eccehomo están resumidas todas las miserias de la mal llamada sociedad política vallenata: mala planeación, corrupción, celos y egos parroquiales que impiden darle continuidad a proyectos estratégicos de ciudad, oportunismo, doble moral y lambonería. Hoy veremos a todos esos políticos corruptos sentados en la primera y segunda banca de la Catedral, pidiéndole al patrono de Valledupar perdón por todos sus pecados, mientras la gente los aplaude y el obispo los bendice.

Estocada: sobre el grabado de Omar Geles que está haciendo el escultor Pedro Ortega en el parque Novalito, en un árbol seco de guayacán, sería bueno que incluyera a dos hijos ilustres de nuestro barrio, Wicho Sánchez y Hugues Martínez, verdaderos cañaguateros que sí parrandeaban en ese parque y juglares que le dieron mucho al folclor vallenato.

Por Jacobo Solano