La cultura musical folclórica latinoamericana está llena de leyendas que se repiten en diversas partes del continente, inclusive de un mismo país o región, como ocurre con la leyenda de Francisco el Hombre, de la cual el juglar ‘Pacho’ Rada decía que él era el real protagonista, al ser el vencedor del diablo y no […]
La cultura musical folclórica latinoamericana está llena de leyendas que se repiten en diversas partes del continente, inclusive de un mismo país o región, como ocurre con la leyenda de Francisco el Hombre, de la cual el juglar ‘Pacho’ Rada decía que él era el real protagonista, al ser el vencedor del diablo y no Francisco Moscote Guerra.
Estas batallas producto de la mitología popular musical se trasladó muchos años después a acordeoneros de carne hueso que dirimen quien es el mejor en los festivales vallenatos que proliferan en Colombia, siendo el del Valle principal termómetro.
En 1991, el Festival Cuna de Acordeones de Villanueva era una verdadera batalla de acordeones, estaban en contienda importantísimos acordeoneros del momento que estuvieron en la final, Julio Rojas, Omar ‘El Diablito’ Geles, Gabriel Julio, ‘Pacho’ Rivera y Mauro Millian. La mesa de jurados la conformaban personas de gran solvencia moral y musical, sobresalían ‘El Rebelde’ Alfredo Gutiérrez, Alberto Murgas y Egidio Cuadrado.
El más opciónado para la corona era ‘El Diablito’, con brillantísimo palmarés festivalero, rey en diferentes categorías en el Festival Vallenato, además rey de reyes aficionado en 1987, rey vallenato profesional en 1989, del Retorno en Fonseca en 1991, junto a Julio Rojas, quien ostentaba su condición de rey del Valle y Gabriel Julio, quien se había convertido en hueso duro de roer.
Fue una contienda titánica, dura, al final ganó Gabriel Julio, segundo ‘El Diablito’, tercero Rojas. Allí se armó el maremágnum, caos total, Juan Geles, hermano de ‘El Diablito’, subió a la tarima a recibir el pago, que se hacia la misma noche de la final y en acto de desacato al fallo rompió el cheque en presencia de Alfredo Gutiérrez, al que le recordó que su estilo era más de la sabana que del Valle y por eso había elegido a Julio, ‘El Rebelde’ en respuesta a este acto increpó a Geles diciéndole que ‘Él Diablito’ tenía suficiente vida para ganarse todos los festivales del mundo.
El paso del tiempo se encargó que las aguas volvieran temporalmente a su cauce, las heridas folclóricas resquebrajadas sanearon, los dos acordeoneros se demostraron afecto y admiración mutua en diferentes escenarios donde coincidían, hasta que llegó el año 1996, cuando Alfredo decide presentarse por quinta vez al festival, 69, 74,78, 86.
Todas las miradas se posaron en el Tri Rey, los expertos lo daban como ganador de la cuarta corona, ante su veteranía y sapiencia musical. ‘El Pollito’ Herrera, Felipe Paternina, ‘Beto’ Villa, Juan José Granados, fueron los finalistas. El nombre del jurado se mantuvo en secreto hasta último segundo, cuando fue revelado Freddy Sierra, Alberto ‘Beto’ Rada, ‘Chiche’ Martínez, ‘El Diablito’ Omar Geles y un quinto nombre, todos reyes, algunos habían sido dobleados por ‘El Rebelde’.
Los ritmos puya y son fueron repetidos a petición del jurado, hubo empate entre Gutiérrez, Herrera y Villa, ganó Juan David Herrera, Villa segundo, tercero Alfredo, quien no se presentó a la ceremonia de premiación. Responsabilizan del deshonroso tercer puesto a la rebeldía de ‘El Diablito’.
La cultura musical folclórica latinoamericana está llena de leyendas que se repiten en diversas partes del continente, inclusive de un mismo país o región, como ocurre con la leyenda de Francisco el Hombre, de la cual el juglar ‘Pacho’ Rada decía que él era el real protagonista, al ser el vencedor del diablo y no […]
La cultura musical folclórica latinoamericana está llena de leyendas que se repiten en diversas partes del continente, inclusive de un mismo país o región, como ocurre con la leyenda de Francisco el Hombre, de la cual el juglar ‘Pacho’ Rada decía que él era el real protagonista, al ser el vencedor del diablo y no Francisco Moscote Guerra.
Estas batallas producto de la mitología popular musical se trasladó muchos años después a acordeoneros de carne hueso que dirimen quien es el mejor en los festivales vallenatos que proliferan en Colombia, siendo el del Valle principal termómetro.
En 1991, el Festival Cuna de Acordeones de Villanueva era una verdadera batalla de acordeones, estaban en contienda importantísimos acordeoneros del momento que estuvieron en la final, Julio Rojas, Omar ‘El Diablito’ Geles, Gabriel Julio, ‘Pacho’ Rivera y Mauro Millian. La mesa de jurados la conformaban personas de gran solvencia moral y musical, sobresalían ‘El Rebelde’ Alfredo Gutiérrez, Alberto Murgas y Egidio Cuadrado.
El más opciónado para la corona era ‘El Diablito’, con brillantísimo palmarés festivalero, rey en diferentes categorías en el Festival Vallenato, además rey de reyes aficionado en 1987, rey vallenato profesional en 1989, del Retorno en Fonseca en 1991, junto a Julio Rojas, quien ostentaba su condición de rey del Valle y Gabriel Julio, quien se había convertido en hueso duro de roer.
Fue una contienda titánica, dura, al final ganó Gabriel Julio, segundo ‘El Diablito’, tercero Rojas. Allí se armó el maremágnum, caos total, Juan Geles, hermano de ‘El Diablito’, subió a la tarima a recibir el pago, que se hacia la misma noche de la final y en acto de desacato al fallo rompió el cheque en presencia de Alfredo Gutiérrez, al que le recordó que su estilo era más de la sabana que del Valle y por eso había elegido a Julio, ‘El Rebelde’ en respuesta a este acto increpó a Geles diciéndole que ‘Él Diablito’ tenía suficiente vida para ganarse todos los festivales del mundo.
El paso del tiempo se encargó que las aguas volvieran temporalmente a su cauce, las heridas folclóricas resquebrajadas sanearon, los dos acordeoneros se demostraron afecto y admiración mutua en diferentes escenarios donde coincidían, hasta que llegó el año 1996, cuando Alfredo decide presentarse por quinta vez al festival, 69, 74,78, 86.
Todas las miradas se posaron en el Tri Rey, los expertos lo daban como ganador de la cuarta corona, ante su veteranía y sapiencia musical. ‘El Pollito’ Herrera, Felipe Paternina, ‘Beto’ Villa, Juan José Granados, fueron los finalistas. El nombre del jurado se mantuvo en secreto hasta último segundo, cuando fue revelado Freddy Sierra, Alberto ‘Beto’ Rada, ‘Chiche’ Martínez, ‘El Diablito’ Omar Geles y un quinto nombre, todos reyes, algunos habían sido dobleados por ‘El Rebelde’.
Los ritmos puya y son fueron repetidos a petición del jurado, hubo empate entre Gutiérrez, Herrera y Villa, ganó Juan David Herrera, Villa segundo, tercero Alfredo, quien no se presentó a la ceremonia de premiación. Responsabilizan del deshonroso tercer puesto a la rebeldía de ‘El Diablito’.