En la agenda de mis consejeros periodísticos Tíochiro y Tíonan, tengo unos apuntes sobre el abogado Alfonso Araujo Cotes y ha llegado el momento de revelarlos.  

Militó en el Movimiento Revolucionario Liberal (MRL) fundado por su primo Alfonso López Michelsen (presidente de Colombia). Ha sido dos veces gobernador del Cesar, concejal de La Paz, congresista y diplomático.

Hace cuatro años, me respondió una entrevista estructurada, en su casa, para mi tesis doctoral en Ciencia Política y también habló formalmente de varios temas.

“¡Uy!, vivo pensando de mi correría por Manaure, cuando estaba lleno de pasto y uno se mojaba los pies con ese frío tan tremendo. Recuerdo la ‘Piedra Napoleón’, en donde uno se resbalaba para caer al pozo La Danta, a unos 300 metros de mi casa. Ese pueblo fue fundado por los hermanos Juan Antonio y Joaquín Cotes. Las primeras matas de café las sembró mi abuelo y a los trabajadores los trajeron de Villanueva y Urumita”, dijo. 

Era una vida apacible y llena de sentimientos, de cofradía, de amistad y de señorío, se vivía una paz octaviana. Fue en Manaure en donde el genio compositor Leandro Díaz (+) estrenó su célebre canción “Matilde Elina”, la misma tierra del fabuloso acordeonero William Ramírez (+).

Habló de Alejandro Cotes Oñate, “fue un personaje fantástico, mi tío más querido, me consentía y por debajo me daba de vez en cuando mis chavitos, era hermano de mi mamá Rosario”, corroboró.

En esa época en Manaure solo se escuchaba música en la vitrola de Arregocés; no había luz, acueducto, alcantarillado, centro de salud ni teatro… “yo le puse agua, luz y todos los servicios a Manaure, siendo gerente de Insfopal”, aclaró.

Alfonso Araujo, hoy de 95 años de edad, rememora ese proceso tan raro de convertirse en un líder liberal cuando su papá Lázaro Araujo era un empedernido ‘godo’ conservador, que no usaba nada rojo. Pero su pueblo, La Paz, lo contagió de liberal.

No se puede ocultar que, en Manaure se engendró la música vallenata con Emiliano Zuleta Baquero, los Salas, los Muegues y los Perea, Carlos Araque y Ángel Sabino Soto. “La gente del valle se vino para Manaure, hicieron casas y se trajeron a sus familias a temperar”, agrega.

Se metió a la política porque “veía mucha injusticia y traté de ser redentor de una población que estaba olvidada, porque los vallenatos trataban a los pacíficos y manaureros de menos y dije: ‘un día de estos me voy a montar sobre los vallenatos’, y me monté sobre los vallenatos. La Paz siempre me respaldó y era un pueblo tan solidario conmigo que quien me tratara de tocar se moría”.

Recuerda que con Pepe Castro (+ político vallenato) vivió un forcejeo de quién hacía más por el Cesar, “si Pepe o yo, esa era la discusión. Era una apuesta bonita”.

“Pepe Castro hizo algo simpático: estando yo de gerente de Insfopal y él de Gobernador del Cesar, estaba muy asustado porque yo le ganaba en opinión. Se fue para donde el presidente Turbay Ayala quien era su amigo íntimo y le dijo: ‘oiga no deje que Alfonso vaya mucho al Cesar y a Valledupar porque me está fregando”, anotó y soltó una carcajada.  

Recuerda que con Pepe Castro jamás cobraron la gasolina que le echaban a los carros, porque pagaban de sus bolsillos.

Colofón: conoció a Leonor Baute, frente a la casa de María Uhía, vio a la muchacha delgadita y dijo: ‘con esa muchacha me voy a casar’, “la enamoré y seguimos casados”, concluyó.

Hasta la próxima semana. [email protected]. @tiochiro.