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Columnista - 19 noviembre, 2022

El Día Internacional para la Tolerancia, a tenerlo en cuenta

La ONU determinó en 1.995 que el día 16 de noviembre de cada año se celebrara el Día Internacional para la Tolerancia, con el propósito de conmemorar la Declaración de Principios sobre la Tolerancia. La xenofobia, discriminación en todas las dimensiones que nos imaginemos y la homofobia, perfilan a este mundo lamentablemente a diversos conflictos, […]

La ONU determinó en 1.995 que el día 16 de noviembre de cada año se celebrara el Día Internacional para la Tolerancia, con el propósito de conmemorar la Declaración de Principios sobre la Tolerancia.

La xenofobia, discriminación en todas las dimensiones que nos imaginemos y la homofobia, perfilan a este mundo lamentablemente a diversos conflictos, unos de más alto calibre que otros, que se traslapan en mínimos diálogos, poco productivos, no brindando soluciones acordes, efectivas y oportunas.

Los tiempos cambian constantemente, las costumbres de los lugareños de cualquier región del país también, por razones obvias sus formas de pensar y actuar, caracterizándose por otros comportamientos; ni qué decir de esos individuos de determinadas regiones de Colombia que se mezclan con esta o aquella. Tengamos en cuenta que los comportamientos se acentúan por la cotidianidad; no solo hablamos de buenas costumbres; también ocurre con las conductas anormales que se volverán tendencias en el pensar y en poco tiempo en el obrar si el Estado no interviene con una ajustada normatividad.

Lo dijo el escritor suizo, Juan Jacobo Rosseau: “El hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe”, más  claro  dicen por ahí: quién anda en la miel, algo se le pega; con esta apreciación comprenderemos que ser diferentes no es malo, yo puedo decir verde y usted estimado @ lector @ rojo, o respecto a determinada situación tendremos diferentes criterios; repetimos eso no es malo, lo malo es que no aceptamos el concepto de nuestro semejante, lo consideramos un contradictor y es allí donde nace, germina la intolerancia. La tarea que nos corresponde hacer a partir de hoy es considerar que si podemos vivir sin fricciones agresivas que nos saquen de casillas y que nos vuelvan más violentos. No se debe confundir a una persona tolerante con una permisiva; tampoco un abusador, menos aquel que hace ejercicio arbitrario de sus propias razones.

Hace pocos días me manifestaron una pareja de esposos: “Dejamos de frecuentar a aquellos y se disminuyeron las rencillas, amistad al futuro no habrá; y no existirán más conflictos”. Estoy de acuerdo con tal apreciación, no tendrán una paz integral. En el mundo no habrá paz total; existirán muchos intolerantes, lo que nos toca es trabajar día a día para que estos conflictos sean menos agresivos, violentos, determinándolos acuerdos de cese a conflictos. Muchas veces en las mismas mesas de negociación firmándose: “acuerdos de paz”, sucede que se hace pistola con los dedos de los pies y así que paz encontraremos.

De qué nos sirve un nuevo premio Nobel de paz si mantenemos incrustado en nuestro ADN el germen de la violencia.  Los pacificadores debemos tener buenos deseos e intereses y exponerlos; los violentos tienden a perpetuar sus intereses mezquinos, agresivos. La intolerancia es más perversa cuando la dirigen políticos indeseables.  Preguntamos: ¿Qué propósitos buscan?

La unión de los intolerantes impide cualquier propósito benéfico para pacificar regiones de Colombia. Que sea el Día Internacional para la Tolerancia una fecha que permita desechar prejuicios de muchos años; ilustrandonos y entendiendo en qué consiste la tolerancia.  A soportarnos un poco más y ejercitar la tolerancia. 

[email protected]

Columnista
19 noviembre, 2022

El Día Internacional para la Tolerancia, a tenerlo en cuenta

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jairo Franco Salas

La ONU determinó en 1.995 que el día 16 de noviembre de cada año se celebrara el Día Internacional para la Tolerancia, con el propósito de conmemorar la Declaración de Principios sobre la Tolerancia. La xenofobia, discriminación en todas las dimensiones que nos imaginemos y la homofobia, perfilan a este mundo lamentablemente a diversos conflictos, […]


La ONU determinó en 1.995 que el día 16 de noviembre de cada año se celebrara el Día Internacional para la Tolerancia, con el propósito de conmemorar la Declaración de Principios sobre la Tolerancia.

La xenofobia, discriminación en todas las dimensiones que nos imaginemos y la homofobia, perfilan a este mundo lamentablemente a diversos conflictos, unos de más alto calibre que otros, que se traslapan en mínimos diálogos, poco productivos, no brindando soluciones acordes, efectivas y oportunas.

Los tiempos cambian constantemente, las costumbres de los lugareños de cualquier región del país también, por razones obvias sus formas de pensar y actuar, caracterizándose por otros comportamientos; ni qué decir de esos individuos de determinadas regiones de Colombia que se mezclan con esta o aquella. Tengamos en cuenta que los comportamientos se acentúan por la cotidianidad; no solo hablamos de buenas costumbres; también ocurre con las conductas anormales que se volverán tendencias en el pensar y en poco tiempo en el obrar si el Estado no interviene con una ajustada normatividad.

Lo dijo el escritor suizo, Juan Jacobo Rosseau: “El hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe”, más  claro  dicen por ahí: quién anda en la miel, algo se le pega; con esta apreciación comprenderemos que ser diferentes no es malo, yo puedo decir verde y usted estimado @ lector @ rojo, o respecto a determinada situación tendremos diferentes criterios; repetimos eso no es malo, lo malo es que no aceptamos el concepto de nuestro semejante, lo consideramos un contradictor y es allí donde nace, germina la intolerancia. La tarea que nos corresponde hacer a partir de hoy es considerar que si podemos vivir sin fricciones agresivas que nos saquen de casillas y que nos vuelvan más violentos. No se debe confundir a una persona tolerante con una permisiva; tampoco un abusador, menos aquel que hace ejercicio arbitrario de sus propias razones.

Hace pocos días me manifestaron una pareja de esposos: “Dejamos de frecuentar a aquellos y se disminuyeron las rencillas, amistad al futuro no habrá; y no existirán más conflictos”. Estoy de acuerdo con tal apreciación, no tendrán una paz integral. En el mundo no habrá paz total; existirán muchos intolerantes, lo que nos toca es trabajar día a día para que estos conflictos sean menos agresivos, violentos, determinándolos acuerdos de cese a conflictos. Muchas veces en las mismas mesas de negociación firmándose: “acuerdos de paz”, sucede que se hace pistola con los dedos de los pies y así que paz encontraremos.

De qué nos sirve un nuevo premio Nobel de paz si mantenemos incrustado en nuestro ADN el germen de la violencia.  Los pacificadores debemos tener buenos deseos e intereses y exponerlos; los violentos tienden a perpetuar sus intereses mezquinos, agresivos. La intolerancia es más perversa cuando la dirigen políticos indeseables.  Preguntamos: ¿Qué propósitos buscan?

La unión de los intolerantes impide cualquier propósito benéfico para pacificar regiones de Colombia. Que sea el Día Internacional para la Tolerancia una fecha que permita desechar prejuicios de muchos años; ilustrandonos y entendiendo en qué consiste la tolerancia.  A soportarnos un poco más y ejercitar la tolerancia. 

[email protected]