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Columnista - 20 marzo, 2024

El derecho a disentir

Todo no puede ser unanimidad, porque dejaría de existir la disparidad y el pluralismo ideológico, pero por encima de cualquier diferencia se debe respetar, porque todo ser humano merece respeto, respetar el libre pensamiento o la libre expresión, consagrada en la Constitución nacional como un derecho fundamental.   Es una plegaria: “Respeto por las nuevas tecnologías, […]

Todo no puede ser unanimidad, porque dejaría de existir la disparidad y el pluralismo ideológico, pero por encima de cualquier diferencia se debe respetar, porque todo ser humano merece respeto, respetar el libre pensamiento o la libre expresión, consagrada en la Constitución nacional como un derecho fundamental.  

Es una plegaria: “Respeto por las nuevas tecnologías, respeto por la era digital, respeto por la inteligencia artificial, respeto por las redes sociales, que cambiaron nuestras costumbres y detonaron los cimientos  culturales a nivel global”, así nos incomode el enfoque conceptual de los demás, por eso se vende la vaca, porque a algunos les gusta el lomo fino, a otros el espinazo, la rabadilla, carne de muchacho, carne de bola, la emparejadura, la agujita o la punta gorda, como coloquialmente suele decir el comunicador social Armando Gnecco Hernández.

El mundo cambia por la tecnología, lo que se da a paso exponencial, más para bien que para mal, a juzgar del uso que se les da a las herramientas tecnológicas, porque en Valledupar con el Instpecam, el Casd y el Alfonso López somos piloto en lo nacional para iniciar un proceso de bachilleres que podrán generar empleo y competir en el mercado tecnológico con educación digital.  

El matoneo sin rostro, los que hacen ‘bullying’ bajo la sombra, porque no requieren de curaduría de instituciones solventes ni se responsabilizan cuando lanzan informaciones malintencionadas, rayan con la mediocridad y alguien los utiliza para atacar alevemente la dignidad de personas que a la luz del tribunal del tiempo y de la historia gozan de solvencia intelectual y moral.

“El elogio de un periodista crítico vale mucho más que la chupada de media de un periodista prepago”, postulado que toman ciertos contradictores para contraatacar y distorsionar el buen periodismo, que se ejerce a través de la verdad, pero como no faltan consejeros en el quehacer diario del oficio de informar y de formar, como ángel mandado por Dios apareció Rita Vargas Aroca: primo bloquee a ese mequetrefe que daña los comentarios irrespetando.

Se llama civilización el acondicionamiento material y espiritual a las grandes conquistas de la ciencia, entonces quienes manejan la tecnología, son civilizados, pero la ignorancia como ceguera del conocimiento es atrevida y estos dispositivos no son para proferir insultos, que es el arma del incapaz, pero ya sabemos que, cuando la sociedad se envilece se invierten los valores.

La tecnología de la información hoy se apoya en la robótica, la domótica, el internet de las cosas, el reconocimiento facial, el desarrollo de Apps y la inteligencia artificial, que no vino a sustituir al ser humano, sino a aumentar sus capacidades, de ahí el auge de muchas empresas que invierten en tecnología y aplicaciones móviles  para ensanchar sus ventas y consolidar mercados con menos empleados.

Bill Gates predice que la inteligencia artificial podría reducir la semana laboral a tres días. Con el tiempo, las máquinas podrían encargarse de la mayoría de las ocupaciones que actualmente desempeñan los humanos, transformación tecnológica que apunta a una mejora significativa en el “equilibrio trabajo-vida de las personas”, lo que ha de redundar en un mayor bienestar familiar con menor carga laboral.

Miguel Aroca Yepes

Columnista
20 marzo, 2024

El derecho a disentir

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Miguel Aroca Yepez

Todo no puede ser unanimidad, porque dejaría de existir la disparidad y el pluralismo ideológico, pero por encima de cualquier diferencia se debe respetar, porque todo ser humano merece respeto, respetar el libre pensamiento o la libre expresión, consagrada en la Constitución nacional como un derecho fundamental.   Es una plegaria: “Respeto por las nuevas tecnologías, […]


Todo no puede ser unanimidad, porque dejaría de existir la disparidad y el pluralismo ideológico, pero por encima de cualquier diferencia se debe respetar, porque todo ser humano merece respeto, respetar el libre pensamiento o la libre expresión, consagrada en la Constitución nacional como un derecho fundamental.  

Es una plegaria: “Respeto por las nuevas tecnologías, respeto por la era digital, respeto por la inteligencia artificial, respeto por las redes sociales, que cambiaron nuestras costumbres y detonaron los cimientos  culturales a nivel global”, así nos incomode el enfoque conceptual de los demás, por eso se vende la vaca, porque a algunos les gusta el lomo fino, a otros el espinazo, la rabadilla, carne de muchacho, carne de bola, la emparejadura, la agujita o la punta gorda, como coloquialmente suele decir el comunicador social Armando Gnecco Hernández.

El mundo cambia por la tecnología, lo que se da a paso exponencial, más para bien que para mal, a juzgar del uso que se les da a las herramientas tecnológicas, porque en Valledupar con el Instpecam, el Casd y el Alfonso López somos piloto en lo nacional para iniciar un proceso de bachilleres que podrán generar empleo y competir en el mercado tecnológico con educación digital.  

El matoneo sin rostro, los que hacen ‘bullying’ bajo la sombra, porque no requieren de curaduría de instituciones solventes ni se responsabilizan cuando lanzan informaciones malintencionadas, rayan con la mediocridad y alguien los utiliza para atacar alevemente la dignidad de personas que a la luz del tribunal del tiempo y de la historia gozan de solvencia intelectual y moral.

“El elogio de un periodista crítico vale mucho más que la chupada de media de un periodista prepago”, postulado que toman ciertos contradictores para contraatacar y distorsionar el buen periodismo, que se ejerce a través de la verdad, pero como no faltan consejeros en el quehacer diario del oficio de informar y de formar, como ángel mandado por Dios apareció Rita Vargas Aroca: primo bloquee a ese mequetrefe que daña los comentarios irrespetando.

Se llama civilización el acondicionamiento material y espiritual a las grandes conquistas de la ciencia, entonces quienes manejan la tecnología, son civilizados, pero la ignorancia como ceguera del conocimiento es atrevida y estos dispositivos no son para proferir insultos, que es el arma del incapaz, pero ya sabemos que, cuando la sociedad se envilece se invierten los valores.

La tecnología de la información hoy se apoya en la robótica, la domótica, el internet de las cosas, el reconocimiento facial, el desarrollo de Apps y la inteligencia artificial, que no vino a sustituir al ser humano, sino a aumentar sus capacidades, de ahí el auge de muchas empresas que invierten en tecnología y aplicaciones móviles  para ensanchar sus ventas y consolidar mercados con menos empleados.

Bill Gates predice que la inteligencia artificial podría reducir la semana laboral a tres días. Con el tiempo, las máquinas podrían encargarse de la mayoría de las ocupaciones que actualmente desempeñan los humanos, transformación tecnológica que apunta a una mejora significativa en el “equilibrio trabajo-vida de las personas”, lo que ha de redundar en un mayor bienestar familiar con menor carga laboral.

Miguel Aroca Yepes