El colegio, que este año llegó a su 72 aniversario, fue declarado Monumento Nacional, de acuerdo a la ley 93 del 14 de diciembre de 1993.
Desde la más luminosa cumbre de la inspiración, bajo el cálido torrente de una oración perfumada hacia la educación, surge hace más de 70 años, la necesidad de crear un colegio para la juventud sedienta de superación.
Un proyecto de ley presentado al Congreso por el entonces Senador Pedro Castro Monsalvo, se convirtió en ley de la República Nº 45 de 1940. En el artículo 2º se decreta que “en un lote apropiado que dotará el Municipio de Valledupar, allí la nación construirá un edificio destinado a un colegio de segunda enseñanza para varones, que llevará el nombre de “Colegio Nacional Loperena” como homenaje a la memoria de la heroína Valduparense, “Doña María Concepción Loperena Ustáriz de Fernández de Castro”.
Valledupar, en ese entonces era tan pequeño, que en el terreno destinado a levantar el colegio, funcionaba el matadero público, estando fuera del perímetro urbano. En febrero de 1942 se iniciaron labores en el local, que ya había terminado de construir el ingeniero Silvestre Dangond Daza.
El primer rector del Colegio Nacional Loperena fue Don Joaquín Ribón; el Coordinador de Disciplina José Celedón y su primer secretario Eloy E. Quintero. La institución comenzó con dos cursos 4º grado de primaria con 28 alumnos y 1º de bachillerato con 32. La primera promoción cuyos recuerdos han perdurado y escalando altas posiciones sociales e intelectuales como el Ingeniero Agrónomo Luis Pimienta Cotes, los doctores Emilio Araos Solano y José Enrique Mindiola entre otros.
Con el correr del tiempo Valledupar fue abrazando al Loperena hasta quedar en el centro, es decir, en el corazón de Valledupar. Hoy por hoy el colegio se vanagloria de haber tenido en su seno a toda una generación de exalumnos que han sobresalido como: alcaldes, gobernadores, científicos, periodistas, médicos, abogados, deportistas, artistas, compositores, acordeoneros y excelentes dirigentes políticos e intelectuales que nutren el desarrollo de la región.
Los caminitos por donde iban a clases los bachilleres en la década de los 40 están pavimentados, y los salones no dan abasto pero en la memoria y en la historia, queda constancia indeleble de lo que fue el Colegio Nacional Loperena.
Más de siete décadas
Hoy, después de 72 años, el colegio es dirigido por Gonzalo Quiroz Martínez, quien se ha caracterizado por su liderazgo y sentido de pertenencia hacia la institución proyectándola como una de las mejores en la región, que tiene organizado su propio comité estudiantil con una junta directiva que trabaja por la defensa del Colegio, y de los derechos y deberes estudiantiles.
El colegio fue declarado Monumento Nacional mediante decreto de la ley 93 del 14 de diciembre de 1993, recibiendo a su vez las consideraciones por parte del Senado de la República, Ministerio de Educación Nacional, la Medalla María Concepción Loperena, Mérito de la Asamblea Departamental, Mérito Cacique Upar, Mérito Simón Bolívar, Mérito a la Orden de la Democracia por parte de la Cámara de Representantes, etc.
Los Directivos, Docentes, Estudiantes, Padres de Familia, Personal Administrativo y de Servicios Generales de la Institución Educativa Nacional Loperena estamos seguros que con la fe en Dios, en nosotros mismos seguiremos trabajando en equipo porque el secreto del Arte de Aprender se basa en la Competencia Lectora que conseguirá nuevas esperanzas enviando siempre nuevos barcos de conocimientos con rumbo a la cúspide de la sabiduría.
Libro
En el marco de la celebración de los 72 Años fue presentado el libro: ‘Valledupar en el corazón de María Concepción Loperena’, escrito por la docente y Magister Blanca Genit Añez Martínez. Esta es una interesante obra que debemos leer, para conocer el ambiente histórico de María Concepción Loperena Ustáriz De Fernández De Castro.
Por Librada Nieto de Torres
El colegio, que este año llegó a su 72 aniversario, fue declarado Monumento Nacional, de acuerdo a la ley 93 del 14 de diciembre de 1993.
Desde la más luminosa cumbre de la inspiración, bajo el cálido torrente de una oración perfumada hacia la educación, surge hace más de 70 años, la necesidad de crear un colegio para la juventud sedienta de superación.
Un proyecto de ley presentado al Congreso por el entonces Senador Pedro Castro Monsalvo, se convirtió en ley de la República Nº 45 de 1940. En el artículo 2º se decreta que “en un lote apropiado que dotará el Municipio de Valledupar, allí la nación construirá un edificio destinado a un colegio de segunda enseñanza para varones, que llevará el nombre de “Colegio Nacional Loperena” como homenaje a la memoria de la heroína Valduparense, “Doña María Concepción Loperena Ustáriz de Fernández de Castro”.
Valledupar, en ese entonces era tan pequeño, que en el terreno destinado a levantar el colegio, funcionaba el matadero público, estando fuera del perímetro urbano. En febrero de 1942 se iniciaron labores en el local, que ya había terminado de construir el ingeniero Silvestre Dangond Daza.
El primer rector del Colegio Nacional Loperena fue Don Joaquín Ribón; el Coordinador de Disciplina José Celedón y su primer secretario Eloy E. Quintero. La institución comenzó con dos cursos 4º grado de primaria con 28 alumnos y 1º de bachillerato con 32. La primera promoción cuyos recuerdos han perdurado y escalando altas posiciones sociales e intelectuales como el Ingeniero Agrónomo Luis Pimienta Cotes, los doctores Emilio Araos Solano y José Enrique Mindiola entre otros.
Con el correr del tiempo Valledupar fue abrazando al Loperena hasta quedar en el centro, es decir, en el corazón de Valledupar. Hoy por hoy el colegio se vanagloria de haber tenido en su seno a toda una generación de exalumnos que han sobresalido como: alcaldes, gobernadores, científicos, periodistas, médicos, abogados, deportistas, artistas, compositores, acordeoneros y excelentes dirigentes políticos e intelectuales que nutren el desarrollo de la región.
Los caminitos por donde iban a clases los bachilleres en la década de los 40 están pavimentados, y los salones no dan abasto pero en la memoria y en la historia, queda constancia indeleble de lo que fue el Colegio Nacional Loperena.
Más de siete décadas
Hoy, después de 72 años, el colegio es dirigido por Gonzalo Quiroz Martínez, quien se ha caracterizado por su liderazgo y sentido de pertenencia hacia la institución proyectándola como una de las mejores en la región, que tiene organizado su propio comité estudiantil con una junta directiva que trabaja por la defensa del Colegio, y de los derechos y deberes estudiantiles.
El colegio fue declarado Monumento Nacional mediante decreto de la ley 93 del 14 de diciembre de 1993, recibiendo a su vez las consideraciones por parte del Senado de la República, Ministerio de Educación Nacional, la Medalla María Concepción Loperena, Mérito de la Asamblea Departamental, Mérito Cacique Upar, Mérito Simón Bolívar, Mérito a la Orden de la Democracia por parte de la Cámara de Representantes, etc.
Los Directivos, Docentes, Estudiantes, Padres de Familia, Personal Administrativo y de Servicios Generales de la Institución Educativa Nacional Loperena estamos seguros que con la fe en Dios, en nosotros mismos seguiremos trabajando en equipo porque el secreto del Arte de Aprender se basa en la Competencia Lectora que conseguirá nuevas esperanzas enviando siempre nuevos barcos de conocimientos con rumbo a la cúspide de la sabiduría.
Libro
En el marco de la celebración de los 72 Años fue presentado el libro: ‘Valledupar en el corazón de María Concepción Loperena’, escrito por la docente y Magister Blanca Genit Añez Martínez. Esta es una interesante obra que debemos leer, para conocer el ambiente histórico de María Concepción Loperena Ustáriz De Fernández De Castro.
Por Librada Nieto de Torres