‘El Cuento de Pedro’: anécdotas en el homenaje a Israel Romero y Ramón Dávila
“Rafa con ese Chan Cun Cha, no nos dejaba ni respirar, nos tenía en la lona”: Jorge Oñate.
Definitivamente la música vallenata no tiene frontera alguna, dicho de una forma mucho más coloquial, los aires vallenatos viajan libres traspasando fronteras territoriales sin que autoridad alguna los detenga.
Amigos y seguidores del folclor se desplazaron hasta Valledupar, procedentes de varias latitudes de la patria y del mundo, vinieron a presenciar el merecido homenaje brindado a uno de los grandes del vallenato. Israel Romero es sin lugar a dudas el máximo exponente del acordeón en su auténtico ritmo musical, sello impregnado de estilo propio, de su aprendizaje han nacido escuelas de singular importancia que han traído alegría a la patria.
MERECIDO HOMENAJE
‘El Pollo Isra’ es un connotado acordeonero, quien por décadas ha entregado en su estilo notas musicales que irradian alegría a los seres humanos.
Desde su unión con Rafael Orozco y la conformación de la agrupación el ‘Binomio de Oro’, llenos de talento rompieron fronteras y esparcieron el vallenato por el mundo.
Los organizadores del justo reconocimiento brindado a dos villanueveros: Israel Romero y Ramon Dávila se sobraron, gracias Ricardo Gutiérrez por promover ideas y mantener viva la llama del folclor, que no decir del investigador y escritor Julio Oñate Martínez y de la connotada periodista Irina Fernández Angarita, excelentes interlocutores, quienes con sapiencia y experiencia profesional llevaron en buenos términos la mágica velada.
Felicitaciones a todos los asistentes quienes viajaron desde todos los rincones de la costa Caribe y del mundo a presenciar este sentido homenaje, una calidad de evento, sus anfitriones se sobraron con tan bonita fiesta.
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De mi parte estuve hasta pasadas horas de la madrugada departiendo, degustando deliciosas viandas y saboreando delicioso whisky escocés, conversando plácidamente a ritmo del vallenato auténtico.
UNA ANÉCDOTA
Los abrazos de los amigos y compadres no faltaron, entre ellos alguien recordó una anécdota ocurrida en el funeral de Rafael Orozco:
“Con la funesta y trágica noticia el folclor se vistió de luto, intérpretes, compositores, folcloristas, músicos, acordeoneros se volcaron a Jardines del Recuerdo a solidarizarse con la familia Orozco Cabello, Clarita y sus hijas. Cómo era de esperarse los grandes cantautores como ‘Poncho’ Zuleta, ‘Beto’ Zabaleta, Diomedes Diaz y Jorge Oñate, adoloridos por el fatal insuceso, pero a la vez con la alegría producida por el encuentro se involucraron en una conversación amena y a pesar de estar apesarados por la triste partida de ‘Rafa’, hubo chance para contar anécdotas, reírse y compartir abrazos. De su parte ‘El Jilguero’ entre chanzas y como de costumbre ocurrente, haciendo señas con sus ojos y abriendo brazos hizo acercar a sus colegas, quienes en un solo abrazo se acercaron a escuchar las ocurrencias de ‘El Ruiseñor del Cesar’, cuchicheando al oído, se persignó en su frente con la señal de la santa Cruz y les dijo: Rafael Orozco, que Dios lo tenga en su gloria, menos mal que murió… Rafa nos tenía en el piso, nos tenía era abajo, estábamos tan jodidos que ya ni contratos teníamos. ‘Rafa’ con ese Chan Cun Cha, no nos dejaba ni respirar, nos tenía en la lona, estábamos como el burro de Cándido, mirando para arriba y mascando cardamomo”, fue el relato de uno de los asistentes al homenaje.
POR: PEDRO NORBERTO CASTRO ARAUJO /ESPECIAL PARA EL PILÓN.