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Columnista - 31 octubre, 2022

El cronista Pepe Castro

Pepe dijo en una ocasión: la muerte es sombra de olvido, muchos amigos se han ido de ellos nadie hace mención.

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                I

Pepe dijo en una ocasión:

la muerte es sombra de olvido,

muchos amigos se han ido

de ellos nadie hace mención.

He tomado la decisión,

inspirado en los cronistas,

con mi estilo costumbrista

escribir hechos locales.

Los libros son memorables,

ahí están los míos a la vista.

                 II

Con silbos de atardecer

sus anécdotas revive

y con sencillez escribe

los sucesos del ayer,

también el acontecer

del reloj de las mañanas

y las hermosas sabanas

que pintan de verde el sol;

y la espiga del girasol

en sus manos se desgrana.

                 III

Crónicas de la Plaza Mayor

fue su primer testimonio,

con él vence los demonios

que cercan siempre al autor.

Su talante narrador

de rutinas regionales,

de haciendas y de corrales

en andanzas de vaqueros,

y en los pueblos fue carguero

de las fiestas patronales.

            IV

La distinción respetable

es su máximo legado,

funcionario apreciado:

en la Alcaldía fue loable,

en el Congreso honorable,

desde la Gobernación

les llevó la educación

a los pueblos del Cesar;

lo vamos a recordar

por esta noble misión.

Por José Atuesta Mindiola

Columnista
31 octubre, 2022

El cronista Pepe Castro

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Atuesta Mindiola

Pepe dijo en una ocasión: la muerte es sombra de olvido, muchos amigos se han ido de ellos nadie hace mención.


                I

Pepe dijo en una ocasión:

la muerte es sombra de olvido,

muchos amigos se han ido

de ellos nadie hace mención.

He tomado la decisión,

inspirado en los cronistas,

con mi estilo costumbrista

escribir hechos locales.

Los libros son memorables,

ahí están los míos a la vista.

                 II

Con silbos de atardecer

sus anécdotas revive

y con sencillez escribe

los sucesos del ayer,

también el acontecer

del reloj de las mañanas

y las hermosas sabanas

que pintan de verde el sol;

y la espiga del girasol

en sus manos se desgrana.

                 III

Crónicas de la Plaza Mayor

fue su primer testimonio,

con él vence los demonios

que cercan siempre al autor.

Su talante narrador

de rutinas regionales,

de haciendas y de corrales

en andanzas de vaqueros,

y en los pueblos fue carguero

de las fiestas patronales.

            IV

La distinción respetable

es su máximo legado,

funcionario apreciado:

en la Alcaldía fue loable,

en el Congreso honorable,

desde la Gobernación

les llevó la educación

a los pueblos del Cesar;

lo vamos a recordar

por esta noble misión.

Por José Atuesta Mindiola