Por estos días que, a menos de un mes de la primera vuelta presidencial, publican el resultado de encuestas dando a Gustavo Petro como ganador, con más del 43% de la intención de voto, se ha venido acuñando una tan concluyente como mentirosa afirmación que riñe numéricamente con la lógica.
Por Antonio María Araújo Calderón
Por estos días que, a menos de un mes de la primera vuelta presidencial, publican el resultado de encuestas dando a Gustavo Petro como ganador, con más del 43% de la intención de voto, se ha venido acuñando una tan concluyente como mentirosa afirmación que riñe numéricamente con la lógica.
Dicen que si hay segunda vuelta ganaría la derecha política del país o al menos dejan la expectativa de lo que en ella podría pasar, me imagino que con non sanctos propósitos.
La foto de la encuesta la interpretan caprichosamente, entiendo que la idea es mantener cautivo al votante, enamorado de una causa tal vez perdida, sin que el desánimo ante una inminente derrota cause la desbandada que llevaría al ridículo electoral, a la dirigencia política que por más de sesenta años se han pintado la cara de diferentes colores, con el exclusivo propósito de seguir usufructuando el poder a expensas de las carencias colectivas del pueblo colombiano.
Los medios de comunicación hacen su parte. Con solo mirar tres titulares de diferentes informativos, pero sobre la misma encuesta, se nota el sesgo para presentar la información. El Espectador dice “Gustavo Petro y Federico Gutiérrez enfilados para segunda vuelta: Invamer”, con la respectiva fotografía del candidato derechista como protagonista. El Colombiano por su parte es más osado cuando dice “Petro tocó techo y Gutiérrez es el único que crece: habrá segunda vuelta, encuesta Invamer”, acompañando la gráfica del ex alcalde de Medellín. Mientras que el diario AS registra el hecho diciendo “Encuesta Invamer: Petro sería el próximo presidente de Colombia”.
Y así es en las calles o mentideros políticos, los eruditos de la acomodada lógica convierten sus cábalas en premisas tan teóricamente creíbles, que inquietan a los más conspicuos petristas cuando al final concluyen que el candidato progresista pierde. Nada más alejado de la verdad, pero es entendible cuando se trata de aquietar los ánimos, así sea mediante argumentos que se escuchan como verdaderos cuando realmente son falsos. Se consuelan con un sofisma.
La realidad es que Gustavo Petro llega a la primera vuelta en franco crecimiento, llenando plazas en todo el territorio nacional, proponiendo soluciones, escuchando al pueblo y dejando un mensaje de esperanza, que si bien es cierto no lo hace crecer a la misma relación porcentual de otros momentos, no es porque vaya perdiendo favorabilidad en el electorado, sino porque ya tiene cautiva a una gruesa franja del voto duro y el estanque de indecisos ha disminuido, debido a que ya tomaron partido.
No se si Petro alcance a superar el 50% de votantes en la primera vuelta, pero queda cerca y al menos de que pase algo extraordinario en la campaña, los mismos votaremos en la segunda vuelta y el porcentaje de votantes que le falte para obtener la mayoría absoluta se lo aportarían los electores de otras campañas, quienes ya han anunciado su tendencia ideológica hacia el progresismo, así en la actualidad sigan a líderes hipotecados en el poder económico.
Entonces es bueno distinguir la finalidad de cada análisis y el verdadero uso que inspira la generación de ellos, en cualquier caso, la verdadera encuesta será el día de las elecciones y para que haya un resultado favorable dependerá de la capacidad de seducción de cada activista, en el sinuoso camino de convertir en triunfo la intención de una masa electoral ávida de atención. No dejes de pensar en ti, trabaja por tus ideales. Fuerte abrazo.
Por estos días que, a menos de un mes de la primera vuelta presidencial, publican el resultado de encuestas dando a Gustavo Petro como ganador, con más del 43% de la intención de voto, se ha venido acuñando una tan concluyente como mentirosa afirmación que riñe numéricamente con la lógica.
Por Antonio María Araújo Calderón
Por estos días que, a menos de un mes de la primera vuelta presidencial, publican el resultado de encuestas dando a Gustavo Petro como ganador, con más del 43% de la intención de voto, se ha venido acuñando una tan concluyente como mentirosa afirmación que riñe numéricamente con la lógica.
Dicen que si hay segunda vuelta ganaría la derecha política del país o al menos dejan la expectativa de lo que en ella podría pasar, me imagino que con non sanctos propósitos.
La foto de la encuesta la interpretan caprichosamente, entiendo que la idea es mantener cautivo al votante, enamorado de una causa tal vez perdida, sin que el desánimo ante una inminente derrota cause la desbandada que llevaría al ridículo electoral, a la dirigencia política que por más de sesenta años se han pintado la cara de diferentes colores, con el exclusivo propósito de seguir usufructuando el poder a expensas de las carencias colectivas del pueblo colombiano.
Los medios de comunicación hacen su parte. Con solo mirar tres titulares de diferentes informativos, pero sobre la misma encuesta, se nota el sesgo para presentar la información. El Espectador dice “Gustavo Petro y Federico Gutiérrez enfilados para segunda vuelta: Invamer”, con la respectiva fotografía del candidato derechista como protagonista. El Colombiano por su parte es más osado cuando dice “Petro tocó techo y Gutiérrez es el único que crece: habrá segunda vuelta, encuesta Invamer”, acompañando la gráfica del ex alcalde de Medellín. Mientras que el diario AS registra el hecho diciendo “Encuesta Invamer: Petro sería el próximo presidente de Colombia”.
Y así es en las calles o mentideros políticos, los eruditos de la acomodada lógica convierten sus cábalas en premisas tan teóricamente creíbles, que inquietan a los más conspicuos petristas cuando al final concluyen que el candidato progresista pierde. Nada más alejado de la verdad, pero es entendible cuando se trata de aquietar los ánimos, así sea mediante argumentos que se escuchan como verdaderos cuando realmente son falsos. Se consuelan con un sofisma.
La realidad es que Gustavo Petro llega a la primera vuelta en franco crecimiento, llenando plazas en todo el territorio nacional, proponiendo soluciones, escuchando al pueblo y dejando un mensaje de esperanza, que si bien es cierto no lo hace crecer a la misma relación porcentual de otros momentos, no es porque vaya perdiendo favorabilidad en el electorado, sino porque ya tiene cautiva a una gruesa franja del voto duro y el estanque de indecisos ha disminuido, debido a que ya tomaron partido.
No se si Petro alcance a superar el 50% de votantes en la primera vuelta, pero queda cerca y al menos de que pase algo extraordinario en la campaña, los mismos votaremos en la segunda vuelta y el porcentaje de votantes que le falte para obtener la mayoría absoluta se lo aportarían los electores de otras campañas, quienes ya han anunciado su tendencia ideológica hacia el progresismo, así en la actualidad sigan a líderes hipotecados en el poder económico.
Entonces es bueno distinguir la finalidad de cada análisis y el verdadero uso que inspira la generación de ellos, en cualquier caso, la verdadera encuesta será el día de las elecciones y para que haya un resultado favorable dependerá de la capacidad de seducción de cada activista, en el sinuoso camino de convertir en triunfo la intención de una masa electoral ávida de atención. No dejes de pensar en ti, trabaja por tus ideales. Fuerte abrazo.