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Columnista - 7 marzo, 2014

El congreso del posconflicto

La importancia de los comicios de pasado mañana estriba fundamentalmente en que se elige el Congreso del posconflicto. Por eso desastroso sería que quienes han hecho el papel de vacas sagradas muertasatravesadas en el camino de las negociaciones de La Habana, conformen una bancada suficiente para dar al traste con el anhelo de paz y […]

La importancia de los comicios de pasado mañana estriba fundamentalmente en que se elige el Congreso del posconflicto. Por eso desastroso sería que quienes han hecho el papel de vacas sagradas muertasatravesadas en el camino de las negociaciones de La Habana, conformen una bancada suficiente para dar al traste con el anhelo de paz y reconciliación de millones de colombianos.Muchos pretenden soslayar la importancia de lo que está sucediendo en La Habana. Se trata nada más y nada menos que pactar el cese de la horrible noche.

De partir la historia de Colombia en dos: antes y después de la barbarie. Lo que permitirá irrigar ingentes recursos,-que se malgastan en un conflicto interno absurdo, fratricida y doloroso-, en la construcción y dotación de escuelas, universidades, hospitales, acueductos, puentes, carreteras, que posibiliten el desarrollo sostenible delpaís y nos lleve a colocarnos en el sitial de honor que merecemos en el concierto de las naciones.

La disyuntiva del próximo domingo es votar por la continuidad de la guerra, o por el logro de una paz digna para todos y ojalá duradera por siglos. El país vallenato ha sido una región afectada, como ninguna, de esa violencia infernal. Por eso quienes habitamos esta tierra de acordeones, poesía y cantos no podemos ser inferiores a ese reto.

Tenemos de dónde escoger y dar un mentís a esas encuestas amañadas que profetizan que nos quedaremos sin senador alguno. Se perfila una grata sorpresa: Evelio Daza Daza, un académico ante todo que ha dado muestras de ser un aguerrido luchador por la consolidación de un estado social de derecho garantista de los derechos fundamentales. Junto a la posibilidad de Evelio lucha a brazo partido, sin padrinos ni maquinarias, Félix Valera, un joven egresado upecista, actual senador que por méritos propios y en reconocimiento a su importante labor parlamentaria ocupa la segunda vicepresidencia del senado.

El médico e investigador Stevenson Marulanda que a pesar de ser guajiro, los cesarenses también lo sentimos nuestro, tiene una amplia acogida en la comarca y en el país. José Alfredo Gnecco prácticamente tiene la credencial en el bolsillo, así que antes de irle mal al Cesar en materia de representación, después de mucho tiempo tenemos la opción de elegir por lo menos dos senadores.

De otra parte, el 9 de marzo es el día de la mujer. Sería de justicia elemental hacerle un homenaje, promoviendo la llegada de muchas de ellas al nuevo congreso. Sonia Moscote por el partido Liberal y Claudia López por la Alianza Verde, constituirían dos excelentes representantes del sexo fuerte en el Senado de la República.

Columnista
7 marzo, 2014

El congreso del posconflicto

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Raúl Bermúdez Márquez

La importancia de los comicios de pasado mañana estriba fundamentalmente en que se elige el Congreso del posconflicto. Por eso desastroso sería que quienes han hecho el papel de vacas sagradas muertasatravesadas en el camino de las negociaciones de La Habana, conformen una bancada suficiente para dar al traste con el anhelo de paz y […]


La importancia de los comicios de pasado mañana estriba fundamentalmente en que se elige el Congreso del posconflicto. Por eso desastroso sería que quienes han hecho el papel de vacas sagradas muertasatravesadas en el camino de las negociaciones de La Habana, conformen una bancada suficiente para dar al traste con el anhelo de paz y reconciliación de millones de colombianos.Muchos pretenden soslayar la importancia de lo que está sucediendo en La Habana. Se trata nada más y nada menos que pactar el cese de la horrible noche.

De partir la historia de Colombia en dos: antes y después de la barbarie. Lo que permitirá irrigar ingentes recursos,-que se malgastan en un conflicto interno absurdo, fratricida y doloroso-, en la construcción y dotación de escuelas, universidades, hospitales, acueductos, puentes, carreteras, que posibiliten el desarrollo sostenible delpaís y nos lleve a colocarnos en el sitial de honor que merecemos en el concierto de las naciones.

La disyuntiva del próximo domingo es votar por la continuidad de la guerra, o por el logro de una paz digna para todos y ojalá duradera por siglos. El país vallenato ha sido una región afectada, como ninguna, de esa violencia infernal. Por eso quienes habitamos esta tierra de acordeones, poesía y cantos no podemos ser inferiores a ese reto.

Tenemos de dónde escoger y dar un mentís a esas encuestas amañadas que profetizan que nos quedaremos sin senador alguno. Se perfila una grata sorpresa: Evelio Daza Daza, un académico ante todo que ha dado muestras de ser un aguerrido luchador por la consolidación de un estado social de derecho garantista de los derechos fundamentales. Junto a la posibilidad de Evelio lucha a brazo partido, sin padrinos ni maquinarias, Félix Valera, un joven egresado upecista, actual senador que por méritos propios y en reconocimiento a su importante labor parlamentaria ocupa la segunda vicepresidencia del senado.

El médico e investigador Stevenson Marulanda que a pesar de ser guajiro, los cesarenses también lo sentimos nuestro, tiene una amplia acogida en la comarca y en el país. José Alfredo Gnecco prácticamente tiene la credencial en el bolsillo, así que antes de irle mal al Cesar en materia de representación, después de mucho tiempo tenemos la opción de elegir por lo menos dos senadores.

De otra parte, el 9 de marzo es el día de la mujer. Sería de justicia elemental hacerle un homenaje, promoviendo la llegada de muchas de ellas al nuevo congreso. Sonia Moscote por el partido Liberal y Claudia López por la Alianza Verde, constituirían dos excelentes representantes del sexo fuerte en el Senado de la República.