El central falleció en abril de este año, pero su legado en las canchas sigue vigente, pues además de su pasión por el fútbol, sus compañeros lo recuerdan como un ser humano admirable.
En el año 1996, en una época donde el fútbol vallenato y cesarense estaba en un auge importante comenzaron a surgir clubes en diferentes sectores de la ciudad, uno de ellos el equipo Sport Boys, escuadra que empezó a destacarse en los diferentes campeonatos.
Con el objetivo de abrir sus puertas a más jugadores, en el año 2000 comenzaron a recibir futbolistas de diferentes categorías y a realizar convenios con instituciones como el Loperena Garupal y más adelante con la casa deportiva Rudato Publicidad, que los acompañó y apoyó en sus diferentes participaciones.
De la mano del entrenador Luis Eduardo Padilla, el club Sport Boys compitió en diferentes campeonatos de la ciudad y así dio a conocer jugadores destacados como Aramis Oliver, un defensor central que infundía respeto a los rivales y fue muy apreciado en el entorno futbolístico.
El zaguero central falleció en abril de este año, pero su legado en las canchas sigue vigente, pues además de su pasión por el fútbol, sus compañeros lo recuerdan como un ser humano admirable.
“Aramis era un muchacho muy honesto, serio y responsable. Anteriormente los entrenamientos se realizaban desde las 2 hasta las 5 de la tarde y él siempre estaba ahí. Fue un gran hijo, un gran padre y nosotros estábamos en mora de hacerle el homenaje que le pudimos realizar gracias a que nos reunimos con sus familiares y quienes hemos hecho parte de este equipo que hoy lo sigue recordando con cariño”, mencionó el entrenador Luis Padilla.
Hoy en día se están realizando las gestiones correspondientes para que el equipo vuelva a las competencias debido a que perdió su personería jurídica, sin embargo, Luis Padilla es uno de los personajes que abandera esta gestión para que el club Sports Boys recupere su sitial en el balompié vallenato.
POR: ROBERT CADAVID / EL PILÓN
El central falleció en abril de este año, pero su legado en las canchas sigue vigente, pues además de su pasión por el fútbol, sus compañeros lo recuerdan como un ser humano admirable.
En el año 1996, en una época donde el fútbol vallenato y cesarense estaba en un auge importante comenzaron a surgir clubes en diferentes sectores de la ciudad, uno de ellos el equipo Sport Boys, escuadra que empezó a destacarse en los diferentes campeonatos.
Con el objetivo de abrir sus puertas a más jugadores, en el año 2000 comenzaron a recibir futbolistas de diferentes categorías y a realizar convenios con instituciones como el Loperena Garupal y más adelante con la casa deportiva Rudato Publicidad, que los acompañó y apoyó en sus diferentes participaciones.
De la mano del entrenador Luis Eduardo Padilla, el club Sport Boys compitió en diferentes campeonatos de la ciudad y así dio a conocer jugadores destacados como Aramis Oliver, un defensor central que infundía respeto a los rivales y fue muy apreciado en el entorno futbolístico.
El zaguero central falleció en abril de este año, pero su legado en las canchas sigue vigente, pues además de su pasión por el fútbol, sus compañeros lo recuerdan como un ser humano admirable.
“Aramis era un muchacho muy honesto, serio y responsable. Anteriormente los entrenamientos se realizaban desde las 2 hasta las 5 de la tarde y él siempre estaba ahí. Fue un gran hijo, un gran padre y nosotros estábamos en mora de hacerle el homenaje que le pudimos realizar gracias a que nos reunimos con sus familiares y quienes hemos hecho parte de este equipo que hoy lo sigue recordando con cariño”, mencionó el entrenador Luis Padilla.
Hoy en día se están realizando las gestiones correspondientes para que el equipo vuelva a las competencias debido a que perdió su personería jurídica, sin embargo, Luis Padilla es uno de los personajes que abandera esta gestión para que el club Sports Boys recupere su sitial en el balompié vallenato.
POR: ROBERT CADAVID / EL PILÓN