Por: JACOBO SOLANO CERCHIARO El Partido Liberal en el César atraviesa un momento bastante espinoso, al parecer sus integrantes no escarmentaron con todos los errores del pasado y aún siguen sin rumbo; el nerviosismo se tomó la colectividad. Presenciamos un grotesco espectáculo en el que priman las maromas de cuerda floja del amiguismo para otorgar […]
Por: JACOBO SOLANO CERCHIARO
El Partido Liberal en el César atraviesa un momento bastante espinoso, al parecer sus integrantes no escarmentaron con todos los errores del pasado y aún siguen sin rumbo; el nerviosismo se tomó la colectividad. Presenciamos un grotesco espectáculo en el que priman las maromas de cuerda floja del amiguismo para otorgar avales por parte del domador principal, Pedro Muvdi, acompañado de un desfile de acróbatas, saltimbanquis, payasos, contorsionistas, trapecistas,magos y prestidigitadores. Son muchos los aspirantes al Concejo resentidos porque se les negó la posibilidad de debutar y ni hablar de los candidatos a la Asamblea, a los cuales, ni siquiera se les tuvo en cuenta para aparecer en la función de octubre. Pero definitivamente, el número más bochornoso y patético,sigue siendo la escogencia del candidato a gobernación, que cada día tiene un nuevo capítulo en esta presentación circense que tiene tintes de dramaturgia roja.
A pesar de que no tenían intenciones por la gobernación del César, le dieron alas a dos candidatos para que iniciaran sus campañas, para luego desmontarlas y dejar como payasos llorones a Oscar Guerra y Basilio Padilla, quienes después de hacer un trabajo y gastarse una buena suma de dinero, no se prestaron para tal pantomima; entonces, los directivos angustiados decidieron hacer una encuesta para darles una salida con altura, pero fue peor, perdieron tiempo, más dinero y salieron con la historieta de un empate técnico, que en principio se dirimió a favor de Guerra, elegido por los directoristasdepartamentales en una extraña votación, que a su vez fue tumbada en Bogotá por las directivas nacionales,al otorgarle el aval al ganador de la encuesta, Basilio Padilla, un hombre serio y honesto que no merece estar metido en esta carpa raída y llena de ratones viejos. Sin embargo, es un secreto a voces que también le rodaron la silla, para entregarle la posibilidad a un nuevo actor, que viene con show de malabarismo conocido, se trata de Arturo Calderón, candidato independiente que está por aval, como diablo por alma y lo más seguro es que sea ungido como el nuevo candidato rojo, con la posibilidad de armar sus listas regionales y organizar su plataforma política, lo que no tenía con el proceso de las firmas. Una campaña muy señalada por escándalos de sus integrantes, políticos que saltan de partido en partido sin despeinarse, sin respetar los acuerdos y con absoluto cinismo, hoy posan como abanderados de las buenas costumbres, además no entienden que la forma de hacer política cambió y pretenden repartir en porciones el pastel burocrático, sin pensar en las necesidades del César. Para el último acto llega directamente desde Bogotá con frac de lentejuelas, el maestro de ceremonia, que quiere darle cierre a la función y de paso apagar el incendio, se trata de Rafael Pardo, experto en negociaciones estilo catedral. Pero ya es demasiado tarde, el Partido está muy desvertebrado y creo que le será muy difícil recomponer sus fichas por tanta improvisación y cálculos politiqueros.
Estocada:¿Qué tal la actitud el ministro Juan Camilo Restrepo? Calificar el proyecto Ranchería como medio elefante Blanco, cuando todos sabemos que es por celos políticos, que no quiere darle continuidad por ser una obra de Álvaro Uribe. Esperemos que entienda la importancia del proyecto y deje a un lado sus caprichos y rencillas personales por el bien de la Guajira.
*Twitter:@JACOBOSOLANOC
Por: JACOBO SOLANO CERCHIARO El Partido Liberal en el César atraviesa un momento bastante espinoso, al parecer sus integrantes no escarmentaron con todos los errores del pasado y aún siguen sin rumbo; el nerviosismo se tomó la colectividad. Presenciamos un grotesco espectáculo en el que priman las maromas de cuerda floja del amiguismo para otorgar […]
Por: JACOBO SOLANO CERCHIARO
El Partido Liberal en el César atraviesa un momento bastante espinoso, al parecer sus integrantes no escarmentaron con todos los errores del pasado y aún siguen sin rumbo; el nerviosismo se tomó la colectividad. Presenciamos un grotesco espectáculo en el que priman las maromas de cuerda floja del amiguismo para otorgar avales por parte del domador principal, Pedro Muvdi, acompañado de un desfile de acróbatas, saltimbanquis, payasos, contorsionistas, trapecistas,magos y prestidigitadores. Son muchos los aspirantes al Concejo resentidos porque se les negó la posibilidad de debutar y ni hablar de los candidatos a la Asamblea, a los cuales, ni siquiera se les tuvo en cuenta para aparecer en la función de octubre. Pero definitivamente, el número más bochornoso y patético,sigue siendo la escogencia del candidato a gobernación, que cada día tiene un nuevo capítulo en esta presentación circense que tiene tintes de dramaturgia roja.
A pesar de que no tenían intenciones por la gobernación del César, le dieron alas a dos candidatos para que iniciaran sus campañas, para luego desmontarlas y dejar como payasos llorones a Oscar Guerra y Basilio Padilla, quienes después de hacer un trabajo y gastarse una buena suma de dinero, no se prestaron para tal pantomima; entonces, los directivos angustiados decidieron hacer una encuesta para darles una salida con altura, pero fue peor, perdieron tiempo, más dinero y salieron con la historieta de un empate técnico, que en principio se dirimió a favor de Guerra, elegido por los directoristasdepartamentales en una extraña votación, que a su vez fue tumbada en Bogotá por las directivas nacionales,al otorgarle el aval al ganador de la encuesta, Basilio Padilla, un hombre serio y honesto que no merece estar metido en esta carpa raída y llena de ratones viejos. Sin embargo, es un secreto a voces que también le rodaron la silla, para entregarle la posibilidad a un nuevo actor, que viene con show de malabarismo conocido, se trata de Arturo Calderón, candidato independiente que está por aval, como diablo por alma y lo más seguro es que sea ungido como el nuevo candidato rojo, con la posibilidad de armar sus listas regionales y organizar su plataforma política, lo que no tenía con el proceso de las firmas. Una campaña muy señalada por escándalos de sus integrantes, políticos que saltan de partido en partido sin despeinarse, sin respetar los acuerdos y con absoluto cinismo, hoy posan como abanderados de las buenas costumbres, además no entienden que la forma de hacer política cambió y pretenden repartir en porciones el pastel burocrático, sin pensar en las necesidades del César. Para el último acto llega directamente desde Bogotá con frac de lentejuelas, el maestro de ceremonia, que quiere darle cierre a la función y de paso apagar el incendio, se trata de Rafael Pardo, experto en negociaciones estilo catedral. Pero ya es demasiado tarde, el Partido está muy desvertebrado y creo que le será muy difícil recomponer sus fichas por tanta improvisación y cálculos politiqueros.
Estocada:¿Qué tal la actitud el ministro Juan Camilo Restrepo? Calificar el proyecto Ranchería como medio elefante Blanco, cuando todos sabemos que es por celos políticos, que no quiere darle continuidad por ser una obra de Álvaro Uribe. Esperemos que entienda la importancia del proyecto y deje a un lado sus caprichos y rencillas personales por el bien de la Guajira.
*Twitter:@JACOBOSOLANOC