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Columnista - 9 mayo, 2010

El circo electoral

COLUMNA PEDAGOGICA Por: Gonzalo Quiroz Martínez Los circos por diferentes que sean siempre tienen elementos y cosas comunes, por ejemplo, malabaristas, leones, tigres, elefantes, micos, osos, mimos y obviamente payasos. Paradójicamente la hermenéutica democrática o participación con el derecho de elegir y ser elegido son un circo, lo grave es  que todos participen a costa […]

COLUMNA PEDAGOGICA

Por: Gonzalo Quiroz Martínez

Los circos por diferentes que sean siempre tienen elementos y cosas comunes, por ejemplo, malabaristas, leones, tigres, elefantes, micos, osos, mimos y obviamente payasos. Paradójicamente la hermenéutica democrática o participación con el derecho de elegir y ser elegido son un circo, lo grave es  que todos participen a costa del presupuesto que implica todo el andamiaje electoral.

A propósito del circo electoral, inicialmente veo dos actores bien definidos: Robinson Devia y Jairo Calderón. El primero, Robinson Devia, con su mirada perdida piensa que este país sale adelante con candidatos de su talente y por golpe de opinión, no tiene ni idea de lo que es un Estado. Del segundo, el señor  Jairo Calderón, ahora el señor del sombrero,  que estoy seguro sacará muchos votos de sus amigos liberales que lo trajeron al Cesar con el Tsunami Canosa. Para recordarles mejor, es el famoso asesor de cabecera del otrora gobernador y que presumía del cerebro pensante de esa administración.

Del doctor Jaime Araujo Rentería, un notable jurista y magistrado constitucionalista cesarense,  no debe desgastar su sapiencia y academia en una justa electoral de la cual no convence ni a su misma fórmula vicepresidencial y como conocedor del gasto económico que representa su terquedad, debería ser justo con su propia Constitución.

Sergio Fajardo, brillante alcalde de Medellín supuso que los colombianos comemos cuento de un día para otro, de una sale como bólido para ser presidente, y en las elecciones parlamentarias no sacó ni un representante, a sabiendas que el solo Medellín pone más de cuatro representantes, eso fue el comienzo de su debacle electoral. Mejor le fue al gobernador Cristian Moreno Paneso, quien no figura en ninguna encuesta entre los más destacados gobernantes, sin embargo y sin muchos embelecos sacó senador y representante y juega en dos partidos al mismo tiempo.

Sergio Fajardo se regodeaba de las incipientes encuestas afirmaba que seguía solo, que él no se uniría a nadie, mejor dicho era el niño Jesús: “dejad que todos vengan hacia mí”. Posteriormente presentó su flamante formula vicepresidencial, al doctor Julio Londoño Paredes, ¡¡lo resucitó!! y con esto se terminaron de enterrar ambos, hoy Sergio Fajardo es el segundón (porque primero están Enrique Peñaloza y Lucho Garzón) y después el futuro ministro de educación de Antanas Mockus.

Gustavo Petro, investigador e intelectual y será también autor intelectual del descalabro político y electoral del Polo Democrático. Se le olvida que la mayoría de los colombianos tenemos un temor inmenso a la izquierda extrema y radical de la cual él tiene harta experiencia, y si esos izquierdistas se tutean y son llavería, admiradores, seguidores y beneficiarios de Chávez y sus secuaces, es mejor que sigan así las encuestas. Parte del hoy potencial electoral del Partido Verde, son los votos voluntarios de los partidarios del Polo Democrático y del Liberalismo que no comparten con ese extremismo (Los seguidores de Lucho Garzón y de Carlos Gaviria).

Germán Vargas Lleras y Rafael Pardo, genéticamente liberales, fenotípicamente rivales, no convencen, ni tienen opción. Cambio Radical y el Partido Liberal necesitan esto urgentemente un: cambio radical. Si los ex presidentes Samper y  Gaviria salen apoyando a Rafael Pardo, lo sepultan más. Eso del trapo rojo se acabó.

La doctora Noemí, no convence del todo a la vieja guardia conservadora, ni a la mayoría de la población de su mismo género. No es incapacidad para gobernar, pero pienso que no es lo mismo que una mujer, que por su instinto materno, dulce y amorosa gobierne aun país sin guerrilla y cientos de grupos al margen de ley, como lo son Chile y Argentina, que gobernar a este hermoso territorio que desde hace más de cincuenta años enfrenta una violencia y que apenas lleva menos de diez años medianamente controlada. Los otros dos candidatos quedan pendientes, es decir entre estos estará mi voto.

Columnista
9 mayo, 2010

El circo electoral

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Gonzalo E. Quiroz Martínez

COLUMNA PEDAGOGICA Por: Gonzalo Quiroz Martínez Los circos por diferentes que sean siempre tienen elementos y cosas comunes, por ejemplo, malabaristas, leones, tigres, elefantes, micos, osos, mimos y obviamente payasos. Paradójicamente la hermenéutica democrática o participación con el derecho de elegir y ser elegido son un circo, lo grave es  que todos participen a costa […]


COLUMNA PEDAGOGICA

Por: Gonzalo Quiroz Martínez

Los circos por diferentes que sean siempre tienen elementos y cosas comunes, por ejemplo, malabaristas, leones, tigres, elefantes, micos, osos, mimos y obviamente payasos. Paradójicamente la hermenéutica democrática o participación con el derecho de elegir y ser elegido son un circo, lo grave es  que todos participen a costa del presupuesto que implica todo el andamiaje electoral.

A propósito del circo electoral, inicialmente veo dos actores bien definidos: Robinson Devia y Jairo Calderón. El primero, Robinson Devia, con su mirada perdida piensa que este país sale adelante con candidatos de su talente y por golpe de opinión, no tiene ni idea de lo que es un Estado. Del segundo, el señor  Jairo Calderón, ahora el señor del sombrero,  que estoy seguro sacará muchos votos de sus amigos liberales que lo trajeron al Cesar con el Tsunami Canosa. Para recordarles mejor, es el famoso asesor de cabecera del otrora gobernador y que presumía del cerebro pensante de esa administración.

Del doctor Jaime Araujo Rentería, un notable jurista y magistrado constitucionalista cesarense,  no debe desgastar su sapiencia y academia en una justa electoral de la cual no convence ni a su misma fórmula vicepresidencial y como conocedor del gasto económico que representa su terquedad, debería ser justo con su propia Constitución.

Sergio Fajardo, brillante alcalde de Medellín supuso que los colombianos comemos cuento de un día para otro, de una sale como bólido para ser presidente, y en las elecciones parlamentarias no sacó ni un representante, a sabiendas que el solo Medellín pone más de cuatro representantes, eso fue el comienzo de su debacle electoral. Mejor le fue al gobernador Cristian Moreno Paneso, quien no figura en ninguna encuesta entre los más destacados gobernantes, sin embargo y sin muchos embelecos sacó senador y representante y juega en dos partidos al mismo tiempo.

Sergio Fajardo se regodeaba de las incipientes encuestas afirmaba que seguía solo, que él no se uniría a nadie, mejor dicho era el niño Jesús: “dejad que todos vengan hacia mí”. Posteriormente presentó su flamante formula vicepresidencial, al doctor Julio Londoño Paredes, ¡¡lo resucitó!! y con esto se terminaron de enterrar ambos, hoy Sergio Fajardo es el segundón (porque primero están Enrique Peñaloza y Lucho Garzón) y después el futuro ministro de educación de Antanas Mockus.

Gustavo Petro, investigador e intelectual y será también autor intelectual del descalabro político y electoral del Polo Democrático. Se le olvida que la mayoría de los colombianos tenemos un temor inmenso a la izquierda extrema y radical de la cual él tiene harta experiencia, y si esos izquierdistas se tutean y son llavería, admiradores, seguidores y beneficiarios de Chávez y sus secuaces, es mejor que sigan así las encuestas. Parte del hoy potencial electoral del Partido Verde, son los votos voluntarios de los partidarios del Polo Democrático y del Liberalismo que no comparten con ese extremismo (Los seguidores de Lucho Garzón y de Carlos Gaviria).

Germán Vargas Lleras y Rafael Pardo, genéticamente liberales, fenotípicamente rivales, no convencen, ni tienen opción. Cambio Radical y el Partido Liberal necesitan esto urgentemente un: cambio radical. Si los ex presidentes Samper y  Gaviria salen apoyando a Rafael Pardo, lo sepultan más. Eso del trapo rojo se acabó.

La doctora Noemí, no convence del todo a la vieja guardia conservadora, ni a la mayoría de la población de su mismo género. No es incapacidad para gobernar, pero pienso que no es lo mismo que una mujer, que por su instinto materno, dulce y amorosa gobierne aun país sin guerrilla y cientos de grupos al margen de ley, como lo son Chile y Argentina, que gobernar a este hermoso territorio que desde hace más de cincuenta años enfrenta una violencia y que apenas lleva menos de diez años medianamente controlada. Los otros dos candidatos quedan pendientes, es decir entre estos estará mi voto.