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Columnista - 3 mayo, 2019

El chivato

Con la experiencia y sabiduría que lo caracteriza, el ya octogenario doctor Carlos Caballero Argaez, a quien leo con deleite cada vez que escribe en El Tiempo, en su última columna dice: “Para gobernar se necesita que un presidente busque el respaldo de los congresistas, para lo cual se requiere, a su vez, amar una […]

Con la experiencia y sabiduría que lo caracteriza, el ya octogenario doctor Carlos Caballero Argaez, a quien leo con deleite cada vez que escribe en El Tiempo, en su última columna dice: “Para gobernar se necesita que un presidente busque el respaldo de los congresistas, para lo cual se requiere, a su vez, amar una coalición política. Como eso no se hace, porque el presidente Duque confunde “política “con “mermelada” hemos caído en la locura que estamos presenciando. El presidente Belisario Betancur, afirmaba que muchas veces en su relación con el Congreso les decía a sus ministros: “Déjenme a mí la política”. Sería bueno que el presidente Duque siguiera su ejemplo.

La cita transcrita cae como anillo al dedo en este crucial momento que a traviesa Colombia, un país lleno de gente insensata, indolente e indiferente ante el cúmulo de problemas que nos agobian y amenazan con acabar la estabilidad democrática que orgulloso exhibimos ante el mundo. Somos un rebaño de ingenuos y mansos chivos que orientados y dirigidos por un chivato experimentado, nos lleva al despeñadero sin importarle nuestro futuro con tal de conseguir sus metas diabólicas. Sí, eso es lo que está pasando, los estudiantes orientados y dirigidos por sus maestros, socios y seguidores del chivato, se dejan embaucar y salen a protestar sin saber por qué y no hay uno solo que se oponga y diga en voz alta que es insensato lo que hacen y que hay que reflexionar para actuar, analizar para tomar determinaciones. Nada de eso, el chivato va adelante y hay que seguirlo sin saber ´por qué.

Y así es en todo, apáticos comenzando por el Congreso donde no están pendiente de legislar y ayudar al presidente, si no seguir las órdenes del chivato que iluminado por satanás sabe lo que hace y sabe muy bien para donde quiere llevar a este manso rebaño de pendejos que no sabemos dónde estamos parados.

Señor presidente Iván Duque, mi familia es amiga suyo, lo queremos y deseamos que salga adelante, me gusta la diplomacia y tranquilidad con que enfrenta los problema que el chivato todo los días les crea, pero créame que solo no puede hacerlo, en el mundo entero, en donde se ejerce la democracia los problemas se resuelven con la participación de los partidos políticos, hágalo, no me haga caso a mí, no faltaba más pero oiga a los doctores Caballero Argaez y Nieto Roa, quienes tienen autoridad y experiencia para decírselo. Haga como Belisario, maneje la parte política, usted sabe de eso y por eso usted es el presidente de Colombia, no se deje acorralar por el chivato quien hace maldades y sabe de política y proceda a entenderse con los partidos que lo acompañaron, deles su participación que eso no es mermelada porque los que ganaron también tienen derecho a participar del festín burocrático. Escuche a sus amigos, presidente.

Como me duele la inesperada muerte de mi primo José Guillermo Hernández Aponte, ‘El Ñeñe’, hecho absurdo que enluta nuestra familia y destroza nuestros corazones, pero especialmente el de la Cacha, su mamá. Para ella nuestras más sentidas notas de condolencia y para el que descanse en paz.

Columnista
3 mayo, 2019

El chivato

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José M. Aponte Martínez

Con la experiencia y sabiduría que lo caracteriza, el ya octogenario doctor Carlos Caballero Argaez, a quien leo con deleite cada vez que escribe en El Tiempo, en su última columna dice: “Para gobernar se necesita que un presidente busque el respaldo de los congresistas, para lo cual se requiere, a su vez, amar una […]


Con la experiencia y sabiduría que lo caracteriza, el ya octogenario doctor Carlos Caballero Argaez, a quien leo con deleite cada vez que escribe en El Tiempo, en su última columna dice: “Para gobernar se necesita que un presidente busque el respaldo de los congresistas, para lo cual se requiere, a su vez, amar una coalición política. Como eso no se hace, porque el presidente Duque confunde “política “con “mermelada” hemos caído en la locura que estamos presenciando. El presidente Belisario Betancur, afirmaba que muchas veces en su relación con el Congreso les decía a sus ministros: “Déjenme a mí la política”. Sería bueno que el presidente Duque siguiera su ejemplo.

La cita transcrita cae como anillo al dedo en este crucial momento que a traviesa Colombia, un país lleno de gente insensata, indolente e indiferente ante el cúmulo de problemas que nos agobian y amenazan con acabar la estabilidad democrática que orgulloso exhibimos ante el mundo. Somos un rebaño de ingenuos y mansos chivos que orientados y dirigidos por un chivato experimentado, nos lleva al despeñadero sin importarle nuestro futuro con tal de conseguir sus metas diabólicas. Sí, eso es lo que está pasando, los estudiantes orientados y dirigidos por sus maestros, socios y seguidores del chivato, se dejan embaucar y salen a protestar sin saber por qué y no hay uno solo que se oponga y diga en voz alta que es insensato lo que hacen y que hay que reflexionar para actuar, analizar para tomar determinaciones. Nada de eso, el chivato va adelante y hay que seguirlo sin saber ´por qué.

Y así es en todo, apáticos comenzando por el Congreso donde no están pendiente de legislar y ayudar al presidente, si no seguir las órdenes del chivato que iluminado por satanás sabe lo que hace y sabe muy bien para donde quiere llevar a este manso rebaño de pendejos que no sabemos dónde estamos parados.

Señor presidente Iván Duque, mi familia es amiga suyo, lo queremos y deseamos que salga adelante, me gusta la diplomacia y tranquilidad con que enfrenta los problema que el chivato todo los días les crea, pero créame que solo no puede hacerlo, en el mundo entero, en donde se ejerce la democracia los problemas se resuelven con la participación de los partidos políticos, hágalo, no me haga caso a mí, no faltaba más pero oiga a los doctores Caballero Argaez y Nieto Roa, quienes tienen autoridad y experiencia para decírselo. Haga como Belisario, maneje la parte política, usted sabe de eso y por eso usted es el presidente de Colombia, no se deje acorralar por el chivato quien hace maldades y sabe de política y proceda a entenderse con los partidos que lo acompañaron, deles su participación que eso no es mermelada porque los que ganaron también tienen derecho a participar del festín burocrático. Escuche a sus amigos, presidente.

Como me duele la inesperada muerte de mi primo José Guillermo Hernández Aponte, ‘El Ñeñe’, hecho absurdo que enluta nuestra familia y destroza nuestros corazones, pero especialmente el de la Cacha, su mamá. Para ella nuestras más sentidas notas de condolencia y para el que descanse en paz.