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Columnista - 15 enero, 2013

El chavismo sin Chávez

Esta semana se realizó la juramentación simbólica del pueblo venezolano ante una multitudinaria celebración que contó con la presencia de los presidentes de Nicaragua, Bolivia, Uruguay


Por: Leonardo José Maya   [email protected]

Facebook Leonardo José Maya Amaya

 

Esta semana se realizó la juramentación simbólica del pueblo venezolano ante una multitudinaria  celebración que contó con la presencia de los  presidentes de Nicaragua, Bolivia, Uruguay, delegaciones de alto nivel de Cuba, Ecuador etc. Hubo sobrevuelo de aviones sukhoy de la fuerza aérea de la hermana república pero toda esta parafernalia expresa exactamente lo contrario de lo que se ve venir para el futuro del movimiento.

Lo digo porque el Chavismo no es una ideología, es una fuerza anárquica sin una estructura social que lo sostenga, una masa amorfa, con un símbolo, camisa y boina rojas que raya mucho en el fanatismo desmedido, no tiene  una identidad ideológica organizada ni una estructura de mandos definida,  ni hablar de una doctrina. Su carismático inspirador  mantiene un liderazgo unipersonal, mediático, populista (bueno, así son todos en Suramérica) y ha enmarcado su movimiento dentro de lo que se conoce como socialismo del siglo XXI pero, de este solo tiene el nombre porque  en nada se parece a los postulados del sociólogo alemán Heinz Dieterich Steffan autor de este concepto.

El peronismo, un movimiento de masas argentino creado alrededor de la figura de Juan Domingo Perón después de la segunda guerra mundial, comparte algunas similitudes con el chavismo pero el movimiento argentino cumplía con algunos de los postulados del teórico alemán, había una base obrera como eran los poderosos sindicatos argentinos, había de algún modo una organización jerárquica, tenía unos principios ideológicos  que le ha permitido subsistir hasta nuestros días con el partido justicialista (por justicia social, uno de sus postulados) inclusive Cristina Kirchner la actual presidente milita en este partido.

El chavismo, un movimiento basado en las dádivas del estado, que incluye obsequio de electrodomésticos, mercados etc. , para mantener alienada a la población no creo que trascienda, la ola de corrupción que salpica a algunos de sus líderes como el poderoso  Diosdado Cabello, actual presidente de la Asamblea Nacional Constituyente (congreso unicameral) ya ha originado rupturas graves en el chavismo,  la simbiosis con el castrismo no durará mucho, el otrora líder cubano ya es un  anciano y de la salud de Chávez no se esperan buenas noticias, el sucesor designado por Chávez y actual vicepresidente Nicolás Maduro, antiguo chofer de buses de Caracas no tiene la capacidad ideológica ni la formación intelectual  para llevar el movimiento a instancias superiores, sus discursos intranscendentes no tienen el peso para mantenerse, así que no le veo futuro a un movimiento que no tiene la capacidad para seguir avanzando.

Chávez tuvo todo para crear una organización política del siglo XXI pero todo lo centró alrededor de su persona y en los dólares del petróleo venezolano, le faltó una ideología definida y unos principios claros, no logró crear una estructura social que lo sostuviera,  por lo tanto el chavismo morirá con Chávez. Es decir sin Chávez no hay Chavismo.

 

Columnista
15 enero, 2013

El chavismo sin Chávez

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Leonardo Maya Amaya

Esta semana se realizó la juramentación simbólica del pueblo venezolano ante una multitudinaria celebración que contó con la presencia de los presidentes de Nicaragua, Bolivia, Uruguay



Por: Leonardo José Maya   [email protected]

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Esta semana se realizó la juramentación simbólica del pueblo venezolano ante una multitudinaria  celebración que contó con la presencia de los  presidentes de Nicaragua, Bolivia, Uruguay, delegaciones de alto nivel de Cuba, Ecuador etc. Hubo sobrevuelo de aviones sukhoy de la fuerza aérea de la hermana república pero toda esta parafernalia expresa exactamente lo contrario de lo que se ve venir para el futuro del movimiento.

Lo digo porque el Chavismo no es una ideología, es una fuerza anárquica sin una estructura social que lo sostenga, una masa amorfa, con un símbolo, camisa y boina rojas que raya mucho en el fanatismo desmedido, no tiene  una identidad ideológica organizada ni una estructura de mandos definida,  ni hablar de una doctrina. Su carismático inspirador  mantiene un liderazgo unipersonal, mediático, populista (bueno, así son todos en Suramérica) y ha enmarcado su movimiento dentro de lo que se conoce como socialismo del siglo XXI pero, de este solo tiene el nombre porque  en nada se parece a los postulados del sociólogo alemán Heinz Dieterich Steffan autor de este concepto.

El peronismo, un movimiento de masas argentino creado alrededor de la figura de Juan Domingo Perón después de la segunda guerra mundial, comparte algunas similitudes con el chavismo pero el movimiento argentino cumplía con algunos de los postulados del teórico alemán, había una base obrera como eran los poderosos sindicatos argentinos, había de algún modo una organización jerárquica, tenía unos principios ideológicos  que le ha permitido subsistir hasta nuestros días con el partido justicialista (por justicia social, uno de sus postulados) inclusive Cristina Kirchner la actual presidente milita en este partido.

El chavismo, un movimiento basado en las dádivas del estado, que incluye obsequio de electrodomésticos, mercados etc. , para mantener alienada a la población no creo que trascienda, la ola de corrupción que salpica a algunos de sus líderes como el poderoso  Diosdado Cabello, actual presidente de la Asamblea Nacional Constituyente (congreso unicameral) ya ha originado rupturas graves en el chavismo,  la simbiosis con el castrismo no durará mucho, el otrora líder cubano ya es un  anciano y de la salud de Chávez no se esperan buenas noticias, el sucesor designado por Chávez y actual vicepresidente Nicolás Maduro, antiguo chofer de buses de Caracas no tiene la capacidad ideológica ni la formación intelectual  para llevar el movimiento a instancias superiores, sus discursos intranscendentes no tienen el peso para mantenerse, así que no le veo futuro a un movimiento que no tiene la capacidad para seguir avanzando.

Chávez tuvo todo para crear una organización política del siglo XXI pero todo lo centró alrededor de su persona y en los dólares del petróleo venezolano, le faltó una ideología definida y unos principios claros, no logró crear una estructura social que lo sostuviera,  por lo tanto el chavismo morirá con Chávez. Es decir sin Chávez no hay Chavismo.