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Columnista - 17 junio, 2019

El Cesar y sus mamarrachos políticos

El momento que vive el Departamento del Cesar es verdaderamente deplorable, triste y preocupante; con un presupuesto gigante para inversión, cuenta con dirigentes que dan pena, envueltos en todo tipo de escándalos. Comencemos con los 16 concejales de Valledupar, destituidos e inhabilitados 12 años por elegir 3 contralores inhabilitados, óigase bien, no fue uno, ni […]

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El momento que vive el Departamento del Cesar es verdaderamente deplorable, triste y preocupante; con un presupuesto gigante para inversión, cuenta con dirigentes que dan pena, envueltos en todo tipo de escándalos. Comencemos con los 16 concejales de Valledupar, destituidos e inhabilitados 12 años por elegir 3 contralores inhabilitados, óigase bien, no fue uno, ni fueron dos, fueron tres ¿Hay derecho a tanta mediocridad? Todo por hacer parte de una coalición corrupta que le aprobaba lo que fuera al alcalde a cambio de miserables prebendas. Pero si por el Concejo llueve, en la Asamblea departamental no escampa, 7 diputados fueron imputados por prevaricato, nada menos que por no dejar actuar a otro diputado que no pertenecía a la coalición, por poner por encima la rabia que le tenían a su compañero opositor, se exponen a una condena de 4 a 12 años ¿Carreras terminadas y un carcelazo a cambio de qué? En Chiriguaná, destituyeron a la Alcaldesa Zunilda Toloza y a 3 concejales por 13 años, pero la mandataria se resiste a perder el botín y a punta de tutelas quiere quedarse, que descaro. El alcalde de Valledupar, Augusto Ramírez, tampoco se le escapa a esta ola de imputaciones, la Fiscalía lo vinculó por corrupción al elector, ya que ofreció legalizar predios a invasores en contravía de la ley a cambio de votos para su campaña y, así como va de rápido el proceso, podría hasta impedirle completar su mandato; en este mismo escandalo también está a punto de ser condenado el exgobernador del Cesar, Luis Alberto Monsalvo, que, sin sonrojarse, aspira de nuevo a la gobernación ¿A quién se le ocurre firmar y autenticar en notaria un delito? Esa es una innovación, que solo se da en este departamento. Pasemos a nuestros Congresistas, el Senador Didier Lobo, está en ascuas por su caso del Cartel del Hambre, mientras este avanza en la Corte con mucho apetito y con pruebas bastante fundamentadas; lo mismo el Senador José Alfredo Gnecco, pero por el Cartel de la Toga y sus vinculaciones con el exfiscal anti corrupción, Luis Gustavo Moreno; el Representante Ape Cuello, a quien muchos ven invencible ante las autoridades, está involucrado en dos casos graves, Odebrecht, el caso de corrupción más sonado en América Latina y en el de Trabajen Vagos, para la perdida de investiduras por inasistencia al Congreso, que le puede costar la curul.

¿Porque llegamos a este extremo? Simple, porque pasamos de políticos mediocres de elite provinciana a una estructura de la mafia que se toma la política para ubicar desocupados sin liderazgo, muchos de ellos hijo de políticos condenados y sancionados, para poder mantener control del presupuesto, del que se apropian en asocio con contratistas, que financian a esos desocupados sin liderazgo, bajo la complicidad de las autoridades, que son sobornadas y no actúan; sometiendo a un pueblo no educado que vota, como un rebaño de ovejos, por esos desocupados sin liderazgo, para que la rueda de la corrupción sigan andando, aunque los propios electores sufran las consecuencias, es lo que se puede llamar un pueblo masoquista, al que le encanta votar por los mismos, para seguir en las mismas. El terremoto político que viene en el Cesar puede cambiar el decorado de las elecciones y no por que las autoridades funcionen, es porque a algunos les interesa que las autoridades se muevan en estas épocas, para para liquidar candidatos y catapultar a otros, mientras tanto el Cesar, de mal en peor. @JACOBOSOLANOC

Columnista
17 junio, 2019

El Cesar y sus mamarrachos políticos

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jacobo Solano Cerchiaro

El momento que vive el Departamento del Cesar es verdaderamente deplorable, triste y preocupante; con un presupuesto gigante para inversión, cuenta con dirigentes que dan pena, envueltos en todo tipo de escándalos. Comencemos con los 16 concejales de Valledupar, destituidos e inhabilitados 12 años por elegir 3 contralores inhabilitados, óigase bien, no fue uno, ni […]


El momento que vive el Departamento del Cesar es verdaderamente deplorable, triste y preocupante; con un presupuesto gigante para inversión, cuenta con dirigentes que dan pena, envueltos en todo tipo de escándalos. Comencemos con los 16 concejales de Valledupar, destituidos e inhabilitados 12 años por elegir 3 contralores inhabilitados, óigase bien, no fue uno, ni fueron dos, fueron tres ¿Hay derecho a tanta mediocridad? Todo por hacer parte de una coalición corrupta que le aprobaba lo que fuera al alcalde a cambio de miserables prebendas. Pero si por el Concejo llueve, en la Asamblea departamental no escampa, 7 diputados fueron imputados por prevaricato, nada menos que por no dejar actuar a otro diputado que no pertenecía a la coalición, por poner por encima la rabia que le tenían a su compañero opositor, se exponen a una condena de 4 a 12 años ¿Carreras terminadas y un carcelazo a cambio de qué? En Chiriguaná, destituyeron a la Alcaldesa Zunilda Toloza y a 3 concejales por 13 años, pero la mandataria se resiste a perder el botín y a punta de tutelas quiere quedarse, que descaro. El alcalde de Valledupar, Augusto Ramírez, tampoco se le escapa a esta ola de imputaciones, la Fiscalía lo vinculó por corrupción al elector, ya que ofreció legalizar predios a invasores en contravía de la ley a cambio de votos para su campaña y, así como va de rápido el proceso, podría hasta impedirle completar su mandato; en este mismo escandalo también está a punto de ser condenado el exgobernador del Cesar, Luis Alberto Monsalvo, que, sin sonrojarse, aspira de nuevo a la gobernación ¿A quién se le ocurre firmar y autenticar en notaria un delito? Esa es una innovación, que solo se da en este departamento. Pasemos a nuestros Congresistas, el Senador Didier Lobo, está en ascuas por su caso del Cartel del Hambre, mientras este avanza en la Corte con mucho apetito y con pruebas bastante fundamentadas; lo mismo el Senador José Alfredo Gnecco, pero por el Cartel de la Toga y sus vinculaciones con el exfiscal anti corrupción, Luis Gustavo Moreno; el Representante Ape Cuello, a quien muchos ven invencible ante las autoridades, está involucrado en dos casos graves, Odebrecht, el caso de corrupción más sonado en América Latina y en el de Trabajen Vagos, para la perdida de investiduras por inasistencia al Congreso, que le puede costar la curul.

¿Porque llegamos a este extremo? Simple, porque pasamos de políticos mediocres de elite provinciana a una estructura de la mafia que se toma la política para ubicar desocupados sin liderazgo, muchos de ellos hijo de políticos condenados y sancionados, para poder mantener control del presupuesto, del que se apropian en asocio con contratistas, que financian a esos desocupados sin liderazgo, bajo la complicidad de las autoridades, que son sobornadas y no actúan; sometiendo a un pueblo no educado que vota, como un rebaño de ovejos, por esos desocupados sin liderazgo, para que la rueda de la corrupción sigan andando, aunque los propios electores sufran las consecuencias, es lo que se puede llamar un pueblo masoquista, al que le encanta votar por los mismos, para seguir en las mismas. El terremoto político que viene en el Cesar puede cambiar el decorado de las elecciones y no por que las autoridades funcionen, es porque a algunos les interesa que las autoridades se muevan en estas épocas, para para liquidar candidatos y catapultar a otros, mientras tanto el Cesar, de mal en peor. @JACOBOSOLANOC