“Un departamento con semejante vocación no puede estar importando casi todo lo que consume. Tiene que garantizar la nutrición y que no haya hambre”, expresó el presidente de la entidad este miércoles.
El directivo de la Agencia de Desarrollo Rural, Diego Bautista, afirmó que la población colombiana está hablando de una reforma agraria que en otrora llegó a ser un tema ‘tabú’.
A nivel local, surgen preguntas como ‘¿hacia dónde va el campo en el departamento del Cesar?’, un territorio “excesivamente dependiente” de la industria del carbón, según economistas.
El Cesar puede volver a su vocación agropecuaria porque tiene “fuentes hídricas, tres pisos térmicos y el mercado”, dijo Bautista este miércoles en un foro que organizó EL PILÓN sobre el futuro del sector.
“Estamos convencidos de que el departamento del Cesar será el primer piloto emblemático de cómo un territorio hace una transición minero energética hacia unas posibilidades agropecuarias y de desarrollo rural”, añadió el funcionario de la ADR.
El presidente de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, José Félix Lafourie, también participó en la discusión que se transmitió por las redes sociales de esta casa editorial.
El hoy negociador del equipo de gobierno colombiano con el Ejército de Liberación Nacional, ELN, hizo un llamado a “la acción” porque considera que ‘hay muchos discursos y poco apalancamiento’ sobre el particular.
“No logramos sembrar la riqueza minera como se sembró una parte de las utilidades de la bonanza del algodón”, dijo el líder del gremio ganadero.
Una opción para hacer la transición productiva y compensar el daño ambiental en los entornos mineros, sostuvo Lafaurie Rivera, es que se implementen sistemas silvopastoriles en el caso de la ganadería.
“Esa propuesta la he hecho al Gobierno nacional, pero no se ha logrado, a Duque se lo dije mil veces. Ahora con el gobierno de izquierda de pronto podemos pegar un salto cualitativo”, subrayó.
Fedegán considera que el sistema silvopastoril “es una alternativa” de uso del suelo porque combina la presencia de árboles, arbustos, pastos y animales “bajo un manejo integral”.
El argumento es que la ausencia de árboles en potreros ha hecho que los suelos “sean más vulnerables” a los procesos de deterioro.
Para Mario Zapata, director de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, Agrosavia, ese procedimiento ‘no es viable’ porque “aunque permite más de 5 cabezas de ganado por hectárea, sería costoso para los pequeños productores”.
De acuerdo con Zapata, el costo del manejo de dicho sistema estaría entre los $8 y $10 millones por hectárea.
“Eso es falso”, refutó Lafaurie, quien se retiró del foro por compromisos en los diálogos de paz en Venezuela, país garante del proceso.
“Para recuperar el suelo es necesario cambiar la forma de producir y eso significa pasar de monocultivos a policultivos”, continuó el vocero de Agrosavia.
Agregó que el 85% del territorio cesarense está en un proceso de desertización media o leve “para reparar el suelo y optimizar el agua”.
Los panelistas coincidieron en que el manejo adecuado de la dupla suelo y agua es ‘indispensable’ para que el sistema productivo sea sustentable.
El presidente de la ADR, entidad adscrita al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, señaló que el Plan de Desarrollo del gobierno Petro pretende ordenar el territorio alrededor del agua.
Pero que es necesaria la articulación entre los diferentes ministerios, instituciones y productores porque “el desarrollo rural no es solo desarrollo agropecuario”.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, estima que para el año 2050 la demanda de alimentos incrementará hasta en un 70%, pero que haría falta agua para producirlos.
Expertos aseguran que la demanda agroalimentaria del mundo, además de cumplir con las normas de sanidad e inocuidad, también requiere condiciones laborales para los labriegos, además de responsabilidad social y ambiental de las empresas.
Vea el foro completo aquí:
Por Andrea Guerra / EL PILÓN
“Un departamento con semejante vocación no puede estar importando casi todo lo que consume. Tiene que garantizar la nutrición y que no haya hambre”, expresó el presidente de la entidad este miércoles.
El directivo de la Agencia de Desarrollo Rural, Diego Bautista, afirmó que la población colombiana está hablando de una reforma agraria que en otrora llegó a ser un tema ‘tabú’.
A nivel local, surgen preguntas como ‘¿hacia dónde va el campo en el departamento del Cesar?’, un territorio “excesivamente dependiente” de la industria del carbón, según economistas.
El Cesar puede volver a su vocación agropecuaria porque tiene “fuentes hídricas, tres pisos térmicos y el mercado”, dijo Bautista este miércoles en un foro que organizó EL PILÓN sobre el futuro del sector.
“Estamos convencidos de que el departamento del Cesar será el primer piloto emblemático de cómo un territorio hace una transición minero energética hacia unas posibilidades agropecuarias y de desarrollo rural”, añadió el funcionario de la ADR.
El presidente de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, José Félix Lafourie, también participó en la discusión que se transmitió por las redes sociales de esta casa editorial.
El hoy negociador del equipo de gobierno colombiano con el Ejército de Liberación Nacional, ELN, hizo un llamado a “la acción” porque considera que ‘hay muchos discursos y poco apalancamiento’ sobre el particular.
“No logramos sembrar la riqueza minera como se sembró una parte de las utilidades de la bonanza del algodón”, dijo el líder del gremio ganadero.
Una opción para hacer la transición productiva y compensar el daño ambiental en los entornos mineros, sostuvo Lafaurie Rivera, es que se implementen sistemas silvopastoriles en el caso de la ganadería.
“Esa propuesta la he hecho al Gobierno nacional, pero no se ha logrado, a Duque se lo dije mil veces. Ahora con el gobierno de izquierda de pronto podemos pegar un salto cualitativo”, subrayó.
Fedegán considera que el sistema silvopastoril “es una alternativa” de uso del suelo porque combina la presencia de árboles, arbustos, pastos y animales “bajo un manejo integral”.
El argumento es que la ausencia de árboles en potreros ha hecho que los suelos “sean más vulnerables” a los procesos de deterioro.
Para Mario Zapata, director de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, Agrosavia, ese procedimiento ‘no es viable’ porque “aunque permite más de 5 cabezas de ganado por hectárea, sería costoso para los pequeños productores”.
De acuerdo con Zapata, el costo del manejo de dicho sistema estaría entre los $8 y $10 millones por hectárea.
“Eso es falso”, refutó Lafaurie, quien se retiró del foro por compromisos en los diálogos de paz en Venezuela, país garante del proceso.
“Para recuperar el suelo es necesario cambiar la forma de producir y eso significa pasar de monocultivos a policultivos”, continuó el vocero de Agrosavia.
Agregó que el 85% del territorio cesarense está en un proceso de desertización media o leve “para reparar el suelo y optimizar el agua”.
Los panelistas coincidieron en que el manejo adecuado de la dupla suelo y agua es ‘indispensable’ para que el sistema productivo sea sustentable.
El presidente de la ADR, entidad adscrita al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, señaló que el Plan de Desarrollo del gobierno Petro pretende ordenar el territorio alrededor del agua.
Pero que es necesaria la articulación entre los diferentes ministerios, instituciones y productores porque “el desarrollo rural no es solo desarrollo agropecuario”.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, estima que para el año 2050 la demanda de alimentos incrementará hasta en un 70%, pero que haría falta agua para producirlos.
Expertos aseguran que la demanda agroalimentaria del mundo, además de cumplir con las normas de sanidad e inocuidad, también requiere condiciones laborales para los labriegos, además de responsabilidad social y ambiental de las empresas.
Vea el foro completo aquí:
Por Andrea Guerra / EL PILÓN