Los pequeños productores del Cesar consolidan sus negocios a través de las alianzas productivas en diferentes líneas: cacao, carne y leche, ovino-caprino, cafés especiales, pesca y piscicultura, jaulas flotantes, palma de aceite, caña panelera, mango y frutas tropicales.

De acuerdo al secretario de Agricultura departamental, Carlos Eduardo Campo Cuello, se trata de un proyecto de más de 27 mil millones de pesos con los diferentes aportantes, tanto el Ministerio de Agricultura, la Gobernación, alcaldías y productores. “También llamamos alianzas productivas lo que hemos intentado hacer con el ICR Departamental (Incentivo a la Capitalización Rural) con las alianzas público-privadas, es decir, nuestro aporte de un 20 % sobre proyecto de crédito. Esperamos terminar de ejecutar el recurso este año y poder dejar las alianzas al 100 % antes de diciembre de este año”, explicó.

En estos momentos se registra un promedio de ejecución del 50 %; cabe tener en cuenta que las alianzas productivas vienen de dos convocatorias: del 2016 y 2017. “En el periodo de sequía no pudimos proceder con la siembra y renovación, pero con las lluvias la idea es avanzar en ese componente rápidamente y dejar las más de 2.000 hectáreas que tenemos que terminar dentro del territorio”, acotó el funcionario.

Agregó: “Esta iniciativa es un gran ejemplo que debemos hacer por su transparencia, su modalidad de participación a través de convocatorias y por fomentar la asociatividad. Recordemos que una alianza productiva no puede tener menos de 30 beneficiarios asociados y que propende al fortalecimiento socio empresarial. Algo que quiero resaltar es el componente de aliados comerciales; es decir, que lo que se siembre, lo que se coseche y se produzca va a tener un destino de agregación de valor, como es el caso de Nacional de Chocolates y la Federación Nacional de Cafeteros, aliados fuertes que pueden brindar salida a los productos, y aliados directos como Asonei, que ya exporta café de manera directa”.

Las alianzas productivas en la actualidad se ejecutan en municipios como San Alberto, Codazzi, La Jagua de Ibirico, Valledupar, Curumaní, Chiriguaná, Pailitas, Pueblo Bello, El Copey, Tamalameque y Chimichagua.
“En gran parte del Cesar impactan las alianzas productivas; si se complementan con otros proyectos como el ICR, o del programa de Transformación Productiva de Cacao hacia la exportación están impactando otros municipios. Esperemos que el 100 % del Cesar en próximas convocatorias pueda también quedar porque es un tema de convocatoria. A nosotros nos presentan los proyectos, tenemos que calificarlos, mirarlos y después se puede ejecutar y ser acreedores de los diferentes beneficios; ojalá la gran mayoría de los 45 mil productores que tiene el Cesar puedan quedar impactados con las alianzas productivas”, manifestó el secretario de Agricultura del departamento.
Precisó que los que se benefician con esta iniciativa son pequeños productores, de asociaciones que se alían, que hacen un trabajo de cooperativismo, que redunda en economía de escala, en la posibilidad de hacer rendir el recurso y de poder conseguir beneficios importantes.

“Son 1.148 familias las que hoy se benefician, que pesan bastante dentro de los pequeños productores que tenemos en el departamento, en el marco de 22 alianzas productivas. Cabe anotar que del 2002 al 2015 solo había siete alianzas productivas y de ese entonces hasta la fecha se ha acelerado hasta llegar a esta cifra. El Ministerio ha reconocido que la región de Colombia que más recursos ha aportado es el departamento del Cesar con más de cuatro mil millones de pesos, seguido de Caldas y Antioquia”, subrayó.

Campo extendió un mensaje a productores: “Que tenemos que seguir avanzando en esta línea, que las alianzas productivas son una gran oportunidad, que a veces más difícil que concretar el recurso es tener un proyecto productivo y participar con regiones como Santander y Norte de Santander, pero ya demostramos que podemos tener más alianzas que ellos porque nuestros campesinos tienen sangre de empresarismo. Tenemos que unirnos y demostrar que se puede hacer paz a través de nuestra vocación, que es el sector agropecuario”.

Por: ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ / EL PILÓN
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