Hoy se cumplen 54 años desde que se creó el departamento del Cesar. En este aniversario, EL PILÓN analizó el desarrollo de la política, la economía y los aspectos más relevantes de la cultura de esta región después de más de medio siglo de historia.
La historia del Cesar como departamento inició oficialmente en 1967 luego de que se aprobara en la Comisión Primera de la Cámara de Representantes y el Senado de la República el proyecto radicado por el sandiegano y exgobernador del Cesar José Antonio Murgas, quien era el único parlamentario del hoy departamento.
Junto a otro grupo de líderes consideró que era más que justa la creación de un nuevo departamento desligado del antiguo Magdalena Grande, tanto por la extensión geopolítica de la región como por los deseos de progreso de sus habitantes.
“Yo me siento orgulloso de haber presentado el proyecto y haber triunfado con él, porque el Cesar es un departamento brillante, pero la política del Cesar está muy apagada, no tiene ese empuje de antes: los valores nacionales como Crispín Villazón y otros personajes se han perdido”, afirmó Murgas.
El diario EL PILÓN analizó qué tanto ha avanzado el departamento del Cesar en materia política, educación, economía, cultura y otros aspectos relevantes.
El economista y exrepresentante a la Cámara (2002-2006) Luis Alberto Monsalvo Gnecco, a pesar de ser elegido gobernador del Cesar, primero entre 2012 y 2015, y luego en las recientes elecciones regionales del 2019, no pudo continuar con su mandato debido a que en el mes de octubre del presente año, la Fiscalía lo acusó formalmente ante la Sala de Primera Instancia de la Corte Suprema de Justicia por los delitos de contrato sin cumplimiento de requisitos legales y peculado por apropiación de terceros por un contrato de alimentación escolar de más de $17 mil millones de pesos.
Según la Fiscalía, en el proceso de contratación se presentaron al menos nueve inconsistencias, falta de estudios previos, la existencia de supuestos prepliegos amañados y deficientes, y presuntas omisiones de los requisitos de ley.
Debido a esa situación, fue designado como gobernador encargado el exsecretario de Ambiente del Cesar, Andrés Meza. Por otro lado, desde la defensa de Monsalvo Gnecco se anunció que insistirán en la petición de revocar la medida de aseguramiento que apartó a Monsalvo de su cargo.
Según el analista político y columnista de opinión Jacobo Solano, desde la creación del departamento “ha sido muy difícil consolidar una propuesta democrática. En el pasado había candidato único y en el presente tenemos a un gobernador encarcelado que no cumplió con las expectativas, eso se lo debemos a la clase política que ha mal gobernado, dejando al departamento sin rumbo, porque no se sabe cuál es la orientación estratégica para su desarrollo”.
Y agregó: “Hay una crisis institucional y no sabemos cuándo va a pasar. Esperemos que para las próximas elecciones las personas se contagien del voto útil de opinión, aunque lo veo muy difícil si las fuerzas alternativas, gremiales, académicas y otras no se unen para cambiar esto”.
POBREZA Y FALTA DE OPORTUNIDADES
La falta de fuentes de empleo y los pocos programas de desarrollo económico han propiciado que en el Cesar vivan aproximadamente 600.000 personas en condiciones de pobreza extrema y moderada, según el DANE.
Teniendo en cuenta que para el 2020 el Cesar tenía alrededor de 1.295.387 personas, siendo 639.985 hombres (49,4 %) y 655.402 (50,6 %) mujeres, más del 50 % de los cesarenses viven en la pobreza.
En la lista de los municipios con mayor número de habitantes en precarias condiciones sociales después de Valledupar, sigue El Copey. Este territorio con una población estimada, para el 2020, de 31.650 habitantes, alberga 20.385 personas que viven en situación de pobreza extrema y 6.746 en el de tipo moderada.
Le sigue Chiriguaná con 24.292 habitantes en pobreza extrema y moderada; Curumaní (34.148); Chimichagua (29.909); El Paso (29.800); Bosconia (28.260); Agustín Codazzi (26.883); La Jagua de Ibirico (32.354) y Aguachica (65.198). Dentro de las poblaciones más afectadas por la falta de oportunidades en el departamento están las mujeres. Para el 2020, según el DANE, en el Cesar solo el 17,8 % de las féminas tienen vocería en las unidades productivas que se desarrollan en los territorios donde residen. Dicho porcentaje ubicó al Cesar en el puesto 20 de la tabla que mide la participación de la mujer en las Unidades de Producción Agropecuaria, UPA.
Mientras la ciudad de Valledupar es azotada por la delincuencia común y se le ha exigido en múltiples ocasiones a la Policía del Cesar que se noten los efectos de sus labores en el territorio, en la ruralidad el campesinado es afectado por los flagelos del secuestro y el abigeato, que se rehúsan a desaparecer del campo.
La agricultura y la ganadería representan el 7,6 % de la economía en la región, actividad constantemente amenazada. Pailitas ha sido uno de los municipios más golpeados durante los últimos años por el secuestro. Según los líderes de este lugar, la presencia de grupos al margen de la ley afecta directamente el desarrollo de la región y la seguridad de los productores.
Uno de los ámbitos más importantes es la salud. Sobre todo en medio de una crisis global generada por un virus como el covid-19. Aunque los agravó, el virus no fue el origen de los problemas de los diferentes hospitales del departamento del Cesar, ya que desde antes de la contingencia se evidenciaban los malos manejos.
En el Cesar la red hospitalaria está conformada por 28 hospitales, cuatro de ellos en Valledupar y dos en Aguachica. La red está programada para que en los puntos estratégicos, norte, centro y sur del departamento, haya un hospital prestando el segundo nivel de atención.
En el caso de decadencia sucesiva del Hospital Regional San Andrés es uno de los mayores golpes al sector salud del departamento. Las deudas hicieron insostenible al centro asistencial de segundo nivel de Chiriguaná y la Superintendencia de Salud debió intervenirlo.
Por su parte, en Valledupar, durante varios años el Hospital Rosario Pumarejo de López, HRPL, ha venido ‘cayendo a pedazos’ debido a que no hay un equilibrio entre sus gastos e ingresos, por lo cual no puede sostener su operación corriente y por eso no le paga a sus empleados.
En el departamento del Cesar, según el Centro de Estudios Socioeconómicos y Regionales, la dependencia del sector minero, o más bien carbonífero, es abrumadora, y representa un 40 % del total de la economía.
La principal diferencia entre la estructura económica del país y la cesarense consiste en el poco valor agregado que tienen los procesos productivos de este departamento.
En el Cesar, el sector minero (41 %), el agropecuario (9 %) y el gobierno (15 %), suman el 65 % de la economía local, mientras el sector manufacturero representa un raquítico 3 %.
En un estudio desarrollado por este centro, se argumentó que la crisis que golpea al Cesar se da de manera importante por dos flancos: uno el sanitario, por la pandemia, y dos con el carbón, por los precios y la crisis de producción que están presentando las carboneras asentadas en el Cesar.
Importante recordar que luego de que el Grupo Prodeco y Colombian Natural Resources, CNR, presentaran ante la Agencia Nacional de Minería una solicitud para suspender sus actividades, se generó un declive en la economía regional y nacional, además de la pérdida de miles de empleos y miles de millones por regalías.
En materia de educación hay aspectos positivos por resaltar. En primer lugar, más de 50 jóvenes del Cesar recibirían becas por altos puntajes en las pruebas Icfes, una de ellas es Andrea Lanao, con un puntaje de 475, de la Institución Educativa Casd Simón Bolívar. El mejor Icfes de la región Caribe y ganadora de la beca del Ministerio.
Por otro lado, tres universidades con presencia en el Cesar recibieron la acreditación de alta calidad por parte del Ministerio de Educación, ellas son: Fundación Universitaria del Área Andina, Universidad Nacional, sede La Paz, y la Universidad de Santander. Ahora el reto está en despolitizar a la Universidad Popular del Cesar.
Sin embargo, dentro de las falencias que se siguen presentando en el entorno escolar del departamento está la desigualdad a la hora de acceder a conexión a internet en las zonas rurales, lo cual pone en desventaja a miles de niños, niñas y jóvenes para estudiar en un entorno de calidad.
Según las cifras que publica el DANE, hasta mediados de julio del año 2020, solo el 35,7 % de la población del departamento tenían acceso a internet. Esto significa que alrededor de 771.000 habitantes no cuentan con esa conexión.
Respecto al manejo del idioma inglés, el departamento del Cesar tiene graves falencias en la escritura y la compresión auditiva del idioma inglés. Así lo dio a conocer la firma Education First en el ranking que mide el Índice del Dominio del Inglés, EPI, en donde el departamento obtuvo un puntaje de 449 sobre 800, ubicándose en el nivel ‘muy bajo’ y ocupando el puesto número 11 a nivel nacional.
El docente, poeta y gestor cultural José Atuesta Mindiola se refirió a este panorama: “En los colegios necesitamos mejorar la planta física, que no solo es el espacio del aula, sino también el de la biblioteca, la cual debe estar dotada con las nuevas tecnologías, buenos libros y una persona experta que incentive el hábito de la lectura”.
Al consultar con el historiador y exsecretario de Cultura Tomás Darío Gutiérrez sobre la evolución de la cultura musical en el departamento, el también abogado y compositor vallenato, aseguró: “En el aspecto formal la cultura avanzó mucho. La creación del departamento sirvió para definir nuestra identidad, recordemos que inmediatamente después de eso se creó también el Festival de Leyenda Vallenata, lo que en poco tiempo se convirtió en nuestro símbolo de la región entera y posteriormente en lo nacional, eso es mucho decir”.
Y agregó: “Es la cultura del Valle de Upar, que a partir de ese momento fue capital de un departamento como lo había sido en el siglo anterior. Ese momento sirvió para resaltar nuestros elementos identitarios a nivel cultural, como la diversidad humana de los pueblos indígenas que nos constituyeron: los Caribe, chibchas y chimilas y también la tremenda diversidad afroamericana, al igual que los españoles.Toda esa extraordinaria riqueza cultural fue el caldo de cultivo para la actual ‘promoción’ de cultura vallenata de resonancia local, nacional e internacional.”
Por Andrea Guerra Peña / EL PILÓN.
@andreaguerraperiodista
Hoy se cumplen 54 años desde que se creó el departamento del Cesar. En este aniversario, EL PILÓN analizó el desarrollo de la política, la economía y los aspectos más relevantes de la cultura de esta región después de más de medio siglo de historia.
La historia del Cesar como departamento inició oficialmente en 1967 luego de que se aprobara en la Comisión Primera de la Cámara de Representantes y el Senado de la República el proyecto radicado por el sandiegano y exgobernador del Cesar José Antonio Murgas, quien era el único parlamentario del hoy departamento.
Junto a otro grupo de líderes consideró que era más que justa la creación de un nuevo departamento desligado del antiguo Magdalena Grande, tanto por la extensión geopolítica de la región como por los deseos de progreso de sus habitantes.
“Yo me siento orgulloso de haber presentado el proyecto y haber triunfado con él, porque el Cesar es un departamento brillante, pero la política del Cesar está muy apagada, no tiene ese empuje de antes: los valores nacionales como Crispín Villazón y otros personajes se han perdido”, afirmó Murgas.
El diario EL PILÓN analizó qué tanto ha avanzado el departamento del Cesar en materia política, educación, economía, cultura y otros aspectos relevantes.
El economista y exrepresentante a la Cámara (2002-2006) Luis Alberto Monsalvo Gnecco, a pesar de ser elegido gobernador del Cesar, primero entre 2012 y 2015, y luego en las recientes elecciones regionales del 2019, no pudo continuar con su mandato debido a que en el mes de octubre del presente año, la Fiscalía lo acusó formalmente ante la Sala de Primera Instancia de la Corte Suprema de Justicia por los delitos de contrato sin cumplimiento de requisitos legales y peculado por apropiación de terceros por un contrato de alimentación escolar de más de $17 mil millones de pesos.
Según la Fiscalía, en el proceso de contratación se presentaron al menos nueve inconsistencias, falta de estudios previos, la existencia de supuestos prepliegos amañados y deficientes, y presuntas omisiones de los requisitos de ley.
Debido a esa situación, fue designado como gobernador encargado el exsecretario de Ambiente del Cesar, Andrés Meza. Por otro lado, desde la defensa de Monsalvo Gnecco se anunció que insistirán en la petición de revocar la medida de aseguramiento que apartó a Monsalvo de su cargo.
Según el analista político y columnista de opinión Jacobo Solano, desde la creación del departamento “ha sido muy difícil consolidar una propuesta democrática. En el pasado había candidato único y en el presente tenemos a un gobernador encarcelado que no cumplió con las expectativas, eso se lo debemos a la clase política que ha mal gobernado, dejando al departamento sin rumbo, porque no se sabe cuál es la orientación estratégica para su desarrollo”.
Y agregó: “Hay una crisis institucional y no sabemos cuándo va a pasar. Esperemos que para las próximas elecciones las personas se contagien del voto útil de opinión, aunque lo veo muy difícil si las fuerzas alternativas, gremiales, académicas y otras no se unen para cambiar esto”.
POBREZA Y FALTA DE OPORTUNIDADES
La falta de fuentes de empleo y los pocos programas de desarrollo económico han propiciado que en el Cesar vivan aproximadamente 600.000 personas en condiciones de pobreza extrema y moderada, según el DANE.
Teniendo en cuenta que para el 2020 el Cesar tenía alrededor de 1.295.387 personas, siendo 639.985 hombres (49,4 %) y 655.402 (50,6 %) mujeres, más del 50 % de los cesarenses viven en la pobreza.
En la lista de los municipios con mayor número de habitantes en precarias condiciones sociales después de Valledupar, sigue El Copey. Este territorio con una población estimada, para el 2020, de 31.650 habitantes, alberga 20.385 personas que viven en situación de pobreza extrema y 6.746 en el de tipo moderada.
Le sigue Chiriguaná con 24.292 habitantes en pobreza extrema y moderada; Curumaní (34.148); Chimichagua (29.909); El Paso (29.800); Bosconia (28.260); Agustín Codazzi (26.883); La Jagua de Ibirico (32.354) y Aguachica (65.198). Dentro de las poblaciones más afectadas por la falta de oportunidades en el departamento están las mujeres. Para el 2020, según el DANE, en el Cesar solo el 17,8 % de las féminas tienen vocería en las unidades productivas que se desarrollan en los territorios donde residen. Dicho porcentaje ubicó al Cesar en el puesto 20 de la tabla que mide la participación de la mujer en las Unidades de Producción Agropecuaria, UPA.
Mientras la ciudad de Valledupar es azotada por la delincuencia común y se le ha exigido en múltiples ocasiones a la Policía del Cesar que se noten los efectos de sus labores en el territorio, en la ruralidad el campesinado es afectado por los flagelos del secuestro y el abigeato, que se rehúsan a desaparecer del campo.
La agricultura y la ganadería representan el 7,6 % de la economía en la región, actividad constantemente amenazada. Pailitas ha sido uno de los municipios más golpeados durante los últimos años por el secuestro. Según los líderes de este lugar, la presencia de grupos al margen de la ley afecta directamente el desarrollo de la región y la seguridad de los productores.
Uno de los ámbitos más importantes es la salud. Sobre todo en medio de una crisis global generada por un virus como el covid-19. Aunque los agravó, el virus no fue el origen de los problemas de los diferentes hospitales del departamento del Cesar, ya que desde antes de la contingencia se evidenciaban los malos manejos.
En el Cesar la red hospitalaria está conformada por 28 hospitales, cuatro de ellos en Valledupar y dos en Aguachica. La red está programada para que en los puntos estratégicos, norte, centro y sur del departamento, haya un hospital prestando el segundo nivel de atención.
En el caso de decadencia sucesiva del Hospital Regional San Andrés es uno de los mayores golpes al sector salud del departamento. Las deudas hicieron insostenible al centro asistencial de segundo nivel de Chiriguaná y la Superintendencia de Salud debió intervenirlo.
Por su parte, en Valledupar, durante varios años el Hospital Rosario Pumarejo de López, HRPL, ha venido ‘cayendo a pedazos’ debido a que no hay un equilibrio entre sus gastos e ingresos, por lo cual no puede sostener su operación corriente y por eso no le paga a sus empleados.
En el departamento del Cesar, según el Centro de Estudios Socioeconómicos y Regionales, la dependencia del sector minero, o más bien carbonífero, es abrumadora, y representa un 40 % del total de la economía.
La principal diferencia entre la estructura económica del país y la cesarense consiste en el poco valor agregado que tienen los procesos productivos de este departamento.
En el Cesar, el sector minero (41 %), el agropecuario (9 %) y el gobierno (15 %), suman el 65 % de la economía local, mientras el sector manufacturero representa un raquítico 3 %.
En un estudio desarrollado por este centro, se argumentó que la crisis que golpea al Cesar se da de manera importante por dos flancos: uno el sanitario, por la pandemia, y dos con el carbón, por los precios y la crisis de producción que están presentando las carboneras asentadas en el Cesar.
Importante recordar que luego de que el Grupo Prodeco y Colombian Natural Resources, CNR, presentaran ante la Agencia Nacional de Minería una solicitud para suspender sus actividades, se generó un declive en la economía regional y nacional, además de la pérdida de miles de empleos y miles de millones por regalías.
En materia de educación hay aspectos positivos por resaltar. En primer lugar, más de 50 jóvenes del Cesar recibirían becas por altos puntajes en las pruebas Icfes, una de ellas es Andrea Lanao, con un puntaje de 475, de la Institución Educativa Casd Simón Bolívar. El mejor Icfes de la región Caribe y ganadora de la beca del Ministerio.
Por otro lado, tres universidades con presencia en el Cesar recibieron la acreditación de alta calidad por parte del Ministerio de Educación, ellas son: Fundación Universitaria del Área Andina, Universidad Nacional, sede La Paz, y la Universidad de Santander. Ahora el reto está en despolitizar a la Universidad Popular del Cesar.
Sin embargo, dentro de las falencias que se siguen presentando en el entorno escolar del departamento está la desigualdad a la hora de acceder a conexión a internet en las zonas rurales, lo cual pone en desventaja a miles de niños, niñas y jóvenes para estudiar en un entorno de calidad.
Según las cifras que publica el DANE, hasta mediados de julio del año 2020, solo el 35,7 % de la población del departamento tenían acceso a internet. Esto significa que alrededor de 771.000 habitantes no cuentan con esa conexión.
Respecto al manejo del idioma inglés, el departamento del Cesar tiene graves falencias en la escritura y la compresión auditiva del idioma inglés. Así lo dio a conocer la firma Education First en el ranking que mide el Índice del Dominio del Inglés, EPI, en donde el departamento obtuvo un puntaje de 449 sobre 800, ubicándose en el nivel ‘muy bajo’ y ocupando el puesto número 11 a nivel nacional.
El docente, poeta y gestor cultural José Atuesta Mindiola se refirió a este panorama: “En los colegios necesitamos mejorar la planta física, que no solo es el espacio del aula, sino también el de la biblioteca, la cual debe estar dotada con las nuevas tecnologías, buenos libros y una persona experta que incentive el hábito de la lectura”.
Al consultar con el historiador y exsecretario de Cultura Tomás Darío Gutiérrez sobre la evolución de la cultura musical en el departamento, el también abogado y compositor vallenato, aseguró: “En el aspecto formal la cultura avanzó mucho. La creación del departamento sirvió para definir nuestra identidad, recordemos que inmediatamente después de eso se creó también el Festival de Leyenda Vallenata, lo que en poco tiempo se convirtió en nuestro símbolo de la región entera y posteriormente en lo nacional, eso es mucho decir”.
Y agregó: “Es la cultura del Valle de Upar, que a partir de ese momento fue capital de un departamento como lo había sido en el siglo anterior. Ese momento sirvió para resaltar nuestros elementos identitarios a nivel cultural, como la diversidad humana de los pueblos indígenas que nos constituyeron: los Caribe, chibchas y chimilas y también la tremenda diversidad afroamericana, al igual que los españoles.Toda esa extraordinaria riqueza cultural fue el caldo de cultivo para la actual ‘promoción’ de cultura vallenata de resonancia local, nacional e internacional.”
Por Andrea Guerra Peña / EL PILÓN.
@andreaguerraperiodista