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Columnista - 14 junio, 2015

El centro cultural del vallenato

En estos momentos cualquier persona que llegue a Valledupar interesada en conocer la historia del vallenato y sus protagonistas, necesariamente tiene que dirigirse a cada uno de los personajes que aun están vivos, o ubicar a una de las pocas autoridades que con lucidez y seriedad manejan el tema, lo cual resulta desde todo punto […]

Boton Wpp

En estos momentos cualquier persona que llegue a Valledupar interesada en conocer la historia del vallenato y sus protagonistas, necesariamente tiene que dirigirse a cada uno de los personajes que aun están vivos, o ubicar a una de las pocas autoridades que con lucidez y seriedad manejan el tema, lo cual resulta desde todo punto de vista muy dispendioso.

 
Si se da por hecho que Valledupar es la Capital Mundial del Vallenato como ampliamente se ha reconocido, es clave que todo el que quiera encontrar información al respecto en Valledupar lo haga en un sitio donde se condense la memoria histórica del vallenato con su tradición y evolución a cuestas, como debe ser el Centro Cultural del Vallenato.

 
Es crucial el momento actual para avanzar con esta obra a través de la cual se trata de canalizar y acopiar el mayor activo cultural que tenemos, como es nuestro folclor, para su conservación, investigación y divulgación, puesto que llegando a conocer claramente nuestra realidad cultural, podremos entonces generar una serie de labores dirigidas en principio hacia la propia comunidad que podrá tener un conocimiento a fondo de nuestra tradición musical, conocimiento que permitirá conservarla y hasta modificarla, sin desvirtuarla.

 
Para los músicos que empiezan su formación, encontrarán allí la información sobre los cambios que se han dado en nuestro espectro folclórico a través de las diferentes épocas, como por ejemplo: cómo era el paseo hecho por campesinos en los años cuarenta y cincuenta y cómo es ahora ya hecho por profesionales e intelectuales de origen citadino, ya que será labor del Centro Cultural la pedagogía sobre el vallenato, lo que contribuirá a reforzar las bases de nuestra propia identidad.

 
La norteamericana universidad de Austin Texas, le compró a la familia de García Márquez todo el archivo que dejó representado en las ediciones originales de sus obras y los libros que el consultó para escribirlas, los manuscritos o borradores de las mismas, fotos, cartas, condecoraciones y objetos personales, con el fin de poder ofrecerle al mundo la mayor información documental sobre este gigante de las letras. Una verdadera lástima para nosotros los colombianos ya que el sitio ideal para esto, sin duda, sería Barranquilla o Cartagena.

 

 
En la misma forma el Centro Cultural del Vallenato podrá ofrecer a millones de personas la información sobre los gestores de nuestra cultura musical como sus datos biográficos, su obra musical, la huella que dejan y los cambios que suscitaron con sus triunfos y derrotas. Es perentorio rescatar y resguardar todos estos elementos antes de que ellos desaparezcan, ya que como sentenció un ilustre pensador: “Cada vez que muere un anciano, arde una biblioteca”.

 
El Centro Cultural del Vallenato será un verdadero centro del conocimiento, la investigación y la divulgación del vallenato, la amable sonrisa que hoy tiene Colombia para ofrecerle al mundo.

Columnista
14 junio, 2015

El centro cultural del vallenato

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Julio C. Oñate M.

En estos momentos cualquier persona que llegue a Valledupar interesada en conocer la historia del vallenato y sus protagonistas, necesariamente tiene que dirigirse a cada uno de los personajes que aun están vivos, o ubicar a una de las pocas autoridades que con lucidez y seriedad manejan el tema, lo cual resulta desde todo punto […]


En estos momentos cualquier persona que llegue a Valledupar interesada en conocer la historia del vallenato y sus protagonistas, necesariamente tiene que dirigirse a cada uno de los personajes que aun están vivos, o ubicar a una de las pocas autoridades que con lucidez y seriedad manejan el tema, lo cual resulta desde todo punto de vista muy dispendioso.

 
Si se da por hecho que Valledupar es la Capital Mundial del Vallenato como ampliamente se ha reconocido, es clave que todo el que quiera encontrar información al respecto en Valledupar lo haga en un sitio donde se condense la memoria histórica del vallenato con su tradición y evolución a cuestas, como debe ser el Centro Cultural del Vallenato.

 
Es crucial el momento actual para avanzar con esta obra a través de la cual se trata de canalizar y acopiar el mayor activo cultural que tenemos, como es nuestro folclor, para su conservación, investigación y divulgación, puesto que llegando a conocer claramente nuestra realidad cultural, podremos entonces generar una serie de labores dirigidas en principio hacia la propia comunidad que podrá tener un conocimiento a fondo de nuestra tradición musical, conocimiento que permitirá conservarla y hasta modificarla, sin desvirtuarla.

 
Para los músicos que empiezan su formación, encontrarán allí la información sobre los cambios que se han dado en nuestro espectro folclórico a través de las diferentes épocas, como por ejemplo: cómo era el paseo hecho por campesinos en los años cuarenta y cincuenta y cómo es ahora ya hecho por profesionales e intelectuales de origen citadino, ya que será labor del Centro Cultural la pedagogía sobre el vallenato, lo que contribuirá a reforzar las bases de nuestra propia identidad.

 
La norteamericana universidad de Austin Texas, le compró a la familia de García Márquez todo el archivo que dejó representado en las ediciones originales de sus obras y los libros que el consultó para escribirlas, los manuscritos o borradores de las mismas, fotos, cartas, condecoraciones y objetos personales, con el fin de poder ofrecerle al mundo la mayor información documental sobre este gigante de las letras. Una verdadera lástima para nosotros los colombianos ya que el sitio ideal para esto, sin duda, sería Barranquilla o Cartagena.

 

 
En la misma forma el Centro Cultural del Vallenato podrá ofrecer a millones de personas la información sobre los gestores de nuestra cultura musical como sus datos biográficos, su obra musical, la huella que dejan y los cambios que suscitaron con sus triunfos y derrotas. Es perentorio rescatar y resguardar todos estos elementos antes de que ellos desaparezcan, ya que como sentenció un ilustre pensador: “Cada vez que muere un anciano, arde una biblioteca”.

 
El Centro Cultural del Vallenato será un verdadero centro del conocimiento, la investigación y la divulgación del vallenato, la amable sonrisa que hoy tiene Colombia para ofrecerle al mundo.