Por: Indalecio Dangond Baquero

Dicen que después de la tormenta llega la calma. La separación de Juancho y Silvestre, el pasado 16 de enero, tomo a más de uno por sorpresa y causó un revuelo en el mundo artístico nacional. Pues se trataba de la pareja más exitosa de la música vallenata. Los seguidores quedamos algo tristes y los disociadores aprovecharon para ganar mayor audiencia en algunas emisoras. Hasta algunos columnistas oportunistas aprovecharon la situación para difamar de una manera irresponsable y subjetiva el buen nombre de Silvestre.

La novela de las separaciones y reencuentros en la música vallenata es un ejercicio conveniente que sirve para oxigenar a los grupos musicales y al mismo folclor. Si miramos por el espejo retrovisor encontramos que Diomedes, Jorge Oñate y Poncho Zuleta se turnaron más de una vez a  Colacho Mendoza, Emilianito Zuleta, Chiche Martinez, Juancho Rois, Cocha Molina, Ivan Zuleta; Franco Arguelles y a Alvaro Lopez. En los casos de Shakira, Juanes y Marc Anthony también fueron necesarias las separaciones, solo que ellos las hicieron con sus parejas y manager, porque no tenían acordeonistas.
Sin duda alguna el cantante más completo que ha tenido la música vallenata y el que pasa por el mejor momento se llama Silvestre Dangond. Su talento y carisma es incomparable. Su más reciente producción “No me compares con nadie” rompió el record en ventas el año pasado (150 mil unidades), es el cantante que mas presentaciones realiza al mes (22 en promedio), es el mejor pagado y el que ostenta el record de más seguidores en una presentación (35 mil personas en el lanzamiento de su anterior Cd en el parque de la leyenda vallenata).
Silvestre, además de ser un cantante exitoso, es un explorador artístico, sus logros se extiende en el campo de la televisión con el programa “Un minuto para ganar” el cual logró el segundo rating de sintonía más alto en programas de entretenimiento, después de “Yo me llamo”. Ahora se dispone a lanzar su casa disquera Music Dreams para promover jóvenes promesas de la música vallenata.

Pero como dice el dicho, al árbol que mas fruto da, es al que más se le tira piedra. A mí personalmente me ha tocado apoyarlo en sus luchas contra las prácticas corruptas -que al igual que Sayco-, algunas personas deshonestas han puesto en práctica para extorsionar a músicos y compositores, a fin de que sus canciones sean sonadas en la radio. Además de desenmascarar a unos jurados del Festival de Orquesta de Barranquilla, que siempre daban por ganadores de la estatuilla, a quienes no se la merecían. Lo que también está sucediendo con los premios Grammy Latinos.
Pero Silvestre también ha cometido algunos actos que si bien pueden tener un reproche social no hacen parte del universo penal. Es una bobería seguir repitiendo estos desagradables episodios que no lo hace ni más, ni menos hombre. En adelante deberá ser consciente del alto grado de responsabilidad que tiene con sus seguidores y el buen ejemplo que de bebe dar a las nuevas generaciones.
Es largo el camino que le queda por recorrer con Rolando Ochoa, un músico integral que además de ser compositor y productor, es el acordeonista más creativo de la música vallenata. Hay Silvestre y del bueno! para rato.