Las personas que deseen liberarse de pecados capitales les recomienda un periodo de ayuno de 40 días con pan y agua o arepa limpia con agua.
En una misa multitudinaria, el párroco rumano resaltó la importancia de practicar la caridad, la comunión y la confesión.
Ayunar, rezar el rosario y la divina misericordia, ir diariamente a misa, así como confesarse semanalmente, son las claves que entregó el presbítero rumano Claudio Barbut a los habitantes de Valledupar, en el marco de una eucaristía de sanación y liberación que presidió ayer junto con el sacerdote Doriam Rocha en la parroquia la Inmaculada Concepción de Valledupar.
“Con este comportamiento los demonios que nos atacan frecuentemente salen. El mensaje de Jesús es que debemos ser misericordiosos consigo mismo y con los demás”, subrayó el párroco que trabajó de cerca con los papas San Juan Pablo II, Benedicto XV y Francisco, así como con la madre Teresa de Calcuta. De esto y otros temas dialogó con EL PILÓN.
¿Cuál es su misión evangelizadora?
Nuestra misión RUA o soplo de Dios es la continuación de la misericordia del papa Francisco. Jesús a través de la misericordia sana. El bálsamo de la crítica o de la soberbia no ayuda, sino que envenena, pero el bálsamo del amor y la misericordia beneficia el alma; aunque el efecto es más lento, la respuesta es más grande porque proviene de Dios.
¿Cuál es el mensaje que trasmite a la comunidad?
Aplicar “tres vitaminas C”: caridad o ayuda a los pobres, que la aprendí con el papa Francisco; comunión, que la aprendí con Benedicto XVI y la madre Teresa de Calcuta; y confesión, que la aprendí con Juan Pablo Segundo. Mi invitación es que practiquen con regularidad estos actos.
¿Cómo debe ser el comportamiento de un buen cristiano?
En el Padre Nuestro reza “hágase su voluntad”; debemos dejarnos guiar por lo que Dios quiere para nosotros y no por nuestros caprichos. Nosotros sufrimos porque hacemos nuestra propia voluntad. Cuando uno se rinde es cuando se descubre cuánta fuerza tiene Dios en nosotros; no se trata de lo que uno quiere, sino de lo que él quiere.
Hay que rendirse ante Dios; no mirar, escuchar, sentir o palpar con nuestros sentidos, sino rendirse a sus preceptos; se trata de entrar en comunión, orar constantemente y permitir que Él nos hable.
¿Qué hacer frente a los pecados de la sociedad?
A veces son espíritus que entraron a tu vida a través de los pecados capitales: soberbia, gula, pereza, lujuria, envidia, ira y avaricia, pero no salen tan fácil.
¿Cómo hacer para dejar atrás estos pecados capitales?
Salen solamente con un largo periodo de ayuno de 40 días. Si uno quiere una sanación muy fuerte, toca rendirse para que Jesús tome toda la posesión de la mente y el espíritu. El primer día de ayuno Jesús empieza a poner la paz en la mente, aunque si le domina el espíritu de la soberbia lo más probable es que se sienta dolores de cabeza porque te estarán sacando la espina de la soberbia de la cabeza. El segundo día a lo mejor Jesús te sana los ojos, porque has mirado de mal forma a las personas; o tu boca, porque haz murmurado o criticado. Estas partes del cuerpo te dolerán porque es como una extracción de espinas. Jesús está muerto en cada persona cuando no cumplimos sus mandamientos; nosotros lo clavamos.
Explíquenos mejor ese ayuno
Deberá ser con pan y agua, o arepa limpia con agua, reforzado con mucha oración, asistencia a misas. En este proceso es como si Jesús nos desclavara las espinas, lo cual es algo doloroso. No es el dolor por no comer comida, es el dolor que se le provoca a Jesús al cometer pecados o andar por caminos equivocados. Con cada día de ayuno se genera paz en la mente, en la mirada, en la respiración, en el habla y en el corazón.
Si uno quiere ser un Cristo vivo hay que empezar con 40 días de ayuno para que el Espíritu Santo tome posesión del cuerpo. Si se hace con la fe y rigurosidad que se requiere se puede tener los dones de los párrocos y aplicarlos en la familia o comunidad porque serás un testimonio viviente o tabernáculo ambulante.
¿Cuál es la principal necesidad que percibe en Colombia?
El país tiene fe, por lo que tiene todos los ingredientes para ser Jesús vivo; ahora hay que dejar que Jesús se vivifique en cada uno de nosotros. No he visto a ninguna persona santa que no haya ayunado, rezado el rosario, rezado la divina misericordia, ir diariamente a la santa misa y confesarse semanalmente.
ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ / EL PILÓN
[email protected]
Las personas que deseen liberarse de pecados capitales les recomienda un periodo de ayuno de 40 días con pan y agua o arepa limpia con agua.
En una misa multitudinaria, el párroco rumano resaltó la importancia de practicar la caridad, la comunión y la confesión.
Ayunar, rezar el rosario y la divina misericordia, ir diariamente a misa, así como confesarse semanalmente, son las claves que entregó el presbítero rumano Claudio Barbut a los habitantes de Valledupar, en el marco de una eucaristía de sanación y liberación que presidió ayer junto con el sacerdote Doriam Rocha en la parroquia la Inmaculada Concepción de Valledupar.
“Con este comportamiento los demonios que nos atacan frecuentemente salen. El mensaje de Jesús es que debemos ser misericordiosos consigo mismo y con los demás”, subrayó el párroco que trabajó de cerca con los papas San Juan Pablo II, Benedicto XV y Francisco, así como con la madre Teresa de Calcuta. De esto y otros temas dialogó con EL PILÓN.
¿Cuál es su misión evangelizadora?
Nuestra misión RUA o soplo de Dios es la continuación de la misericordia del papa Francisco. Jesús a través de la misericordia sana. El bálsamo de la crítica o de la soberbia no ayuda, sino que envenena, pero el bálsamo del amor y la misericordia beneficia el alma; aunque el efecto es más lento, la respuesta es más grande porque proviene de Dios.
¿Cuál es el mensaje que trasmite a la comunidad?
Aplicar “tres vitaminas C”: caridad o ayuda a los pobres, que la aprendí con el papa Francisco; comunión, que la aprendí con Benedicto XVI y la madre Teresa de Calcuta; y confesión, que la aprendí con Juan Pablo Segundo. Mi invitación es que practiquen con regularidad estos actos.
¿Cómo debe ser el comportamiento de un buen cristiano?
En el Padre Nuestro reza “hágase su voluntad”; debemos dejarnos guiar por lo que Dios quiere para nosotros y no por nuestros caprichos. Nosotros sufrimos porque hacemos nuestra propia voluntad. Cuando uno se rinde es cuando se descubre cuánta fuerza tiene Dios en nosotros; no se trata de lo que uno quiere, sino de lo que él quiere.
Hay que rendirse ante Dios; no mirar, escuchar, sentir o palpar con nuestros sentidos, sino rendirse a sus preceptos; se trata de entrar en comunión, orar constantemente y permitir que Él nos hable.
¿Qué hacer frente a los pecados de la sociedad?
A veces son espíritus que entraron a tu vida a través de los pecados capitales: soberbia, gula, pereza, lujuria, envidia, ira y avaricia, pero no salen tan fácil.
¿Cómo hacer para dejar atrás estos pecados capitales?
Salen solamente con un largo periodo de ayuno de 40 días. Si uno quiere una sanación muy fuerte, toca rendirse para que Jesús tome toda la posesión de la mente y el espíritu. El primer día de ayuno Jesús empieza a poner la paz en la mente, aunque si le domina el espíritu de la soberbia lo más probable es que se sienta dolores de cabeza porque te estarán sacando la espina de la soberbia de la cabeza. El segundo día a lo mejor Jesús te sana los ojos, porque has mirado de mal forma a las personas; o tu boca, porque haz murmurado o criticado. Estas partes del cuerpo te dolerán porque es como una extracción de espinas. Jesús está muerto en cada persona cuando no cumplimos sus mandamientos; nosotros lo clavamos.
Explíquenos mejor ese ayuno
Deberá ser con pan y agua, o arepa limpia con agua, reforzado con mucha oración, asistencia a misas. En este proceso es como si Jesús nos desclavara las espinas, lo cual es algo doloroso. No es el dolor por no comer comida, es el dolor que se le provoca a Jesús al cometer pecados o andar por caminos equivocados. Con cada día de ayuno se genera paz en la mente, en la mirada, en la respiración, en el habla y en el corazón.
Si uno quiere ser un Cristo vivo hay que empezar con 40 días de ayuno para que el Espíritu Santo tome posesión del cuerpo. Si se hace con la fe y rigurosidad que se requiere se puede tener los dones de los párrocos y aplicarlos en la familia o comunidad porque serás un testimonio viviente o tabernáculo ambulante.
¿Cuál es la principal necesidad que percibe en Colombia?
El país tiene fe, por lo que tiene todos los ingredientes para ser Jesús vivo; ahora hay que dejar que Jesús se vivifique en cada uno de nosotros. No he visto a ninguna persona santa que no haya ayunado, rezado el rosario, rezado la divina misericordia, ir diariamente a la santa misa y confesarse semanalmente.
ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ / EL PILÓN
[email protected]