Las obras del alcantarillado pluvial de Valledupar están detenidas desde mitad de este año, cuando el avance reportado por el Consorcio Colector Guatapurí era del 50 %. Esta estructura fue planeada para conducir las aguas lluvias desde la avenida Simón Bolívar hasta el río Guatapurí, con una inversión de $54 mil millones. 

EL PILÓN consultó a Leonardo Zuleta Guerra, gerente de Aguas del Cesar, empresa pública que realizó la contratación, cuál fue el motivo de la suspensión y cuándo retomarán las labores por parte del contratista.

Gerente, ¿qué pasó con la construcción del colector de aguas lluvias?

Tenemos un 50 %, pero en estos momentos estamos suspendidos, tenemos fecha de terminación actual del 27 de mayo del 2025, o sea, el año entrante.  Estamos suspendidos supeditados a un proceso de reformulación ante el Ministerio de Vivienda, que da el grueso de la financiación, por ende, ellos son los que ponen las reglas del juego y tienen que decirnos ‘sí’ o ‘no’ a cualquier modificación que se le haga al proyecto.

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Ya hemos adelantado todos los estudios pertinentes para que esa reformulación se dé y sea una respuesta positiva a las necesidades actuales del proyecto y así poder avanzar, prácticamente eso es presentar un proyecto nuevo, con el acompañamiento del contratista de obra, la interventoría y la misma Alcaldía Municipal de Valledupar. Estamos en espera de fechas para entrar al comité de reformulación para que nos den la respuesta positiva y ya con esa respuesta oficializada reiniciamos las obras. 

¿Y por qué se suspendió la obra?

A razón de que el Ministerio nos solicitó una serie de estudios para justificar la modificación, estudios hidráulicos, presupuestales, justificación de las modificaciones, estudios de suelo, entre otros, es necesario presentar el proyecto nuevamente.

¿Y a qué responde esa modificación?

Son varios puntos que trata esta reformulación:  primero, durante la ejecución y los replanteos reales del proyecto cuando se iniciaron las obras, tocó solventar por nivel técnico la estructura de descole, la estructura de descole es donde va a llegar el agua ya en el río Guatapurí, tocó reestructurar por el tema de la socavación, en el punto donde estaban inicialmente,  el río golpeaba con mayor fuerza y socavaba toda la estructura y nos tocó profundizarla a dos metros para evitar esa socavación y que la estructura sea duradera. 

Otro de los motivos es que el Ministerio no acepta que se hagan reposiciones de andenes con los materiales de sitio, ejemplo, si tú tienes un tablón en la puerta de la calle, y nosotros hacemos el paso del colector, el Ministerio no acepta que nosotros echemos tablón en el espacio público. 

Otro de los temas es el de los sumideros que estaban planteados eran sumideros como los de la Simón Bolívar, que son sumideros que la verdad la vida útil no es muy larga y el tema de mantenimiento es bastante repetitivo. Entonces se propuso cambiar eso por los sumideros como los que hoy están funcionando en el centro histórico, son de malla, más residentes al paso de los vehículos y de menos mantenimiento. 

También tuvimos problemas porque el colector tiene prácticamente un ancho de toda la vida, 6 metros por 2 y la excavación se lleva toda la calzada y además de eso nos toca excavar los andenes para darle áreas de intervención a los trabajadores, área de maniobra, eso representa que todos los postes y cableado eléctrico requiere permiso de un tercero, la empresa de servicios públicos que de energía, nos tocaba estar pidiendo permisos cada rato y  ellos demoraban para dar una autorización. 

¿Pero en los estudios previos no contemplaron todas esas  complicaciones?

Lo que pasa es que una cosa es un estudio y otra cosa cuando tú llegas a lo real, cuando empiezas a excavar te das cuenta que, por ejemplo, muchas tuberías no están dentro de los catastros de redes y toca solventar, otra de las cosas que nos causó problemas al principio fue el tema de las acequias y el nivel freático, por más que tuviéramos un estudio, nosotros no podíamos determinar qué tanto iba a ser el nivel freático en la intervención puntual de la cuarta al río. 

Ahí nos tocó solventar con desvíos a las acequias que cruzan, nos tocó canalizar, eso retrasa las obras, pero ya se hizo por lo menos la canalización de la cuarta al río y de la cuarta a la 13, faltando la novena como intervención. El proyecto, desde la novena hasta el río funciona perfectamente. Cuando tengamos el ok para la modificación del tema de los andes, de los cambios de los postes, el tema eléctrico,  las líneas de agua de alcantarillado, creería que lo que para lo que nos hace falta no vamos a tener mayor inconveniente. 

Hasta ahora lo que nos hace falta es el cruce de la novena, por Coca-Cola, por la DPA, para poder poner en funcionamiento prácticamente el 70 % del colector que en estos momentos va en la 13 y la séptima A con 13. Cuando reiniciemos la obra, hacemos la intervención en la novena y paralelamente vamos a intervenir de la 13 hasta la Simón Bolívar, o sea que va a ser rápido. Esperemos que dentro de estos 15 días podamos entrar a ese comité y nos puedan dar el aval.

¿Estos cambios necesitarán una adición de recursos? 

No. Hasta el momento no se ha planteado adición de recursos, de hecho, no es uno de los motivos  que propician esta reformulación. Los mismos 54 mil millones de pesos son los que se van a utilizar para terminar las obras, no hay adición.

Por Andrea Guerra Peña / EL PILÓN

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