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Editorial - 18 enero, 2021

El alcalde tiene un cerro

Se inició una construcción en la falda del cerro de Hurtado (para algunos Cicolac) que amenaza el patrimonio de la ciudad, como lo declaró el Concejo Municipal en 1996. Hay una fuerte oposición y en EL PILÓN se han leído razones antagónicas sobre la viabilidad de su continuación.

Se inició una construcción en la falda del cerro de Hurtado (para algunos Cicolac) que amenaza el patrimonio de la ciudad, como lo declaró el Concejo Municipal en 1996. Hay una fuerte oposición  y en EL PILÓN se han leído razones antagónicas sobre la viabilidad de su continuación.

El columnista José Romero Churio  consideró urgente la cancelación de la obra, planteó que el alcalde Mello Castro, si está en condición de conflicto de interés, debe  declararse impedido y nombrarse un alcalde adhoc, y si hay derechos de particulares debe negociarse transparentemente para preservar el patrimonio.

La columnista Cenaida Alvis Barranco, relacionada con la familia propietaria de la proyectada casa,  dice que se procede bien, que los aspectos  de la construcción y uso del suelo urbano fueron contemplados  por la curaduría al expedir la licencia conforme al POT vigente, del que  “antes de su aprobación todas las organizaciones y personas que defienden algún beneficio común tienen las oportunidades de objetarlo y modificarlo.

En estas circunstancias legales, este POT, aprobado hace varias administraciones, dio vía libre a construcciones en la falda del cerro de Hurtado, que catastralmente se conoce como manzana F de la urbanización Santa Rosalía, en los terrenos que originalmente pertenecían al insigne Pepe Castro, después pasaron a sus descendientes y algunos de ellos han vendido a otros particulares.

Corpocesar, institución encargada de velar el cumplimiento de las leyes ambientales, ya verificó que los lotes que conforman dicha manzana F de Santa Rosalía no se sobreponen con ninguna Zona Forestal Protectora, ni con Áreas del Sistema Nacional de Áreas Protegidas, SINAP, ni con recorridos y/o bordeados por ninguna fuente de aguas superficiales, ni mucho menos con algún ecosistema estratégico (Bosque Seco Tropical, Páramos y Humedales)”.

Pero la Alcaldía de Valledupar al finalizar la semana anunció la suspensión de la construcción por no tener la licencia urbana correspondiente. No conocemos aún detalles del acto administrativo. Ni de la Corporación.

Comentamos. El POT incluye en general  el aspecto ambiental de la zonificación y de hecho fue concertado con Corpocesar, pero en  el específico caso se afectan los recursos naturales tales como el suelo, porque el cerro exhibe una unidad topográfica y  continuidad morfológica; el agua,  en la medida en que se precipitaban por la pendiente de forma natural; la flora, pues se destruyó bosque primario, incluyendo especies de posible veda; fauna, por ruido y destrucción del bosque;  amén de  la afectación ambiental paisajista y  visual, condición de entorno y de atractivo turístico.   

Solo por este último aspecto, cualquier construcción ubicada  en la decena de lotes de la mencionada manzana que afectan la falda,  cercaría,  aislaría y ocultaría el cerro de los vallenatos. De modo que la Alcaldía  y Corpocesar  en aras de preservar el ambiente, el  patrimonio y paisaje de la ciudad deben parar toda construcción.

Editorial
18 enero, 2021

El alcalde tiene un cerro

Se inició una construcción en la falda del cerro de Hurtado (para algunos Cicolac) que amenaza el patrimonio de la ciudad, como lo declaró el Concejo Municipal en 1996. Hay una fuerte oposición y en EL PILÓN se han leído razones antagónicas sobre la viabilidad de su continuación.


Se inició una construcción en la falda del cerro de Hurtado (para algunos Cicolac) que amenaza el patrimonio de la ciudad, como lo declaró el Concejo Municipal en 1996. Hay una fuerte oposición  y en EL PILÓN se han leído razones antagónicas sobre la viabilidad de su continuación.

El columnista José Romero Churio  consideró urgente la cancelación de la obra, planteó que el alcalde Mello Castro, si está en condición de conflicto de interés, debe  declararse impedido y nombrarse un alcalde adhoc, y si hay derechos de particulares debe negociarse transparentemente para preservar el patrimonio.

La columnista Cenaida Alvis Barranco, relacionada con la familia propietaria de la proyectada casa,  dice que se procede bien, que los aspectos  de la construcción y uso del suelo urbano fueron contemplados  por la curaduría al expedir la licencia conforme al POT vigente, del que  “antes de su aprobación todas las organizaciones y personas que defienden algún beneficio común tienen las oportunidades de objetarlo y modificarlo.

En estas circunstancias legales, este POT, aprobado hace varias administraciones, dio vía libre a construcciones en la falda del cerro de Hurtado, que catastralmente se conoce como manzana F de la urbanización Santa Rosalía, en los terrenos que originalmente pertenecían al insigne Pepe Castro, después pasaron a sus descendientes y algunos de ellos han vendido a otros particulares.

Corpocesar, institución encargada de velar el cumplimiento de las leyes ambientales, ya verificó que los lotes que conforman dicha manzana F de Santa Rosalía no se sobreponen con ninguna Zona Forestal Protectora, ni con Áreas del Sistema Nacional de Áreas Protegidas, SINAP, ni con recorridos y/o bordeados por ninguna fuente de aguas superficiales, ni mucho menos con algún ecosistema estratégico (Bosque Seco Tropical, Páramos y Humedales)”.

Pero la Alcaldía de Valledupar al finalizar la semana anunció la suspensión de la construcción por no tener la licencia urbana correspondiente. No conocemos aún detalles del acto administrativo. Ni de la Corporación.

Comentamos. El POT incluye en general  el aspecto ambiental de la zonificación y de hecho fue concertado con Corpocesar, pero en  el específico caso se afectan los recursos naturales tales como el suelo, porque el cerro exhibe una unidad topográfica y  continuidad morfológica; el agua,  en la medida en que se precipitaban por la pendiente de forma natural; la flora, pues se destruyó bosque primario, incluyendo especies de posible veda; fauna, por ruido y destrucción del bosque;  amén de  la afectación ambiental paisajista y  visual, condición de entorno y de atractivo turístico.   

Solo por este último aspecto, cualquier construcción ubicada  en la decena de lotes de la mencionada manzana que afectan la falda,  cercaría,  aislaría y ocultaría el cerro de los vallenatos. De modo que la Alcaldía  y Corpocesar  en aras de preservar el ambiente, el  patrimonio y paisaje de la ciudad deben parar toda construcción.