Para nadie es un secreto que se ha vuelto costumbre que alcalde nuevo, crédito nuevo y que deuda nueva, municipio empeñado. Es casi que la primera iniciativa de los mandatarios, que propongan ante el Concejo Municipal endeudar al municipio, es decir, solicitar autorización para un empréstito ante la banca.
Para nadie es un secreto que se ha vuelto costumbre que alcalde nuevo, crédito nuevo y que deuda nueva, municipio empeñado. Es casi que la primera iniciativa de los mandatarios, que propongan ante el Concejo Municipal endeudar al municipio, es decir, solicitar autorización para un empréstito ante la banca.
Lo curioso del caso es que el municipio de Valledupar, para la vigencia 2024, tiene un presupuesto para ejecutar de $1.134.740.272.887, es decir, el presupuesto más alto en la historia del municipio, por lo que no se entiende cuál es el afán del señor alcalde que en escasos 6 meses de su gobierno, proponer endeudar al municipio. Se ve claramente que no existe una planeación financiera que le permita convencer al pueblo vallenato y digo al pueblo porque al Concejo municipal ya lo tiene en el bolsillo para lograr la aprobación del empréstito, sin querer pensar, que lo hace solo es para pagar favores políticos.
A junio de 2022, el municipio registraba una deuda pública con entidades financieras de $79.430 millones, saldo este que viene de arrastre desde el 31 de diciembre 2021, y que a corte a 31 de julio de 2023, Valledupar pagó $19.895 millones, de ellos, solo de intereses fueron $8.992 millones y $10.903 millones de capital. Se imagina usted señor lector, con esos 8.992 millones de intereses que se pagaron, cuántas iniciativas para el mejoramiento poblacional se hubiesen hecho, cuántas mejoras en las escuelas de los corregimientos, o por lo menos cuántas calles del municipio serian intervenidas, pero para los ordenadores de gastos es mucho más negocio destinar recursos en obras que en su mayoría terminan inconclusas o muy mal planeadas para posteriormente utilizar el mecanismo de adición presupuestal.
Valledupar no ha contado desde hace 16 años de una buena planeación financiera, a punto que el Ministerio de Hacienda, a través de la Dirección de Apoyo Fiscal, mediante la Resolución 1342 con fecha de 30 de abril de 2013, autorizó el ingreso del municipio de Valledupar a Ley 550 o Ley de quiebra, esto, sencillamente, por el pasivo altísimo que tenía en su momento que se aproximaba a los 204.000 millones de pesos.
Después, en el nefasto gobierno del Mello Castro, se adquirió un crédito de $39.493 millones ante Findeter, para construir dos vías en el municipio, luego de que el Concejo autorizara el empréstito en diciembre del 2022, obras estas inconclusas y que sin lugar a dudas estarán pendientes que se le otorgue una adición presupuestal para su terminación.
Con esta pequeña reseña histórica de las finanzas del municipio de Valledupar, en donde después de superar la Ley 550 están empecinados en hacerlo inviable financieramente con otro empréstito más. Solo queda pensar, que esas son las únicas gestiones que realizan los concejales del municipio, para ellos es de vital importancia que el alcalde que llegue, píese en endeudar al municipio, ya que con los anteriores empréstitos han salido lujosas casas y camionetas de alta gama, pero solución para las diferentes problemáticas del municipio no se han visto, muchos de esos recursos no se han percibido en inversiones sociales de alto impacto.
Generar confianza en la ciudadanía es un punto clave para creer que los recursos obtenidos por el municipio, independientemente de la fuente de financiación, sean invertidos con trasparencias y objetividad, para ello se hace necesario hacer visibles las obras que se ejecutan, priorizando, claro está, en aquellas de mayor beneficio e impacto para la ciudad.
Por: Emiliano Piedrahíta Porras.
Para nadie es un secreto que se ha vuelto costumbre que alcalde nuevo, crédito nuevo y que deuda nueva, municipio empeñado. Es casi que la primera iniciativa de los mandatarios, que propongan ante el Concejo Municipal endeudar al municipio, es decir, solicitar autorización para un empréstito ante la banca.
Para nadie es un secreto que se ha vuelto costumbre que alcalde nuevo, crédito nuevo y que deuda nueva, municipio empeñado. Es casi que la primera iniciativa de los mandatarios, que propongan ante el Concejo Municipal endeudar al municipio, es decir, solicitar autorización para un empréstito ante la banca.
Lo curioso del caso es que el municipio de Valledupar, para la vigencia 2024, tiene un presupuesto para ejecutar de $1.134.740.272.887, es decir, el presupuesto más alto en la historia del municipio, por lo que no se entiende cuál es el afán del señor alcalde que en escasos 6 meses de su gobierno, proponer endeudar al municipio. Se ve claramente que no existe una planeación financiera que le permita convencer al pueblo vallenato y digo al pueblo porque al Concejo municipal ya lo tiene en el bolsillo para lograr la aprobación del empréstito, sin querer pensar, que lo hace solo es para pagar favores políticos.
A junio de 2022, el municipio registraba una deuda pública con entidades financieras de $79.430 millones, saldo este que viene de arrastre desde el 31 de diciembre 2021, y que a corte a 31 de julio de 2023, Valledupar pagó $19.895 millones, de ellos, solo de intereses fueron $8.992 millones y $10.903 millones de capital. Se imagina usted señor lector, con esos 8.992 millones de intereses que se pagaron, cuántas iniciativas para el mejoramiento poblacional se hubiesen hecho, cuántas mejoras en las escuelas de los corregimientos, o por lo menos cuántas calles del municipio serian intervenidas, pero para los ordenadores de gastos es mucho más negocio destinar recursos en obras que en su mayoría terminan inconclusas o muy mal planeadas para posteriormente utilizar el mecanismo de adición presupuestal.
Valledupar no ha contado desde hace 16 años de una buena planeación financiera, a punto que el Ministerio de Hacienda, a través de la Dirección de Apoyo Fiscal, mediante la Resolución 1342 con fecha de 30 de abril de 2013, autorizó el ingreso del municipio de Valledupar a Ley 550 o Ley de quiebra, esto, sencillamente, por el pasivo altísimo que tenía en su momento que se aproximaba a los 204.000 millones de pesos.
Después, en el nefasto gobierno del Mello Castro, se adquirió un crédito de $39.493 millones ante Findeter, para construir dos vías en el municipio, luego de que el Concejo autorizara el empréstito en diciembre del 2022, obras estas inconclusas y que sin lugar a dudas estarán pendientes que se le otorgue una adición presupuestal para su terminación.
Con esta pequeña reseña histórica de las finanzas del municipio de Valledupar, en donde después de superar la Ley 550 están empecinados en hacerlo inviable financieramente con otro empréstito más. Solo queda pensar, que esas son las únicas gestiones que realizan los concejales del municipio, para ellos es de vital importancia que el alcalde que llegue, píese en endeudar al municipio, ya que con los anteriores empréstitos han salido lujosas casas y camionetas de alta gama, pero solución para las diferentes problemáticas del municipio no se han visto, muchos de esos recursos no se han percibido en inversiones sociales de alto impacto.
Generar confianza en la ciudadanía es un punto clave para creer que los recursos obtenidos por el municipio, independientemente de la fuente de financiación, sean invertidos con trasparencias y objetividad, para ello se hace necesario hacer visibles las obras que se ejecutan, priorizando, claro está, en aquellas de mayor beneficio e impacto para la ciudad.
Por: Emiliano Piedrahíta Porras.