Con este apelativo del ‘Abanderado’ es conocido en el mundo de la música, Mateo Torres Barrera, tras convertirse en los años 80, en cabeza visible de la inconformidad de los compositores de la música vallenata, al reclamar los dineros esquilmados, correspondientes por ventas de discos y ejecución publica, ilícito que siempre han practicado, las disqueras, Sayco y Acimpro, según Torres.
Por Celso Guerra
Con este apelativo del ‘Abanderado’ es conocido en el mundo de la música, Mateo Torres Barrera, tras convertirse en los años 80, en cabeza visible de la inconformidad de los compositores de la música vallenata, al reclamar los dineros esquilmados, correspondientes por ventas de discos y ejecución publica, ilícito que siempre han practicado, las disqueras, Sayco y Acimpro, según Torres.
Lógicamente que esta osadía de Mateo, compositor y abogado, de enfrentar a estos pulpos de la música, que todo lo absorben, le trajo consecuencias negativas para su carrera como músico, sus obras musicales fueron vetadas por las disqueras, y Sayco no le paga lo que sus canciones producen, por ejecución pública, algunos intérpretes se confabularon con los opresores, para callar la voz protesta del arte.
Estas medidas arbitrarias y discriminatorias, no amilanaron el espíritu justiciero del ‘Abanderado’, el siguió no solo en su lucha en favor de sus colegas, si no haciendo canciones que han tenido connotación internacional, como, “Las Rosas”, canto, que en nuestro medio suena para el día de las madres, pero que realmente es para ser dedicada a la mujer en toda ocasión.
Esta fue grabada por primera vez, por Rafael Orozco y Emilio Oviedo, con los cuales tuvo un éxito muy discreto, luego lo retomaron, Carlos Lleras Araújo y ‘Chema’ Ramos, algunos veteranos todavía recuerdan esta versión, pero indudablemente quienes la llevan a la fama son, Andrés ‘El Turco’ Gil y la voz del Gabriel Chamorro; antes de hacer parte del conjunto del ‘Turco’, fue la segunda voz, junto a Johnny Cervantes, primeros coristas de Alfredo Gutiérrez, y del folclor, cuando Gutiérrez, incursiona en el vallenato en 1967.
Esta interpretación del ‘Turco’ con Chamorro tuvo aceptación internacional, ocupó por cinco meses consecutivos, los primeros lugares en la revista más prestigiosa de la música universalmente, líder en este tipo de mediciones, Bilboard.
Luego de este éxito, se conocieron otras versiones en diferentes partes del continente, en Venezuela la grabaron Los Auténticos y en Méjico el grupo Escorpión, ambos la arreglaron en ritmo de cumbia.
Los dineros de esta canción por ambos conceptos, regalías y ejecución pública, no le llegaron a Mateo a pesar de haber sido conocida hace cerca de 40 años, en todo el mundo.
Otro canto que habla de las calidades de Torres, como compositor es, ‘Mi presidio’, con más de 30 versiones, dio a conocer a Mateo en el interior de Colombia, países andinos y Méjico, siendo Romualdo Brito, su primer intérprete, ya que Juan Piña la rechazó cuando Ismael Rudas le tenía la pista lista para el canto.
Ha sido tanto el éxito que le ha dado a Brito, ‘Mi presidio’,que la ha grabado ocho veces; en algunos sectores creen que es de su autoría, principalmente en los países de Centro y Norteamérica, donde ha tenido su santuario. En Méjico, Torres tuvo que hacer la aclaración.
Esta canción originalmente fue concebida en ritmo de bolero y por no tener su autor, relación con estos intérpretes, no fue grabada bajo este formato.
Con este apelativo del ‘Abanderado’ es conocido en el mundo de la música, Mateo Torres Barrera, tras convertirse en los años 80, en cabeza visible de la inconformidad de los compositores de la música vallenata, al reclamar los dineros esquilmados, correspondientes por ventas de discos y ejecución publica, ilícito que siempre han practicado, las disqueras, Sayco y Acimpro, según Torres.
Por Celso Guerra
Con este apelativo del ‘Abanderado’ es conocido en el mundo de la música, Mateo Torres Barrera, tras convertirse en los años 80, en cabeza visible de la inconformidad de los compositores de la música vallenata, al reclamar los dineros esquilmados, correspondientes por ventas de discos y ejecución publica, ilícito que siempre han practicado, las disqueras, Sayco y Acimpro, según Torres.
Lógicamente que esta osadía de Mateo, compositor y abogado, de enfrentar a estos pulpos de la música, que todo lo absorben, le trajo consecuencias negativas para su carrera como músico, sus obras musicales fueron vetadas por las disqueras, y Sayco no le paga lo que sus canciones producen, por ejecución pública, algunos intérpretes se confabularon con los opresores, para callar la voz protesta del arte.
Estas medidas arbitrarias y discriminatorias, no amilanaron el espíritu justiciero del ‘Abanderado’, el siguió no solo en su lucha en favor de sus colegas, si no haciendo canciones que han tenido connotación internacional, como, “Las Rosas”, canto, que en nuestro medio suena para el día de las madres, pero que realmente es para ser dedicada a la mujer en toda ocasión.
Esta fue grabada por primera vez, por Rafael Orozco y Emilio Oviedo, con los cuales tuvo un éxito muy discreto, luego lo retomaron, Carlos Lleras Araújo y ‘Chema’ Ramos, algunos veteranos todavía recuerdan esta versión, pero indudablemente quienes la llevan a la fama son, Andrés ‘El Turco’ Gil y la voz del Gabriel Chamorro; antes de hacer parte del conjunto del ‘Turco’, fue la segunda voz, junto a Johnny Cervantes, primeros coristas de Alfredo Gutiérrez, y del folclor, cuando Gutiérrez, incursiona en el vallenato en 1967.
Esta interpretación del ‘Turco’ con Chamorro tuvo aceptación internacional, ocupó por cinco meses consecutivos, los primeros lugares en la revista más prestigiosa de la música universalmente, líder en este tipo de mediciones, Bilboard.
Luego de este éxito, se conocieron otras versiones en diferentes partes del continente, en Venezuela la grabaron Los Auténticos y en Méjico el grupo Escorpión, ambos la arreglaron en ritmo de cumbia.
Los dineros de esta canción por ambos conceptos, regalías y ejecución pública, no le llegaron a Mateo a pesar de haber sido conocida hace cerca de 40 años, en todo el mundo.
Otro canto que habla de las calidades de Torres, como compositor es, ‘Mi presidio’, con más de 30 versiones, dio a conocer a Mateo en el interior de Colombia, países andinos y Méjico, siendo Romualdo Brito, su primer intérprete, ya que Juan Piña la rechazó cuando Ismael Rudas le tenía la pista lista para el canto.
Ha sido tanto el éxito que le ha dado a Brito, ‘Mi presidio’,que la ha grabado ocho veces; en algunos sectores creen que es de su autoría, principalmente en los países de Centro y Norteamérica, donde ha tenido su santuario. En Méjico, Torres tuvo que hacer la aclaración.
Esta canción originalmente fue concebida en ritmo de bolero y por no tener su autor, relación con estos intérpretes, no fue grabada bajo este formato.