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Editorial - 5 diciembre, 2018

Educación sin cuentas alegres

No unimos al reconocimiento que la Secretaría de Educación Municipal hizo a 67 estudiantes del grado 11 por obtener los mejores resultados de Valledupar en las pruebas Saber 2018. Esos jóvenes demuestran que el estudio con esfuerzo es compensado con buenas calificaciones y más conocimiento. Sin embargo, al revisar los resultados de todo el municipio, […]

No unimos al reconocimiento que la Secretaría de Educación Municipal hizo a 67 estudiantes del grado 11 por obtener los mejores resultados de Valledupar en las pruebas Saber 2018. Esos jóvenes demuestran que el estudio con esfuerzo es compensado con buenas calificaciones y más conocimiento.

Sin embargo, al revisar los resultados de todo el municipio, encontramos que hay una gran tarea porque los sectores más pobres son los que obtienen resultados más bajos; los colegios de la zona rural tienen un promedio que no supera los 225 puntos, y en los barrios más vulnerables del casco urbano ni siquiera se alcanza el promedio nacional de 258 puntos.

De los 67 estudiantes destacados ayer solo la tercera parte corresponde a colegios públicos, lo que demuestra que hay que reforzar el trabajo en estos planteles, donde no es suficiente con darles un bocado de comida a los niños, se requieren más inversión para materiales didácticos y reforzar su aprendizaje.

Aunque parezca cruda, es muy cierta la afirmación que en el marco de la ceremonia hizo el presidente de la Asociación de Educadores del Cesar, Manuel Villalba: “Mientras que en los mejores colegios del municipio se presentan exámenes para poder ingresar, en algunos colegios los jóvenes van a buscar un refugio o un plato de comida”.

En ese sentido destacamos el trabajo realizado por los rectores, docentes, estudiantes y padres de familia del Colegio Nacional Loperena, porque el plantel tuvo un promedio de 316, superior a la media nacional. Nombramos a todos los que participan en el proceso de los estudiantes porque solo así, con un trabajo integral, se obtienen los buenos resultados.

Los padres de familia de esta institución no se conforman con lo que proporciona el Estado y supimos que se sacrifican pagando simulacros de manera regular para preparar a los jóvenes.

Del sector privado el mejor resultado lo obtuvo con 343 el Colegio Sagrada Familia, 27 más que el Loperena, el mejor público. Además es destacable la Institución Educativa Casd Simón Bolívar, con la segunda mejor estudiante en el municipio, la joven obtuvo 385 puntos, primer lugar de las instituciones oficiales a nivel local.

Luego de revisar las cifras, reconocemos que se ha cerrado la brecha de resultados entre instituciones educativas oficiales y privadas, pero las inversiones y manejo de la formación académica no ha sido lo suficientemente eficaz. Ya son más los estudiantes del sector público sobresaliendo en las pruebas Saber, pero todavía hay mucho por mejorar en infraestructura, transporte, y calidad académica para que no se sigan haciendo cuentas alegres en la educación del municipio. A celebrar por los buenos resultados y a reflexionar sobre que hay que mejorar.

Editorial
5 diciembre, 2018

Educación sin cuentas alegres

No unimos al reconocimiento que la Secretaría de Educación Municipal hizo a 67 estudiantes del grado 11 por obtener los mejores resultados de Valledupar en las pruebas Saber 2018. Esos jóvenes demuestran que el estudio con esfuerzo es compensado con buenas calificaciones y más conocimiento. Sin embargo, al revisar los resultados de todo el municipio, […]


No unimos al reconocimiento que la Secretaría de Educación Municipal hizo a 67 estudiantes del grado 11 por obtener los mejores resultados de Valledupar en las pruebas Saber 2018. Esos jóvenes demuestran que el estudio con esfuerzo es compensado con buenas calificaciones y más conocimiento.

Sin embargo, al revisar los resultados de todo el municipio, encontramos que hay una gran tarea porque los sectores más pobres son los que obtienen resultados más bajos; los colegios de la zona rural tienen un promedio que no supera los 225 puntos, y en los barrios más vulnerables del casco urbano ni siquiera se alcanza el promedio nacional de 258 puntos.

De los 67 estudiantes destacados ayer solo la tercera parte corresponde a colegios públicos, lo que demuestra que hay que reforzar el trabajo en estos planteles, donde no es suficiente con darles un bocado de comida a los niños, se requieren más inversión para materiales didácticos y reforzar su aprendizaje.

Aunque parezca cruda, es muy cierta la afirmación que en el marco de la ceremonia hizo el presidente de la Asociación de Educadores del Cesar, Manuel Villalba: “Mientras que en los mejores colegios del municipio se presentan exámenes para poder ingresar, en algunos colegios los jóvenes van a buscar un refugio o un plato de comida”.

En ese sentido destacamos el trabajo realizado por los rectores, docentes, estudiantes y padres de familia del Colegio Nacional Loperena, porque el plantel tuvo un promedio de 316, superior a la media nacional. Nombramos a todos los que participan en el proceso de los estudiantes porque solo así, con un trabajo integral, se obtienen los buenos resultados.

Los padres de familia de esta institución no se conforman con lo que proporciona el Estado y supimos que se sacrifican pagando simulacros de manera regular para preparar a los jóvenes.

Del sector privado el mejor resultado lo obtuvo con 343 el Colegio Sagrada Familia, 27 más que el Loperena, el mejor público. Además es destacable la Institución Educativa Casd Simón Bolívar, con la segunda mejor estudiante en el municipio, la joven obtuvo 385 puntos, primer lugar de las instituciones oficiales a nivel local.

Luego de revisar las cifras, reconocemos que se ha cerrado la brecha de resultados entre instituciones educativas oficiales y privadas, pero las inversiones y manejo de la formación académica no ha sido lo suficientemente eficaz. Ya son más los estudiantes del sector público sobresaliendo en las pruebas Saber, pero todavía hay mucho por mejorar en infraestructura, transporte, y calidad académica para que no se sigan haciendo cuentas alegres en la educación del municipio. A celebrar por los buenos resultados y a reflexionar sobre que hay que mejorar.