Este es un tema que necesita abordarse con urgencia hoy más que nunca; se requiere inmediata y efectiva intervención; una escogencia de forma impactante y positiva tal vez, donde se sobredimensiona el alto porcentaje y calidad del ser humano, procesos dinámicos y multifactoriales, lo que supone un trabajo planeado, coordinado y en conjunto con convergencia […]
Este es un tema que necesita abordarse con urgencia hoy más que nunca; se requiere inmediata y efectiva intervención; una escogencia de forma impactante y positiva tal vez, donde se sobredimensiona el alto porcentaje y calidad del ser humano, procesos dinámicos y multifactoriales, lo que supone un trabajo planeado, coordinado y en conjunto con convergencia pacífica.
Es indispensable establecer espacios de comunicación abierta en procura del bienestar y otras alternativas para un progreso contextualizado. En este proceso, la inestabilidad y confusión es un desarrollo dialéctico que hay que aceptar entre los seres humanos, dada su marcada polarización ideológica, la cual debe ser atacada para sustentar cualquier clase de manifestación y hacer frente a los conflictos.
Es necesario entonces un diagnóstico estratégico integral en el contexto educativo de nuestro país, deplorable por cierto, donde queda de manifiesto el desprecio y burla impredecibles con consecuencias nefastas; ejemplo, el atraso enorme reflejado a nivel mundial ante las pruebas Pisa, resultados negativos, Colombia se rajó, ¿cómo vamos?, vamos mal; sin embargo, el Ministerio de Educación Nacional debe adelantar una serie de medidas, analizar las cusas que han dado pie a este desastroso resultado y las posibles soluciones que puedan darse, tras el objetivo de desarraigar este fenómeno y todos los tentáculos que hoy por hoy hacen más indigna, pésima y mediocre nuestra educación. Una verdad de a puño que tenemos que aceptar sin resignarnos; tenemos en ese sentido que sumar todos los esfuerzos, de manera unida evaluar en forma cuantitativa y cualitativa el fenómeno educativo con racionalidad y proyección futurista pero en busca de una solución con criterio responsable.
Son importantes las veedurías educativas que concienticen y sensibilicen a todos los actores de la educación, tras la finalidad de propiciar un desarrollo sostenido a orientar la regulación, promoción y desarrollo educativo. Urge a estos actores, con renovador espíritu enderezar sendas de triunfo, avanzar en transformaciones profundas, bríos, voluntad y mucha decisión. Queremos aprovechar la situación para expresar un deseo en procura de conseguir la verdadera solución. Este proceso expuesto aquí, no se logra de la noche a la mañana, pero sí es importante luchar con denuedo y orgullo, bajo una óptica constructiva libre y espontánea, que tome cada día impulso para abordar estos puntos y lo más valioso el desarrollo del talento humano, gestión del cambio y liderazgo, como importancia a ello de la conveniencia del ser humano y herramienta del conocimiento.
Es innegable entorno a toda esta problemática reflejada en este texto, que día a día en Colombia escala más y más el descontento social y donde surge la pregunta ¿Qué está pasando con la Educación en Colombia?; pues las ideas se deben defender con la palabra y no con las vías de hecho esta últimas no hacen más que ubicarnos en el retroceso hacia la incertidumbre; la prudencia es absolutamente imprescindible, es un compromiso de la confidencialidad, argumento este que genera decisión y le da cierta figuración y legitimidad al liderazgo visible.
Este es un tema que necesita abordarse con urgencia hoy más que nunca; se requiere inmediata y efectiva intervención; una escogencia de forma impactante y positiva tal vez, donde se sobredimensiona el alto porcentaje y calidad del ser humano, procesos dinámicos y multifactoriales, lo que supone un trabajo planeado, coordinado y en conjunto con convergencia […]
Este es un tema que necesita abordarse con urgencia hoy más que nunca; se requiere inmediata y efectiva intervención; una escogencia de forma impactante y positiva tal vez, donde se sobredimensiona el alto porcentaje y calidad del ser humano, procesos dinámicos y multifactoriales, lo que supone un trabajo planeado, coordinado y en conjunto con convergencia pacífica.
Es indispensable establecer espacios de comunicación abierta en procura del bienestar y otras alternativas para un progreso contextualizado. En este proceso, la inestabilidad y confusión es un desarrollo dialéctico que hay que aceptar entre los seres humanos, dada su marcada polarización ideológica, la cual debe ser atacada para sustentar cualquier clase de manifestación y hacer frente a los conflictos.
Es necesario entonces un diagnóstico estratégico integral en el contexto educativo de nuestro país, deplorable por cierto, donde queda de manifiesto el desprecio y burla impredecibles con consecuencias nefastas; ejemplo, el atraso enorme reflejado a nivel mundial ante las pruebas Pisa, resultados negativos, Colombia se rajó, ¿cómo vamos?, vamos mal; sin embargo, el Ministerio de Educación Nacional debe adelantar una serie de medidas, analizar las cusas que han dado pie a este desastroso resultado y las posibles soluciones que puedan darse, tras el objetivo de desarraigar este fenómeno y todos los tentáculos que hoy por hoy hacen más indigna, pésima y mediocre nuestra educación. Una verdad de a puño que tenemos que aceptar sin resignarnos; tenemos en ese sentido que sumar todos los esfuerzos, de manera unida evaluar en forma cuantitativa y cualitativa el fenómeno educativo con racionalidad y proyección futurista pero en busca de una solución con criterio responsable.
Son importantes las veedurías educativas que concienticen y sensibilicen a todos los actores de la educación, tras la finalidad de propiciar un desarrollo sostenido a orientar la regulación, promoción y desarrollo educativo. Urge a estos actores, con renovador espíritu enderezar sendas de triunfo, avanzar en transformaciones profundas, bríos, voluntad y mucha decisión. Queremos aprovechar la situación para expresar un deseo en procura de conseguir la verdadera solución. Este proceso expuesto aquí, no se logra de la noche a la mañana, pero sí es importante luchar con denuedo y orgullo, bajo una óptica constructiva libre y espontánea, que tome cada día impulso para abordar estos puntos y lo más valioso el desarrollo del talento humano, gestión del cambio y liderazgo, como importancia a ello de la conveniencia del ser humano y herramienta del conocimiento.
Es innegable entorno a toda esta problemática reflejada en este texto, que día a día en Colombia escala más y más el descontento social y donde surge la pregunta ¿Qué está pasando con la Educación en Colombia?; pues las ideas se deben defender con la palabra y no con las vías de hecho esta últimas no hacen más que ubicarnos en el retroceso hacia la incertidumbre; la prudencia es absolutamente imprescindible, es un compromiso de la confidencialidad, argumento este que genera decisión y le da cierta figuración y legitimidad al liderazgo visible.