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Columnista - 7 mayo, 2016

Ecos de un buen festival

Las cosas cuando están bien hechas se hace mención de ellas con la deferencia que merecen, de igual forma cuando hay algo que no está funcionando bien y que afecte a la comunidad, basándonos en la premisa de que la voz del pueblo es la voz de Dios, objetivamente también se debe hacer un llamado […]

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Las cosas cuando están bien hechas se hace mención de ellas con la deferencia que merecen, de igual forma cuando hay algo que no está funcionando bien y que afecte a la comunidad, basándonos en la premisa de que la voz del pueblo es la voz de Dios, objetivamente también se debe hacer un llamado de atención en aras de que se obre justamente y se tomen los correctivos del caso.

El comentario general es que este Festival Vallenato quedó muy bueno, los triunfadores, la nómina de artistas, la organización, los espectáculos en general, entre otras cosas, han permitido que haya unas muy buenas conclusiones en torno a lo acontecido durante la magna fiesta valduparense, y es que este año hubo una cantidad de ingredientes que garantizaban y exigían que este evento no debía escatimar esfuerzos en su organización ni durante su desarrollo.

La designación por parte de la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, la talla de los homenajeados, así lo ameritaban, por eso es que hubo todo un boom mediático y publicitario previo al inicio del Festival, medios nacionales y extranjeros hicieron una promoción sin precedentes en torno al mismo, y les aseguro que nunca antes los miembros de la Fundación habían trabajado tanto y tan organizadamente en torno a los preparativos.

Se debe reconocer el liderazgo de Rodolfo Molina Araujo, paralelamente también destacamos sus dones de gente y de caballero, al reconocer ante los medios algunas falencias y los “lunares” que tuvo la fiesta, no podemos dejar de resaltar el trabajo del resto del equipo y de los demás miembros de la Fundación, Diana Molina Carvajal, ‘El Mono’ Montero y ‘El Mono’ Quintero, y de todo el valioso personal de logística que no ahorraron esfuerzo para que las cosas salieran bien, la comitiva que recorrió distintas ciudades y medios promocionando los dotes de Darío Pavajeau como relacionista público, el apoyo irrestricto del gobernador Francisco Ovalle Angarita y del alcalde Tuto Uhia a nuestra fiesta, sin duda fue muy trascendental para el buen desarrollo de la misma, por eso los resultados saltan a la vista, es indiscutible que las buenas relaciones del trípode de los primeros mandatarios del departamento y municipio con el Presidente de la Fundación, influyen en los buenos resultados del Festival Vallenato, en donde hay muchos beneficiados, pero sin duda alguna el principal es nuestro querido Valledupar, dado que quien se vaya satisfecho de nuestra fiesta es un potencial promotor y multiplicador de la buena imagen de la misma y de nuestra ciudad.

Tuve la oportunidad de conocerme con personas honradas e influyentes de Caucasia y especialmente del Bagre Antioquia, que siendo organizadores de las festividades de allá, vinieron a conocer nuestra ciudad y nuestra fiesta, se fueron satisfechos de conocer una tierra próspera y amable, no sin antes invitarme a su Festival y pedirme colaboración para la programación del mismo, al cual con la ayuda de Dios aspiro a ir, previamente colaborándoles en lo que humildemente pueda para su preparación.

En cuanto al próximo homenajeado, opino al igual que muchas personas, que debería ser Jorge Oñate, dada su trayectoria y los 50 años que cumple de vida artística, al igual que la Fundación. Oñate con su canto le ha rendido tributo al vallenato por cinco décadas, es invaluable su aporte al folclor y es grande el listado de acordeoneros que a su lado se han crecido musicalmente, incluso muchos de ellos convirtiéndose reyes vallenatos a su lado.

Columnista
7 mayo, 2016

Ecos de un buen festival

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Julio Mario Celedon

Las cosas cuando están bien hechas se hace mención de ellas con la deferencia que merecen, de igual forma cuando hay algo que no está funcionando bien y que afecte a la comunidad, basándonos en la premisa de que la voz del pueblo es la voz de Dios, objetivamente también se debe hacer un llamado […]


Las cosas cuando están bien hechas se hace mención de ellas con la deferencia que merecen, de igual forma cuando hay algo que no está funcionando bien y que afecte a la comunidad, basándonos en la premisa de que la voz del pueblo es la voz de Dios, objetivamente también se debe hacer un llamado de atención en aras de que se obre justamente y se tomen los correctivos del caso.

El comentario general es que este Festival Vallenato quedó muy bueno, los triunfadores, la nómina de artistas, la organización, los espectáculos en general, entre otras cosas, han permitido que haya unas muy buenas conclusiones en torno a lo acontecido durante la magna fiesta valduparense, y es que este año hubo una cantidad de ingredientes que garantizaban y exigían que este evento no debía escatimar esfuerzos en su organización ni durante su desarrollo.

La designación por parte de la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, la talla de los homenajeados, así lo ameritaban, por eso es que hubo todo un boom mediático y publicitario previo al inicio del Festival, medios nacionales y extranjeros hicieron una promoción sin precedentes en torno al mismo, y les aseguro que nunca antes los miembros de la Fundación habían trabajado tanto y tan organizadamente en torno a los preparativos.

Se debe reconocer el liderazgo de Rodolfo Molina Araujo, paralelamente también destacamos sus dones de gente y de caballero, al reconocer ante los medios algunas falencias y los “lunares” que tuvo la fiesta, no podemos dejar de resaltar el trabajo del resto del equipo y de los demás miembros de la Fundación, Diana Molina Carvajal, ‘El Mono’ Montero y ‘El Mono’ Quintero, y de todo el valioso personal de logística que no ahorraron esfuerzo para que las cosas salieran bien, la comitiva que recorrió distintas ciudades y medios promocionando los dotes de Darío Pavajeau como relacionista público, el apoyo irrestricto del gobernador Francisco Ovalle Angarita y del alcalde Tuto Uhia a nuestra fiesta, sin duda fue muy trascendental para el buen desarrollo de la misma, por eso los resultados saltan a la vista, es indiscutible que las buenas relaciones del trípode de los primeros mandatarios del departamento y municipio con el Presidente de la Fundación, influyen en los buenos resultados del Festival Vallenato, en donde hay muchos beneficiados, pero sin duda alguna el principal es nuestro querido Valledupar, dado que quien se vaya satisfecho de nuestra fiesta es un potencial promotor y multiplicador de la buena imagen de la misma y de nuestra ciudad.

Tuve la oportunidad de conocerme con personas honradas e influyentes de Caucasia y especialmente del Bagre Antioquia, que siendo organizadores de las festividades de allá, vinieron a conocer nuestra ciudad y nuestra fiesta, se fueron satisfechos de conocer una tierra próspera y amable, no sin antes invitarme a su Festival y pedirme colaboración para la programación del mismo, al cual con la ayuda de Dios aspiro a ir, previamente colaborándoles en lo que humildemente pueda para su preparación.

En cuanto al próximo homenajeado, opino al igual que muchas personas, que debería ser Jorge Oñate, dada su trayectoria y los 50 años que cumple de vida artística, al igual que la Fundación. Oñate con su canto le ha rendido tributo al vallenato por cinco décadas, es invaluable su aporte al folclor y es grande el listado de acordeoneros que a su lado se han crecido musicalmente, incluso muchos de ellos convirtiéndose reyes vallenatos a su lado.