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Columnista - 9 junio, 2022

Economía y democracia, dos razones para votar por Rodolfo Hernández

Con Hernández  la historia es distinta. Se crea un entorno político, fiscal y macroeconómico favorable para los negocios

Hay dos razones fundamentales por las que votaré por Hernández, la una es la economía y la otra, la democracia.  

La economía porque el ingeniero representa certidumbre y confianza, mientras Petro significa  lo contrario. Al capital ni a los inversionistas les gusta la incertidumbre ni  lo incierto, es más, eso los espanta  y, eso es Petro. 

La decisión de Petro de suspender el 8 de agosto la exploración petrolera cuando el precio del barril está a 122 dólares, es decir, por las nubes, es aumentar el déficit fiscal y cerrar la caja de ingresos del Estado para el gasto y la política social del gobierno. La transición energética sí, pero no así. 

Y si se le suma lo que dijo sobre la compra de carbón por parte del Gobierno para guardarlo; el incremento de los aranceles a la producción de alimentos y a algunos alimentos; democratizar la propiedad  y “tomarse” los  fondos de pensiones, la conclusión es irrefutable:  los capitales del país huirán, la inversión  se frenará y el clima de negocios empeorará.

Con Hernández  la historia es distinta. Se crea un entorno político, fiscal y macroeconómico favorable para los negocios. Con Petro ocurre lo contrario. Esa es una razón  para votar por el ingeniero.

La otra, es salvaguardar la democracia y las libertades. Con Hernández no se corre el riesgo que se quede en el poder ni que coarte libertades. Con Petro, por su talante autocrático y mesiánico, sí. Con Petro el libre mercado está amenazado. Le abrirá paso a un capitalismo de Estado y a un estatismo omnipresente y vigilante. 

También, en términos democráticos es importante saber cómo se llega al poder. El ingeniero demostró que hoy la política electoral se puede hacer sin tamales, tejas ni plazas llenas sino con sentimientos y mensajes  difundidos a través de TikTok, Twitter, Instagram, WhatsApp y Facebook. Hernández está llegando a la presidencia con un voto ciudadano que rompió amarras con el clientelismo y los partidos políticos; mientras  tanto Petro llega de la mano de Roy Barreras, Armando Benedetti, Piedad Córdoba y Ernesto Samper.

El ingeniero, eso sí, debe ponderarse porque lo que le sirvió para la primera vuelta puede perjudicarle para la segunda. Castillo, Boric, Castillo, Fernández y Lasso son presidentes en Sur América porque se ponderaron en la segunda vuelta y, por otro lado, debe mostrar dotes y atributos para manejar este país porque esa es una forma de disminuir el voto en blanco, la abstención y  también la incertidumbre que existe sobre su figura y sobre todo, de proporcionar confianza a un electorado que todavía tienen reservas sobre él. 
Lamentablemente, la polarización y la incertidumbre  tienen convulsionada las elecciones y la segunda vuelta lo votará la emoción y no la razón, pero más emociones positivas despierta Hernández que Petro y ello se traduce en votos. El que gane lo hará por pocos votos, por eso, hay que salir a votar pero no en blanco.

Columnista
9 junio, 2022

Economía y democracia, dos razones para votar por Rodolfo Hernández

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Enrique Herrera Araujo

Con Hernández  la historia es distinta. Se crea un entorno político, fiscal y macroeconómico favorable para los negocios


Hay dos razones fundamentales por las que votaré por Hernández, la una es la economía y la otra, la democracia.  

La economía porque el ingeniero representa certidumbre y confianza, mientras Petro significa  lo contrario. Al capital ni a los inversionistas les gusta la incertidumbre ni  lo incierto, es más, eso los espanta  y, eso es Petro. 

La decisión de Petro de suspender el 8 de agosto la exploración petrolera cuando el precio del barril está a 122 dólares, es decir, por las nubes, es aumentar el déficit fiscal y cerrar la caja de ingresos del Estado para el gasto y la política social del gobierno. La transición energética sí, pero no así. 

Y si se le suma lo que dijo sobre la compra de carbón por parte del Gobierno para guardarlo; el incremento de los aranceles a la producción de alimentos y a algunos alimentos; democratizar la propiedad  y “tomarse” los  fondos de pensiones, la conclusión es irrefutable:  los capitales del país huirán, la inversión  se frenará y el clima de negocios empeorará.

Con Hernández  la historia es distinta. Se crea un entorno político, fiscal y macroeconómico favorable para los negocios. Con Petro ocurre lo contrario. Esa es una razón  para votar por el ingeniero.

La otra, es salvaguardar la democracia y las libertades. Con Hernández no se corre el riesgo que se quede en el poder ni que coarte libertades. Con Petro, por su talante autocrático y mesiánico, sí. Con Petro el libre mercado está amenazado. Le abrirá paso a un capitalismo de Estado y a un estatismo omnipresente y vigilante. 

También, en términos democráticos es importante saber cómo se llega al poder. El ingeniero demostró que hoy la política electoral se puede hacer sin tamales, tejas ni plazas llenas sino con sentimientos y mensajes  difundidos a través de TikTok, Twitter, Instagram, WhatsApp y Facebook. Hernández está llegando a la presidencia con un voto ciudadano que rompió amarras con el clientelismo y los partidos políticos; mientras  tanto Petro llega de la mano de Roy Barreras, Armando Benedetti, Piedad Córdoba y Ernesto Samper.

El ingeniero, eso sí, debe ponderarse porque lo que le sirvió para la primera vuelta puede perjudicarle para la segunda. Castillo, Boric, Castillo, Fernández y Lasso son presidentes en Sur América porque se ponderaron en la segunda vuelta y, por otro lado, debe mostrar dotes y atributos para manejar este país porque esa es una forma de disminuir el voto en blanco, la abstención y  también la incertidumbre que existe sobre su figura y sobre todo, de proporcionar confianza a un electorado que todavía tienen reservas sobre él. 
Lamentablemente, la polarización y la incertidumbre  tienen convulsionada las elecciones y la segunda vuelta lo votará la emoción y no la razón, pero más emociones positivas despierta Hernández que Petro y ello se traduce en votos. El que gane lo hará por pocos votos, por eso, hay que salir a votar pero no en blanco.