Esta expresión del latín ‘la ley es dura, pero es la ley’, nos quedó clara cuando el Mello Castro decretó el controversial toque de queda, que en su prueba piloto acaba de culminar.
Esta expresión del latín ‘la ley es dura, pero es la ley’, nos quedó clara cuando el Mello Castro decretó el controversial toque de queda, que en su prueba piloto acaba de culminar.
Es una prueba para las personas, -especialmente aquellas que se ufanan de no votar, no participar, no opinar y despotricar de los políticos y los gobernantes- de que el gobierno les concierne, les toca, les afecta, les significa vivir o no, felices o atormentados.
Este laboratorio debe servirnos para analizar en estos cuatro días de la presente semana, cual es la mejor manera de realizar el ejercicio. Muchos conceptos se escucharon durante el fin de semana que recién terminó, algunos apoyando la medida, otros desaprobándola, llegando incluso a olvidarse de la razón primordial por la que el mandatario tomó su decisión.
Que hay que escucharlos a todos, sí es cierto. Comunidad en general, comerciantes, empresarios; desde luego las consideraciones de la Fuerza Pública, porque son ellos los expertos en seguridad y por supuesto, los dos mandatarios que nos rigen, bien sea en el plano local o en el plano seccional.
Todo lo ocurrido en el reciente fin de semana fue importante. Si el alcalde no toma lo mejor de este experimento, estaríamos condenados a repetir la historia. De la inteligencia del que gobierna en relación a sus gobernados, depende que sus decisiones nos lleven del orden al territorio de la anarquía. Poner en la balanza las cosas, como la urgente reactivación de la economía.
La situación en el Cesar y en Valledupar no es fácil. Todo el país vive momentos difíciles y esta región no es una isla independiente. Debemos luchar porque ese margen de error al que están sujetas nuestras acciones, -porque la perfección no es corporativa sino de dioses- sea mínimo. En el mundo poco menos de 8 millones de personas están contagiadas por la covid-19, la cifra de muertes supera los 400 mil, en Colombia ya son más de 53 mil contagiados, 1726 personas han muerto. Barranquilla (798) el día anterior superó a Bogotá (368), duplicando a la capital del país en número de contagios por día. El Cesar según última actualización del Minsalud, registra 554 casos de los cuales 381 están en Valledupar.
En el último registro, en un solo día en el Atlántico, que con razón se dice que es casi Barranquilla, hubo 1.045 casos de contagio y registró 22 muertos mientras Bogotá tuvo 11.
¿Cuál es el camino a seguir con tan dantesco panorama? Señores, alcalde y gobernador, lo sucedido este fin de semana, por mal procedimiento de quien fuere y que produjo el enojo del mandatario cesarense debe llamar la atención sobre actuar con cabeza fría. No son tiempos para atizar fogones. No son tiempos para sacar réditos políticos, unos fustigando al alcalde, otros al gobernador. Estos son tiempos para pensar en las comunidades y atenderlas. Aunque llegare a enrarecerse la relación política, no puede morir el diálogo institucional, ya que ambos, hijos de Valledupar, saben en esta crisis lo que está en juego. El juego más serio de la vida de los vallenatos.
Esta expresión del latín ‘la ley es dura, pero es la ley’, nos quedó clara cuando el Mello Castro decretó el controversial toque de queda, que en su prueba piloto acaba de culminar.
Esta expresión del latín ‘la ley es dura, pero es la ley’, nos quedó clara cuando el Mello Castro decretó el controversial toque de queda, que en su prueba piloto acaba de culminar.
Es una prueba para las personas, -especialmente aquellas que se ufanan de no votar, no participar, no opinar y despotricar de los políticos y los gobernantes- de que el gobierno les concierne, les toca, les afecta, les significa vivir o no, felices o atormentados.
Este laboratorio debe servirnos para analizar en estos cuatro días de la presente semana, cual es la mejor manera de realizar el ejercicio. Muchos conceptos se escucharon durante el fin de semana que recién terminó, algunos apoyando la medida, otros desaprobándola, llegando incluso a olvidarse de la razón primordial por la que el mandatario tomó su decisión.
Que hay que escucharlos a todos, sí es cierto. Comunidad en general, comerciantes, empresarios; desde luego las consideraciones de la Fuerza Pública, porque son ellos los expertos en seguridad y por supuesto, los dos mandatarios que nos rigen, bien sea en el plano local o en el plano seccional.
Todo lo ocurrido en el reciente fin de semana fue importante. Si el alcalde no toma lo mejor de este experimento, estaríamos condenados a repetir la historia. De la inteligencia del que gobierna en relación a sus gobernados, depende que sus decisiones nos lleven del orden al territorio de la anarquía. Poner en la balanza las cosas, como la urgente reactivación de la economía.
La situación en el Cesar y en Valledupar no es fácil. Todo el país vive momentos difíciles y esta región no es una isla independiente. Debemos luchar porque ese margen de error al que están sujetas nuestras acciones, -porque la perfección no es corporativa sino de dioses- sea mínimo. En el mundo poco menos de 8 millones de personas están contagiadas por la covid-19, la cifra de muertes supera los 400 mil, en Colombia ya son más de 53 mil contagiados, 1726 personas han muerto. Barranquilla (798) el día anterior superó a Bogotá (368), duplicando a la capital del país en número de contagios por día. El Cesar según última actualización del Minsalud, registra 554 casos de los cuales 381 están en Valledupar.
En el último registro, en un solo día en el Atlántico, que con razón se dice que es casi Barranquilla, hubo 1.045 casos de contagio y registró 22 muertos mientras Bogotá tuvo 11.
¿Cuál es el camino a seguir con tan dantesco panorama? Señores, alcalde y gobernador, lo sucedido este fin de semana, por mal procedimiento de quien fuere y que produjo el enojo del mandatario cesarense debe llamar la atención sobre actuar con cabeza fría. No son tiempos para atizar fogones. No son tiempos para sacar réditos políticos, unos fustigando al alcalde, otros al gobernador. Estos son tiempos para pensar en las comunidades y atenderlas. Aunque llegare a enrarecerse la relación política, no puede morir el diálogo institucional, ya que ambos, hijos de Valledupar, saben en esta crisis lo que está en juego. El juego más serio de la vida de los vallenatos.