Pertenecían al Frente 22 Unidades del Batallón de Artillería ´Santa Bárbara´ adscrito a la Décima Brigada en la Base Militar de San Juan del Cesar, en el departamento de la Guajira, recibieron dos hombres que manifestaron pertenecer a las filas del grupo guerrillero de la Farc. De acuerdo al informe oficial, los desertores se identificaron […]
Pertenecían al Frente 22
Unidades del Batallón de Artillería ´Santa Bárbara´ adscrito a la Décima Brigada en la Base Militar de San Juan del Cesar, en el departamento de la Guajira, recibieron dos hombres que manifestaron pertenecer a las filas del grupo guerrillero de la Farc.
De acuerdo al informe oficial, los desertores se identificaron con los alias de ‘Gordo’ y el alias ‘Rasguño’, ambos oriundos del departamento de Cundinamarca, quienes además, aseguraron que actuaron como subversivos en el frente 22 de la Farc por 15 y 7 años, respectivamente.
En apartes de la entrevista dada a las tropas del Ejército Nacional que los acogieron, los ex combatientes precisaron que su ingreso a la organización narcoterrorista de las Farc se dio en los años de 1997, época en la que ingresó alias el Gordo y 2003, alias ‘Rasguño’, cuando, según sus argumentos, guiados por el ofrecimiento de beneficio económico que llegaba como la mejor opción a la precaria situación que experimentaban en esos momentos, se unieron a este frente. Debieron pasar varios años para que se percataran de que ese mejoramiento de calidad de vida nunca llegaría. Al descubrirlo, los ex integrantes del Frente 22, tomaron la decisión de fugarse del grupo que – según las autoridades- mantiene presencia en el departamento de Cundinamarca.
Y fue en el tan anhelado retorno a la vida civil, que llegaron hasta el departamento de La Guajira, hasta donde, según el relato, los alcanzaban las instigaciones constantes por parte de los cabecillas para que regresaran a la subversión.
Alias ‘El Gordo’ reveló que, además de lo expuesto, hubo una situación determinante para que esta decisión se materializara, la muerte de un hermano a manos de integrantes de la Farc, quienes lo señalaron de auxiliador del Ejército. Fue así como luego de purgar una pena de ocho años, por el delito de acceso carnal violento y extorsión, planeó la huida de grupo junto con alias ‘Rasguño’.
Sin embargo, no tenían previsto entregarse a las tropas del Ejército pero a esta determinación los llevó, el hecho de verse reflejados en las historias que a diario escuchaban en la emisora del Ejército Nacional, ‘Colombia Stereo’.
En este sentido, decidieron acogerse a los beneficios que ofrece el programa de Desmovilización del Gobierno Nacional.
De acuerdo a lo manifestado por el comandante de la Décima Brigada Blindada del Ejército Nacional, coronel John Jairo Ochoa Pinilla, con esta doble entrega por parte de integrantes de grupos subversivos, se incrementa a seis los ex combatientes del grupo de la Farc, entre ellos dos mujeres, que toman la decisión de entregar sus armas en lo que va de este año y ampararse con los programas que ofrece el gobierno. “Estas personas disfrutan del reencuentro con sus familias y de una vida más tranquila”, manifestó Ochoa Pinilla.
Pertenecían al Frente 22 Unidades del Batallón de Artillería ´Santa Bárbara´ adscrito a la Décima Brigada en la Base Militar de San Juan del Cesar, en el departamento de la Guajira, recibieron dos hombres que manifestaron pertenecer a las filas del grupo guerrillero de la Farc. De acuerdo al informe oficial, los desertores se identificaron […]
Pertenecían al Frente 22
Unidades del Batallón de Artillería ´Santa Bárbara´ adscrito a la Décima Brigada en la Base Militar de San Juan del Cesar, en el departamento de la Guajira, recibieron dos hombres que manifestaron pertenecer a las filas del grupo guerrillero de la Farc.
De acuerdo al informe oficial, los desertores se identificaron con los alias de ‘Gordo’ y el alias ‘Rasguño’, ambos oriundos del departamento de Cundinamarca, quienes además, aseguraron que actuaron como subversivos en el frente 22 de la Farc por 15 y 7 años, respectivamente.
En apartes de la entrevista dada a las tropas del Ejército Nacional que los acogieron, los ex combatientes precisaron que su ingreso a la organización narcoterrorista de las Farc se dio en los años de 1997, época en la que ingresó alias el Gordo y 2003, alias ‘Rasguño’, cuando, según sus argumentos, guiados por el ofrecimiento de beneficio económico que llegaba como la mejor opción a la precaria situación que experimentaban en esos momentos, se unieron a este frente. Debieron pasar varios años para que se percataran de que ese mejoramiento de calidad de vida nunca llegaría. Al descubrirlo, los ex integrantes del Frente 22, tomaron la decisión de fugarse del grupo que – según las autoridades- mantiene presencia en el departamento de Cundinamarca.
Y fue en el tan anhelado retorno a la vida civil, que llegaron hasta el departamento de La Guajira, hasta donde, según el relato, los alcanzaban las instigaciones constantes por parte de los cabecillas para que regresaran a la subversión.
Alias ‘El Gordo’ reveló que, además de lo expuesto, hubo una situación determinante para que esta decisión se materializara, la muerte de un hermano a manos de integrantes de la Farc, quienes lo señalaron de auxiliador del Ejército. Fue así como luego de purgar una pena de ocho años, por el delito de acceso carnal violento y extorsión, planeó la huida de grupo junto con alias ‘Rasguño’.
Sin embargo, no tenían previsto entregarse a las tropas del Ejército pero a esta determinación los llevó, el hecho de verse reflejados en las historias que a diario escuchaban en la emisora del Ejército Nacional, ‘Colombia Stereo’.
En este sentido, decidieron acogerse a los beneficios que ofrece el programa de Desmovilización del Gobierno Nacional.
De acuerdo a lo manifestado por el comandante de la Décima Brigada Blindada del Ejército Nacional, coronel John Jairo Ochoa Pinilla, con esta doble entrega por parte de integrantes de grupos subversivos, se incrementa a seis los ex combatientes del grupo de la Farc, entre ellos dos mujeres, que toman la decisión de entregar sus armas en lo que va de este año y ampararse con los programas que ofrece el gobierno. “Estas personas disfrutan del reencuentro con sus familias y de una vida más tranquila”, manifestó Ochoa Pinilla.