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Judicial - 14 marzo, 2014

Dos heridos en frustrado atraco a cliente bancario

Uno de los atracadores que se enfrentó a tiros con la Sijín de la Policía fue herido en una pierna y capturado cuando trataba de huir en su motocicleta.

Liber Enrique Guerra, el supuesto atracador, es evacuado por personal paramédico y enfermeras en una camilla para ser trasladado hasta una clínica. Fotos Abdel Martínez Pérez.
Liber Enrique Guerra, el supuesto atracador, es evacuado por personal paramédico y enfermeras en una camilla para ser trasladado hasta una clínica. Fotos Abdel Martínez Pérez.
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“No te muevas, ni intentes hacer algo porque te borro del mapa; mejor dicho no la vayas a embarrar”, le advirtió uno de los delincuentes a un miembro de la Sijín de la Policía apuntándolo con un revólver, mientras que su cómplice intentaba despojar de una gruesa suma de dinero a un cliente bancario que había hecho el retiro y se dirigía hacia su vivienda.

El asaltante identificado por las autoridades como Liber Enrique Guerra Peinado, de 23 años, no se percató que muy cerca había otro agente de la Policía encubierto y al ver que éste sacaba su pistola, comenzó a disparar contra los servidores públicos, los que a su vez se tiraron al suelo y en una rápida reacción, lograron herirlo en la pierna izquierda en momentos en que trataba de prender la motocicleta Bajaj color rojo, de placas MFG-02ª, que había dejado estacionada en la esquina de la calle 14 con carrera 15, a pocos metros de la Gobernación del Cesar.

Durante el intercambio de disparos en el que los policías encubiertos resultaron ilesos, un transeúnte identificado como Anibal Moya Fula, de 34 años, hijo del compositor vallenato, Sergio Moya Molina, quien que no tenía nada que ver con lo que estaba sucediendo, fue alcanzado por una bala que hizo blanco en una de sus extremidades, por lo que fue necesario internarlo en una clínica de la ciudad.

Una motocicleta y dos automóviles que se encontraban parqueados en la cuadra donde se produjo el intercambio de disparos y cuyos conductores realizaban diligencias en ese mismo sector, resultaron perforados por los proyectiles.

Se trata de un Renault Logan de color negro de placas BZY-454 y el Mazda de placas CRF-157, color gris; lo mismo que la motocicleta Bajaj color negro, de placas ELO-55A. Esta última quedó en la escena del hecho y las autoridades tratan de establecer si pertenece al otro delincuente que logró evadir el cerco de la fuerza pública, pero que según las autoridades, está plenamente identificado y ya tienen el lugar donde estaría refugiado.

“No me explico cómo no hubo muertos”

Un comunicador social que se encontraba a pocos metros de donde se originó la balacera y cuya identidad reservamos por razones de seguridad, explicó que en la esquina de la calle 14 con carrera 15, estaban dos agentes de la Sijín de civil y el delincuente capturado con una herida en una pierna, lo redujo a la impotencia apuntándolo con el revólver para que se quedara quieto mientras el otro individuo cometía el ilícito, pero de un momento a otro se produjo la balacera.

“Esto fue horrible, se escucharon más de 30 disparos, esto parecía un campo de batalla, la gente salía corriendo de un lugar a otro, algunos se tiraron al suelo y se escondían en los almacenes cercanos y las vitrinas para no ser alcanzados por las balas.

Llegó un momento, en que todo se calmó sin saber qué era lo que estaba ocurriendo y lo más simpático, fue que al llegar la calma, llegó el refuerzo de la Policía y encañonaban a raimundo y todo el mundo, muy seguramente como mecanismo de protección y evitar que siguieran disparando.

Eso nos confundió más a las más de cien personas que estábamos en ese lugar y que gracias a Dios, no hubo muertos. No es nada comentarlo, sino la odisea que vivimos en esos momentos, que al final uno busca protegerse”, explicó.

“Esto fue indescriptible”

Amauris Vargas, aún con los nervios de punta por lo sucedido y quien es propietario de un local comercial de la zona dijo que fueron momentos de angustia, “aquí uno no sabía qué hacer porque se escuchaban disparos de un lado y del otro.

En mi negocio se refugiaron muchas personas que salieron despavoridas sin saber lo que estaba ocurriendo y al cesar la balacera, ya observamos a una persona que estaba en el suelo, con la motocicleta encima y en medio de un charco de sangre y que al parecer era uno de los atracadores.

“Felicito a la Policía por su inmediata reacción. Le cuento que eso fue oportuno, así es como se hace, porque los delincuentes tienen azotados a los dueños de los locales comerciales y a los mismos transeúntes que son despojados de sus pertenencias de valor, mediante atraco a mano armada”, mencionó el comerciante.

El subcomdante de la Policía Cesar, teniente coronel Anthony Currea Vera, confirmó el hecho y dijo que están trabajando con base en testimonios, retratos hablados y álbum fotográfico para dar con el paradero del otro delincuente que logró huir del lugar.

Judicial
14 marzo, 2014

Dos heridos en frustrado atraco a cliente bancario

Uno de los atracadores que se enfrentó a tiros con la Sijín de la Policía fue herido en una pierna y capturado cuando trataba de huir en su motocicleta.


Liber Enrique Guerra, el supuesto atracador, es evacuado por personal paramédico y enfermeras en una camilla para ser trasladado hasta una clínica. Fotos Abdel Martínez Pérez.
Liber Enrique Guerra, el supuesto atracador, es evacuado por personal paramédico y enfermeras en una camilla para ser trasladado hasta una clínica. Fotos Abdel Martínez Pérez.
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“No te muevas, ni intentes hacer algo porque te borro del mapa; mejor dicho no la vayas a embarrar”, le advirtió uno de los delincuentes a un miembro de la Sijín de la Policía apuntándolo con un revólver, mientras que su cómplice intentaba despojar de una gruesa suma de dinero a un cliente bancario que había hecho el retiro y se dirigía hacia su vivienda.

El asaltante identificado por las autoridades como Liber Enrique Guerra Peinado, de 23 años, no se percató que muy cerca había otro agente de la Policía encubierto y al ver que éste sacaba su pistola, comenzó a disparar contra los servidores públicos, los que a su vez se tiraron al suelo y en una rápida reacción, lograron herirlo en la pierna izquierda en momentos en que trataba de prender la motocicleta Bajaj color rojo, de placas MFG-02ª, que había dejado estacionada en la esquina de la calle 14 con carrera 15, a pocos metros de la Gobernación del Cesar.

Durante el intercambio de disparos en el que los policías encubiertos resultaron ilesos, un transeúnte identificado como Anibal Moya Fula, de 34 años, hijo del compositor vallenato, Sergio Moya Molina, quien que no tenía nada que ver con lo que estaba sucediendo, fue alcanzado por una bala que hizo blanco en una de sus extremidades, por lo que fue necesario internarlo en una clínica de la ciudad.

Una motocicleta y dos automóviles que se encontraban parqueados en la cuadra donde se produjo el intercambio de disparos y cuyos conductores realizaban diligencias en ese mismo sector, resultaron perforados por los proyectiles.

Se trata de un Renault Logan de color negro de placas BZY-454 y el Mazda de placas CRF-157, color gris; lo mismo que la motocicleta Bajaj color negro, de placas ELO-55A. Esta última quedó en la escena del hecho y las autoridades tratan de establecer si pertenece al otro delincuente que logró evadir el cerco de la fuerza pública, pero que según las autoridades, está plenamente identificado y ya tienen el lugar donde estaría refugiado.

“No me explico cómo no hubo muertos”

Un comunicador social que se encontraba a pocos metros de donde se originó la balacera y cuya identidad reservamos por razones de seguridad, explicó que en la esquina de la calle 14 con carrera 15, estaban dos agentes de la Sijín de civil y el delincuente capturado con una herida en una pierna, lo redujo a la impotencia apuntándolo con el revólver para que se quedara quieto mientras el otro individuo cometía el ilícito, pero de un momento a otro se produjo la balacera.

“Esto fue horrible, se escucharon más de 30 disparos, esto parecía un campo de batalla, la gente salía corriendo de un lugar a otro, algunos se tiraron al suelo y se escondían en los almacenes cercanos y las vitrinas para no ser alcanzados por las balas.

Llegó un momento, en que todo se calmó sin saber qué era lo que estaba ocurriendo y lo más simpático, fue que al llegar la calma, llegó el refuerzo de la Policía y encañonaban a raimundo y todo el mundo, muy seguramente como mecanismo de protección y evitar que siguieran disparando.

Eso nos confundió más a las más de cien personas que estábamos en ese lugar y que gracias a Dios, no hubo muertos. No es nada comentarlo, sino la odisea que vivimos en esos momentos, que al final uno busca protegerse”, explicó.

“Esto fue indescriptible”

Amauris Vargas, aún con los nervios de punta por lo sucedido y quien es propietario de un local comercial de la zona dijo que fueron momentos de angustia, “aquí uno no sabía qué hacer porque se escuchaban disparos de un lado y del otro.

En mi negocio se refugiaron muchas personas que salieron despavoridas sin saber lo que estaba ocurriendo y al cesar la balacera, ya observamos a una persona que estaba en el suelo, con la motocicleta encima y en medio de un charco de sangre y que al parecer era uno de los atracadores.

“Felicito a la Policía por su inmediata reacción. Le cuento que eso fue oportuno, así es como se hace, porque los delincuentes tienen azotados a los dueños de los locales comerciales y a los mismos transeúntes que son despojados de sus pertenencias de valor, mediante atraco a mano armada”, mencionó el comerciante.

El subcomdante de la Policía Cesar, teniente coronel Anthony Currea Vera, confirmó el hecho y dijo que están trabajando con base en testimonios, retratos hablados y álbum fotográfico para dar con el paradero del otro delincuente que logró huir del lugar.