Rey infantil a los 11 años y rey Juvenil a los 14. Las responsabilidades del artista y el deber de crecer en el instrumento lo obligaron a dejar a un lado momentos de la infancia, pero le concedieron la madurez necesaria para afrontar los reconocimientos.
La noche del sábado y la madrugada del domingo serán, sin duda, de las más inolvidables para Sergio Luis Moreno Fragozo, quien se coronó como nuevo rey juvenil del Festival de la Leyenda Vallenata en su edición 52.
Detrás de la tarima del Parque de la Leyenda Vallenata estaba junto con los otros finalistas esperando el resultado. Recién había terminado el concierto de Ozuna y por el nivel de las presentaciones de los cinco finalistas no había favorito. Cuando dijeron su nombre no hubo reacción especial más allá de su emoción.
Es su estilo. Parece tomar una pausa previa al hablar o actuar. Y con las acostumbradas pocas palabras atendió a la prensa tanto el sábado en la madrugada como el domingo todo el día, en entrevistas, vídeos, respondiendo mensajes. “Ya uno se acostumbra porque en 2016 cuando gané en la categoría Infantil fue algo parecido”, aclara Sergio Luis Moreno.
Pocas veces es expresivo, excepto cuando se siente entre amigos. Con 14 años esta fue la primera vez que participó en la categoría Juvenil del Festival y es el menor de la agrupación con la que se llevó la corona. A él lo acompañaron en busca del título Juan José Arzuaga en la caja y Wildes Arredondo en la guacharaca. Amigos hechos en la música.
“Juan y Wildes son de La Paz. Primero conocimos a Juan porque mi papá estaba buscando un cajero y se lo recomendaron, y gracias a Juan conocimos a Wildes”, cuenta Sergio Luis Moreno. Con Juan José Arzuaga compite desde la categoría Infantil.
Pero su única responsabilidad no es el acordeón ni tampoco encierra sus sueños. Cursa noveno grado en el Colegio Santa Fe de Valledupar y planea estudiar derecho. ¿Abogado o acordeonero? “Ya veremos”, esquiva la pregunta. Después de unos segundos de silencio aclara: “En realidad, primero estudio la carrera y después decido si me dedico a el acordeón o a mi profesión”.
Y es que en ese camino de metas por cumplir le faltan dos escalones: rey aficionado y profesional. Pero tendrá que esperar hasta cumplir los 18 años para competir en ambas categorías. En lo más pronto será embajador de la Fundación del Festival Vallenato como rey juvenil.
¿Qué cambiará? “Ahora debo cumplir los compromisos. Cada vez que haya un viaje o algo así ellos me darán una excusa para el colegio. Ahora soy un representante del Festival, sobre todo cuando se promocione la nueva edición”.
¿Vienen presentaciones? “Nosotros veníamos concentrados solamente en prepararnos, ahora quizás”. Ser formado en las responsabilidades de ser rey del evento musical más importante del país a los 11 años y repetir corona a los 14 le robó instantes de la niñez. Más bien, fue una renuncia consentida.
SE PESA EN LA MISMA BALANZA
“Existen choques: es un niño y a veces creo que nosotros, la música, el entorno, le hemos robado espacios que son propios de los niños: en algunas cosas las ha dejado a un lado para cumplir con las obligaciones del acordeón”, señala Dalis Fragozo, madre e incondicional acompañante de Sergio Luis.
Pero en la inocencia el acordeón solo era para cargar piedras. “Cuando le compraron el acordeón a Sergio Luis tenía como cuatro o cinco años y lo utilizaba era para cargar piedras como si fuera una camioneta. Recorría toda la casa cargando piedras en el acordeón”, relata su amigo José Liberato Villazón, quien fue coronado el domingo en la madrugada como rey infantil del Festival Vallenato.
Al final, se pesan en la misma balanza los momentos de la niñez despojados por el acordeón y la madurez y responsabilidad que le dieron las obligaciones de artista.
Por: DEIVIS CARO DAZA / EL PILÓN
[email protected]
Rey infantil a los 11 años y rey Juvenil a los 14. Las responsabilidades del artista y el deber de crecer en el instrumento lo obligaron a dejar a un lado momentos de la infancia, pero le concedieron la madurez necesaria para afrontar los reconocimientos.
La noche del sábado y la madrugada del domingo serán, sin duda, de las más inolvidables para Sergio Luis Moreno Fragozo, quien se coronó como nuevo rey juvenil del Festival de la Leyenda Vallenata en su edición 52.
Detrás de la tarima del Parque de la Leyenda Vallenata estaba junto con los otros finalistas esperando el resultado. Recién había terminado el concierto de Ozuna y por el nivel de las presentaciones de los cinco finalistas no había favorito. Cuando dijeron su nombre no hubo reacción especial más allá de su emoción.
Es su estilo. Parece tomar una pausa previa al hablar o actuar. Y con las acostumbradas pocas palabras atendió a la prensa tanto el sábado en la madrugada como el domingo todo el día, en entrevistas, vídeos, respondiendo mensajes. “Ya uno se acostumbra porque en 2016 cuando gané en la categoría Infantil fue algo parecido”, aclara Sergio Luis Moreno.
Pocas veces es expresivo, excepto cuando se siente entre amigos. Con 14 años esta fue la primera vez que participó en la categoría Juvenil del Festival y es el menor de la agrupación con la que se llevó la corona. A él lo acompañaron en busca del título Juan José Arzuaga en la caja y Wildes Arredondo en la guacharaca. Amigos hechos en la música.
“Juan y Wildes son de La Paz. Primero conocimos a Juan porque mi papá estaba buscando un cajero y se lo recomendaron, y gracias a Juan conocimos a Wildes”, cuenta Sergio Luis Moreno. Con Juan José Arzuaga compite desde la categoría Infantil.
Pero su única responsabilidad no es el acordeón ni tampoco encierra sus sueños. Cursa noveno grado en el Colegio Santa Fe de Valledupar y planea estudiar derecho. ¿Abogado o acordeonero? “Ya veremos”, esquiva la pregunta. Después de unos segundos de silencio aclara: “En realidad, primero estudio la carrera y después decido si me dedico a el acordeón o a mi profesión”.
Y es que en ese camino de metas por cumplir le faltan dos escalones: rey aficionado y profesional. Pero tendrá que esperar hasta cumplir los 18 años para competir en ambas categorías. En lo más pronto será embajador de la Fundación del Festival Vallenato como rey juvenil.
¿Qué cambiará? “Ahora debo cumplir los compromisos. Cada vez que haya un viaje o algo así ellos me darán una excusa para el colegio. Ahora soy un representante del Festival, sobre todo cuando se promocione la nueva edición”.
¿Vienen presentaciones? “Nosotros veníamos concentrados solamente en prepararnos, ahora quizás”. Ser formado en las responsabilidades de ser rey del evento musical más importante del país a los 11 años y repetir corona a los 14 le robó instantes de la niñez. Más bien, fue una renuncia consentida.
SE PESA EN LA MISMA BALANZA
“Existen choques: es un niño y a veces creo que nosotros, la música, el entorno, le hemos robado espacios que son propios de los niños: en algunas cosas las ha dejado a un lado para cumplir con las obligaciones del acordeón”, señala Dalis Fragozo, madre e incondicional acompañante de Sergio Luis.
Pero en la inocencia el acordeón solo era para cargar piedras. “Cuando le compraron el acordeón a Sergio Luis tenía como cuatro o cinco años y lo utilizaba era para cargar piedras como si fuera una camioneta. Recorría toda la casa cargando piedras en el acordeón”, relata su amigo José Liberato Villazón, quien fue coronado el domingo en la madrugada como rey infantil del Festival Vallenato.
Al final, se pesan en la misma balanza los momentos de la niñez despojados por el acordeón y la madurez y responsabilidad que le dieron las obligaciones de artista.
Por: DEIVIS CARO DAZA / EL PILÓN
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