Los residentes de un amplio sector del barrio Villa Corelca de Valledupar se atemorizaron en la mañana de ayer al escuchar la detonación de tres disparos.
Los residentes de un amplio sector del barrio Villa Corelca de Valledupar se atemorizaron en la mañana de ayer al escuchar la detonación de tres disparos que hicieron blanco en la humanidad de una persona que murió cuando era trasladado a un centro asistencial.
La víctima fue identificada como Albeiro Rosado Payares, de 42 años, a quien el pasajero de una motocicleta le propinó tres impactos de bala que le afectaron varios órganos vitales. Aunque el hombre fue trasladado a la Clínica Santa Isabel los médicos no lograron salvarle la vida.
Según testigos del crimen, que pidieron reserva de sus nombres, que Rosado Payares se movilizaba en una motocicleta llevando a dos hijastros a los colegios Alfonso López y Dagoberto Fuentes Zuleta y cuando regresaba a su vivienda de este último fue interceptado por los dos hombres que tenían sus rostros llenos de maicena.
Dijo la fuente que en principio los asesinos interceptaron al comerciante y se produjo una ligera discusión por causas que no fueron establecidas, luego el parrillero desenfundó el arma de fuego y a corta distancia comenzó a dispararle.
Los asesinos no le robaron la motocicleta, ni sus pertenencias, por lo que las autoridades descartan en principio que se hubiera tratado de un atraco.
Los investigadores de la Sijín de la Policía Nacional llegaron al lugar del homicidio para llevar a cabo el trabajo de vecindario en busca de información precisa que los conduzca a direccionar la investigación y dar con la captura de los delincuentes.
El comandante de la Policía Cesar, coronel Diego Rosero Giraldo, indicó que la víctima registraba las siguientes anotaciones judiciales: indiciado por el delito de homicidio en el año 2010 en el departamento de Bolívar; hurto calificado en el año 2009, en Cartagena, Bolívar y por fabricación, porte y tráfico de arma de fuego y municiones en el año 2005 en el mismo departamento.
Por Abdel Martínez Pérez
Los residentes de un amplio sector del barrio Villa Corelca de Valledupar se atemorizaron en la mañana de ayer al escuchar la detonación de tres disparos.
Los residentes de un amplio sector del barrio Villa Corelca de Valledupar se atemorizaron en la mañana de ayer al escuchar la detonación de tres disparos que hicieron blanco en la humanidad de una persona que murió cuando era trasladado a un centro asistencial.
La víctima fue identificada como Albeiro Rosado Payares, de 42 años, a quien el pasajero de una motocicleta le propinó tres impactos de bala que le afectaron varios órganos vitales. Aunque el hombre fue trasladado a la Clínica Santa Isabel los médicos no lograron salvarle la vida.
Según testigos del crimen, que pidieron reserva de sus nombres, que Rosado Payares se movilizaba en una motocicleta llevando a dos hijastros a los colegios Alfonso López y Dagoberto Fuentes Zuleta y cuando regresaba a su vivienda de este último fue interceptado por los dos hombres que tenían sus rostros llenos de maicena.
Dijo la fuente que en principio los asesinos interceptaron al comerciante y se produjo una ligera discusión por causas que no fueron establecidas, luego el parrillero desenfundó el arma de fuego y a corta distancia comenzó a dispararle.
Los asesinos no le robaron la motocicleta, ni sus pertenencias, por lo que las autoridades descartan en principio que se hubiera tratado de un atraco.
Los investigadores de la Sijín de la Policía Nacional llegaron al lugar del homicidio para llevar a cabo el trabajo de vecindario en busca de información precisa que los conduzca a direccionar la investigación y dar con la captura de los delincuentes.
El comandante de la Policía Cesar, coronel Diego Rosero Giraldo, indicó que la víctima registraba las siguientes anotaciones judiciales: indiciado por el delito de homicidio en el año 2010 en el departamento de Bolívar; hurto calificado en el año 2009, en Cartagena, Bolívar y por fabricación, porte y tráfico de arma de fuego y municiones en el año 2005 en el mismo departamento.
Por Abdel Martínez Pérez