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Judicial - 20 noviembre, 2013

Discutió con la mujer y luego se ahorcó

El comerciante Luis Carlos Robles Durán de 28 años, se ahorcó con una sábana en su residencia del de Valledupar.

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El comerciante Luis Carlos Robles Durán de 28 años, puso fin a su vida ahorcándose con una sábana de cama, que amarró en una de las vigas de la habitación donde residía con su mujer, la que se encuentra con cinco meses de gestación.

El suicidio se registró en la calle 21 con carrera 21 del  barrio Villa Leonor, al sur de Valledupar, donde José Gregorio Robles, contó como se dio cuenta de la fatal decisión que tomó su hijo. 

“Ellos tuvieron una discusión la noche del pasado lunes, luego él se encerró  en otra de las habitaciones de la vivienda y solo nos percatamos en la madrugada de ayer martes, cuando lo fui a llamar para que hiciéramos una diligencia. Yo me cansé de llamarlo y tocarle la puerta para que me abriera. Entonces decidí mirar por las hendijas de la ventana que está sobre la calle y alcance a verlo que estaba colgado; no supe dónde quedé, forzamos la puerta para tratar de descolgarlo y verificar sin aún tenía signos vitales, pero ya era demasiado tarde”, dijo Robles.


 

Por Abdel Martínez Pérez
[email protected] 

 

 

Judicial
20 noviembre, 2013

Discutió con la mujer y luego se ahorcó

El comerciante Luis Carlos Robles Durán de 28 años, se ahorcó con una sábana en su residencia del de Valledupar.


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El comerciante Luis Carlos Robles Durán de 28 años, puso fin a su vida ahorcándose con una sábana de cama, que amarró en una de las vigas de la habitación donde residía con su mujer, la que se encuentra con cinco meses de gestación.

El suicidio se registró en la calle 21 con carrera 21 del  barrio Villa Leonor, al sur de Valledupar, donde José Gregorio Robles, contó como se dio cuenta de la fatal decisión que tomó su hijo. 

“Ellos tuvieron una discusión la noche del pasado lunes, luego él se encerró  en otra de las habitaciones de la vivienda y solo nos percatamos en la madrugada de ayer martes, cuando lo fui a llamar para que hiciéramos una diligencia. Yo me cansé de llamarlo y tocarle la puerta para que me abriera. Entonces decidí mirar por las hendijas de la ventana que está sobre la calle y alcance a verlo que estaba colgado; no supe dónde quedé, forzamos la puerta para tratar de descolgarlo y verificar sin aún tenía signos vitales, pero ya era demasiado tarde”, dijo Robles.


 

Por Abdel Martínez Pérez
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