Por:  José Aponte Martínez

Loable y como digna de imitar, la campaña adelantada por el ‘Agraciado’, que de agraciado físico no tiene nada, para limpiar el cauce de los pozos o balnearios de Hurtado y de Los Caballos; todos los estamentos respondieron a su llamado y se recogieron 15 o más toneladas de basura hace menos de un mes y si hoy se repite esa labor, ya se recogerían unos buenos kilos, principalmente de desechos plásticos y de icopor, pues quienes van a esos hermosos sitios a gozárselos no tienen que ver con nada y tiran platos, vasos, botellas, papeles y toda clase de basura en cualquier parte, cáigale a quien le cayere al mejor estilo del mítico Andrés Becerra Morón, cuando en un temple de 3 -15 en los elegantes salones del Club Valledupar tiraba los huesos de las presas de gallina que se comía a diestra y siniestra, sin importarle a quien le cayera.

Las empresas dueña de los kioscos que allí funcionan en unión con la Secretaría de Salud deberían obligar a sus arrendadores a poner bolsas para recolectar esos desechos, ya que argumentan que las canecas pequeñas, que sería lo ideal, se las roban; para esto ese lugar debería tener una administración que respondiera en compañía de la Policía Nacional, que tengo que decirlo, hace presencia porque hay muchos agentes, pero son inoperantes, pues están ahí, pero eso de la basura y el ruido estridente les es indiferente.

 Hay que felicitar al señor Gobernador y al señor Alcalde por los arreglos de la Avenida Simón Bolívar, desde la Glorieta de la Cacha Aponte hasta el Instpecam, quedó de estrato seis, bonita aquí y en Cafarnaúm, pero hay que terminarla hasta el Terminal para no ser discriminatorio, pues los pobres también tenemos derecho a fresquiar debajo de los inmensos cauchos y los usuarios que ahí venden periódicos, revistas, frutas y cuanto chécheres hay, por favor, por lo menos conserven limpios esos puestos de ventas.

 Otra empresa que hay que destacar es el Centro Comercial Guatapurí con su dinámica y bella gerente Doctora Sandra Inés García Arias, que permanentemente vive pendiente del embellecimiento de esta ciudad y en este momento tiene el chicharrón de buscarle solución en compañía del Alcalde y su Secretaria de Tránsito, que por inoperante no se le conoce el nombre, a la salida a La Glorieta de La Pilonera y a la calle que va a los Barrios Villalba y todos los que van después, a través de un lotecito de propiedad particular, cuyos propietarios o venden, arriendan, prestan o les cae la guillotina de la expropiación, pero ellos no pueden parar el progreso de Valledupar.