En una de las batallas diarias que damos con frecuencia en EL PILÓN en contra del acoso judicial, un juzgado decidió ponerle punto final, aunque en una instancia, a una solicitud de un ciudadano que pretendía que bajáramos una información de la página web. La publicación daba cuenta de una orden de captura en contra […]
En una de las batallas diarias que damos con frecuencia en EL PILÓN en contra del acoso judicial, un juzgado decidió ponerle punto final, aunque en una instancia, a una solicitud de un ciudadano que pretendía que bajáramos una información de la página web. La publicación daba cuenta de una orden de captura en contra de este ciudadano, efectivamente emitida por un delito al parecer cometido por él. Finalmente fue capturado y presentado ante un juez de la república. Pero el ciudadano continuó su campaña para que bajáramos la información de www.elpilon.com.co. Por supuesto no es posible complacer esa petición pues ella relata un hecho real, comprobado y ya procesado, entonces desmontarla de la plataforma es autocensura y además ocultamiento de la verdad. El quejoso continuó, ante la negativa del juzgado de amparar su solicitud, por medio del derecho de petición. La incansable actitud de esta persona va a completar un año.
Es un breve relato de cómo a diario el periodismo enfrenta las peticiones más atrevidas, invitaciones de dudosa proveniencia, ofrecimientos poco éticos, otros más ofensivos. También la amenaza violenta, el hostigamiento social, muchas veces a través de redes sociales, y todo esto con el objetivo de vencer nuestra capacidad de garantizar derechos constitucionales a estar informados y conocer la verdad.
Hoy se celebra en Colombia el Día del Periodista. Se conmemora la llegada el 9 de febrero de 1791 del primer periódico de la capital, Papel Periódico de la Ciudad de Santafé de Bogotá, el cual era dirigido por el cubano Manuel del Socorro Rodríguez de la Victoria.
Queremos resaltar esta fecha alertando, llamando la atención, invitando a la sociedad a comprender, de una vez por todas, que este oficio no es negociable y los métodos están comprometidos con la búsqueda de la verdad. No es más que el esfuerzo constante de entregar la información veraz y oportuna que todos merecemos tener.
Nos llama la atención el pronunciamiento de la Corte Constitucional con respecto a las limitaciones en cuanto a fotografiar fallecidos por un caso ocurrido en Paz de Ariporo, Casanare. Parece haber sido “el regalito” de la Corte en el marco de esta nueva celebración del Día del Periodista. Por supuesto, cada medio debe obedecer a parámetros éticos que garanticen la dignidad y la honra de los ciudadanos, pero por encima de estos está el derecho colectivo a la información y la verdad. Debemos entonces entrar a dirimir en las delgadas líneas de una cosa y la otra con el objetivo de que las bases de este oficio no sean atentadas por quienes desean el más mínimo viento en contra para atacar a los medios de comunicación, pues no les conviene nuestro ejercicio.
Cierro con la sustentación del juzgado en nuestro favor, refiriéndonos a la historia que abre este editorial. El estrado manifestó al quejoso que no se constituye en una violación de sus derechos el publicar su imagen pues a su vez es un derecho de los medios de comunicación publicar aquellas piezas gráficas que hacen parte de hechos públicos. ¡Feliz día a todos los periodistas del Cesar y La Guajira!
En una de las batallas diarias que damos con frecuencia en EL PILÓN en contra del acoso judicial, un juzgado decidió ponerle punto final, aunque en una instancia, a una solicitud de un ciudadano que pretendía que bajáramos una información de la página web. La publicación daba cuenta de una orden de captura en contra […]
En una de las batallas diarias que damos con frecuencia en EL PILÓN en contra del acoso judicial, un juzgado decidió ponerle punto final, aunque en una instancia, a una solicitud de un ciudadano que pretendía que bajáramos una información de la página web. La publicación daba cuenta de una orden de captura en contra de este ciudadano, efectivamente emitida por un delito al parecer cometido por él. Finalmente fue capturado y presentado ante un juez de la república. Pero el ciudadano continuó su campaña para que bajáramos la información de www.elpilon.com.co. Por supuesto no es posible complacer esa petición pues ella relata un hecho real, comprobado y ya procesado, entonces desmontarla de la plataforma es autocensura y además ocultamiento de la verdad. El quejoso continuó, ante la negativa del juzgado de amparar su solicitud, por medio del derecho de petición. La incansable actitud de esta persona va a completar un año.
Es un breve relato de cómo a diario el periodismo enfrenta las peticiones más atrevidas, invitaciones de dudosa proveniencia, ofrecimientos poco éticos, otros más ofensivos. También la amenaza violenta, el hostigamiento social, muchas veces a través de redes sociales, y todo esto con el objetivo de vencer nuestra capacidad de garantizar derechos constitucionales a estar informados y conocer la verdad.
Hoy se celebra en Colombia el Día del Periodista. Se conmemora la llegada el 9 de febrero de 1791 del primer periódico de la capital, Papel Periódico de la Ciudad de Santafé de Bogotá, el cual era dirigido por el cubano Manuel del Socorro Rodríguez de la Victoria.
Queremos resaltar esta fecha alertando, llamando la atención, invitando a la sociedad a comprender, de una vez por todas, que este oficio no es negociable y los métodos están comprometidos con la búsqueda de la verdad. No es más que el esfuerzo constante de entregar la información veraz y oportuna que todos merecemos tener.
Nos llama la atención el pronunciamiento de la Corte Constitucional con respecto a las limitaciones en cuanto a fotografiar fallecidos por un caso ocurrido en Paz de Ariporo, Casanare. Parece haber sido “el regalito” de la Corte en el marco de esta nueva celebración del Día del Periodista. Por supuesto, cada medio debe obedecer a parámetros éticos que garanticen la dignidad y la honra de los ciudadanos, pero por encima de estos está el derecho colectivo a la información y la verdad. Debemos entonces entrar a dirimir en las delgadas líneas de una cosa y la otra con el objetivo de que las bases de este oficio no sean atentadas por quienes desean el más mínimo viento en contra para atacar a los medios de comunicación, pues no les conviene nuestro ejercicio.
Cierro con la sustentación del juzgado en nuestro favor, refiriéndonos a la historia que abre este editorial. El estrado manifestó al quejoso que no se constituye en una violación de sus derechos el publicar su imagen pues a su vez es un derecho de los medios de comunicación publicar aquellas piezas gráficas que hacen parte de hechos públicos. ¡Feliz día a todos los periodistas del Cesar y La Guajira!