La tradición de celebrar el Día del Idioma Español se origina en el ‘Día del Libro Español’, propuesto en Barcelona 1923, por Vicente Clavel Andrés, directivo de la Cámara Oficial del Libro, y luego se extenderá por toda España, y más tarde en los países hispanohablantes.
La celebración del idioma español es el 23 de abril, en homenaje al escritor Miguel de Cervantes Saavedra, quien nació en 1547 y murió el 23 de abril 1616. En esa misma fecha falleció otro de los grandes de la literatura universal, el inglés William Shakespeare (1564-1616), por esa razón también se celebra el 23 de abril el Día la Lengua Inglesa.
La tradición de celebrar el Día del Idioma Español se origina en el ‘Día del Libro Español’, propuesto en Barcelona 1923, por Vicente Clavel Andrés, directivo de la Cámara Oficial del Libro, y luego se extenderá por toda España, y más tarde en los países hispanohablantes.
En Colombia, el día del Idioma se instituyó en el gobierno del presidente Alfonso López Pumarejo, mediante el Decreto 707 de 1938. Que establece en sus dos primeros artículos: “1º. Señálese el 23 de abril de cada año para celebrar el Día del Idioma, como homenaje al insigne don Miguel de Cervantes Saavedra. 2º. En los establecimientos de enseñanza primaria, secundaria y normalista, los respectivos maestros o profesores dictarán en ese día conferencias sobre el idioma castellano y harán lectura de trozos escogidos de El Quijote, o de otras obras célebres de la literatura en lengua española”.
El propósito fundamental del decreto es motivar la lectura y la escritura. En las instituciones educativas los docentes de idioma siempre han organizado con sus estudiantes eventos académicos para resaltar el idioma, tales como: concursos de lectura y de escritura, recitales, dramas y cantos.
Estos escenarios son propicios para despertar el interés por la comunicación verbal y escrita. Somos una metáfora del lenguaje, porque estamos hechos esencialmente de palabras. La palabra siempre es algo compartido. Vivimos en un mundo ocupado por quien habla y escucha, por quien escribe y lee. Dependemos unos de otros y somos parte de una labor dinámica y perpetuamente inacabada.
El lenguaje es diversidad de pensamiento y significado. El pensamiento es la esencia humana del lenguaje. Entre la razón y la acción, el diálogo, la lectura y la práctica posibilitan la relación del pensar y el crear.
Narra William Ospina: “El anciano creía darle un cuento, pero el niño recibió una llave, con la que abriría después las bibliotecas… Un maestro con el que nunca había hablado puso en sus manos otro libro, hecho de papel y de tinta, pero al cerrarlo el niño no recordaba haber visto renglones llenos de letras sino a un joven que intentaba volar desde un tejado y a un hombre que jugaba a las cartas con el diablo, unas montañas llenas de historias…”
El profesor Alberto Murgas Guerra, en un taller de creación literaria, haciendo gala de la estética de la brevedad, explicaba las características de las microficciones y los haikús, y quedó sorprendido cuando un niño de quinto de primaria de un colegio de Manaure, escribió: “Una cometa blanca / si la colorea / una mariposa”.
Por José Atuesta Mindiola
La tradición de celebrar el Día del Idioma Español se origina en el ‘Día del Libro Español’, propuesto en Barcelona 1923, por Vicente Clavel Andrés, directivo de la Cámara Oficial del Libro, y luego se extenderá por toda España, y más tarde en los países hispanohablantes.
La celebración del idioma español es el 23 de abril, en homenaje al escritor Miguel de Cervantes Saavedra, quien nació en 1547 y murió el 23 de abril 1616. En esa misma fecha falleció otro de los grandes de la literatura universal, el inglés William Shakespeare (1564-1616), por esa razón también se celebra el 23 de abril el Día la Lengua Inglesa.
La tradición de celebrar el Día del Idioma Español se origina en el ‘Día del Libro Español’, propuesto en Barcelona 1923, por Vicente Clavel Andrés, directivo de la Cámara Oficial del Libro, y luego se extenderá por toda España, y más tarde en los países hispanohablantes.
En Colombia, el día del Idioma se instituyó en el gobierno del presidente Alfonso López Pumarejo, mediante el Decreto 707 de 1938. Que establece en sus dos primeros artículos: “1º. Señálese el 23 de abril de cada año para celebrar el Día del Idioma, como homenaje al insigne don Miguel de Cervantes Saavedra. 2º. En los establecimientos de enseñanza primaria, secundaria y normalista, los respectivos maestros o profesores dictarán en ese día conferencias sobre el idioma castellano y harán lectura de trozos escogidos de El Quijote, o de otras obras célebres de la literatura en lengua española”.
El propósito fundamental del decreto es motivar la lectura y la escritura. En las instituciones educativas los docentes de idioma siempre han organizado con sus estudiantes eventos académicos para resaltar el idioma, tales como: concursos de lectura y de escritura, recitales, dramas y cantos.
Estos escenarios son propicios para despertar el interés por la comunicación verbal y escrita. Somos una metáfora del lenguaje, porque estamos hechos esencialmente de palabras. La palabra siempre es algo compartido. Vivimos en un mundo ocupado por quien habla y escucha, por quien escribe y lee. Dependemos unos de otros y somos parte de una labor dinámica y perpetuamente inacabada.
El lenguaje es diversidad de pensamiento y significado. El pensamiento es la esencia humana del lenguaje. Entre la razón y la acción, el diálogo, la lectura y la práctica posibilitan la relación del pensar y el crear.
Narra William Ospina: “El anciano creía darle un cuento, pero el niño recibió una llave, con la que abriría después las bibliotecas… Un maestro con el que nunca había hablado puso en sus manos otro libro, hecho de papel y de tinta, pero al cerrarlo el niño no recordaba haber visto renglones llenos de letras sino a un joven que intentaba volar desde un tejado y a un hombre que jugaba a las cartas con el diablo, unas montañas llenas de historias…”
El profesor Alberto Murgas Guerra, en un taller de creación literaria, haciendo gala de la estética de la brevedad, explicaba las características de las microficciones y los haikús, y quedó sorprendido cuando un niño de quinto de primaria de un colegio de Manaure, escribió: “Una cometa blanca / si la colorea / una mariposa”.
Por José Atuesta Mindiola