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Columnista - 13 marzo, 2024

Día de la mujer, un saludo a la bandera

Desde los tiempos bíblicos la mujer ha sido tratada como un subproducto de la sociedad, su rol se ha reducido a la procreación y siempre se le ha pedido obediencia, taponándole todos los caminos para su protagonismo, la misoginia ha sido un código. Adjudicarle un día del año es una hipócrita lisonja; no creo en […]

Desde los tiempos bíblicos la mujer ha sido tratada como un subproducto de la sociedad, su rol se ha reducido a la procreación y siempre se le ha pedido obediencia, taponándole todos los caminos para su protagonismo, la misoginia ha sido un código. Adjudicarle un día del año es una hipócrita lisonja; no creo en las efemérides, son un saludo a la bandera. Nada hay para celebrar y esto podría darse el día que las mujeres terminen de conquistar todos sus derechos.

En algunas partes del mundo a las mujeres les extirpan el clítoris y muchas de ellas mueren por hemorragias o se infectan o se esterilizan. Estas culturas se estacionaron 5.000 años atrás. También, en algunos países musulmanes destruyen los colegios femeninos con el argumento de que la misión de la fémina es la procreación. La equidad de género es un pleonasmo porque según Linneo hombres y mujeres somos del mismo género, machos y hembras, clasificación hecha desde lo biológico; en cambio los conceptos de hombre y mujer son culturales. Es cierto que nacer macho o hembra se define en la próstata y en el ovario, pero los roles y conductas se desarrollan dentro de la sociedad; la procreación no es una ecuación perfecta, la naturaleza tiene sus deslices, tenemos más de 22.000 genes y algunos son recesivos; por eso se dan personas atípicas agrupadas en la sigla LGBTIQ+, ampliada cada vez. 

Sin embargo, pese a ese cogenerismo, lograr la equidad y los roles en la sociedad no ha sido fácil; en el mercado laboral la mujer es discriminada y subestimada en sus capacidades; y aún más quienes tienen orientaciones y conductas diferentes a las que tienen los meros machos y hembras; por eso a veces para un mismo oficio, las mujeres reciben menos dinero que los hombres. Quitar las diferencias en los roles de hombres y mujeres es lo que la derecha y grupos teologales denominan ideología de género. Para quienes defienden esta tesis la sociedad se sodomizaría. Esta es una falacia, estas inclinaciones nacen con cada criatura. Por fortuna, con el marco de la constitución de 1991, las cosas han venido mejorando en Colombia; hoy vemos a mujeres manejando tractomulas, como generales de la policía y del ejército, como ingenieras. 

No obstante, muchos creen que la mujer le pertenece al hombre porque solo el hombre fue creado por Dios y no la mujer; este es un concepto que permanece en el subconsciente de muchos hombres y esta puede ser una de las causas de los altos índices de maltratos familiares y feminicidio en el país. Es espeluznante el testimonio que dan mujeres víctimas por violación y muerte en el conflicto armado. En 2022 fueron asesinadas 89.000 mujeres en todo el mundo y, sin embargo, pocos países consideran a este delito como específico. Solo cuando la mujer sea respetada podríamos decir que les llegó su día.

Luis Napoleón de Armas P.

Columnista
13 marzo, 2024

Día de la mujer, un saludo a la bandera

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Napoleón de Armas P.

Desde los tiempos bíblicos la mujer ha sido tratada como un subproducto de la sociedad, su rol se ha reducido a la procreación y siempre se le ha pedido obediencia, taponándole todos los caminos para su protagonismo, la misoginia ha sido un código. Adjudicarle un día del año es una hipócrita lisonja; no creo en […]


Desde los tiempos bíblicos la mujer ha sido tratada como un subproducto de la sociedad, su rol se ha reducido a la procreación y siempre se le ha pedido obediencia, taponándole todos los caminos para su protagonismo, la misoginia ha sido un código. Adjudicarle un día del año es una hipócrita lisonja; no creo en las efemérides, son un saludo a la bandera. Nada hay para celebrar y esto podría darse el día que las mujeres terminen de conquistar todos sus derechos.

En algunas partes del mundo a las mujeres les extirpan el clítoris y muchas de ellas mueren por hemorragias o se infectan o se esterilizan. Estas culturas se estacionaron 5.000 años atrás. También, en algunos países musulmanes destruyen los colegios femeninos con el argumento de que la misión de la fémina es la procreación. La equidad de género es un pleonasmo porque según Linneo hombres y mujeres somos del mismo género, machos y hembras, clasificación hecha desde lo biológico; en cambio los conceptos de hombre y mujer son culturales. Es cierto que nacer macho o hembra se define en la próstata y en el ovario, pero los roles y conductas se desarrollan dentro de la sociedad; la procreación no es una ecuación perfecta, la naturaleza tiene sus deslices, tenemos más de 22.000 genes y algunos son recesivos; por eso se dan personas atípicas agrupadas en la sigla LGBTIQ+, ampliada cada vez. 

Sin embargo, pese a ese cogenerismo, lograr la equidad y los roles en la sociedad no ha sido fácil; en el mercado laboral la mujer es discriminada y subestimada en sus capacidades; y aún más quienes tienen orientaciones y conductas diferentes a las que tienen los meros machos y hembras; por eso a veces para un mismo oficio, las mujeres reciben menos dinero que los hombres. Quitar las diferencias en los roles de hombres y mujeres es lo que la derecha y grupos teologales denominan ideología de género. Para quienes defienden esta tesis la sociedad se sodomizaría. Esta es una falacia, estas inclinaciones nacen con cada criatura. Por fortuna, con el marco de la constitución de 1991, las cosas han venido mejorando en Colombia; hoy vemos a mujeres manejando tractomulas, como generales de la policía y del ejército, como ingenieras. 

No obstante, muchos creen que la mujer le pertenece al hombre porque solo el hombre fue creado por Dios y no la mujer; este es un concepto que permanece en el subconsciente de muchos hombres y esta puede ser una de las causas de los altos índices de maltratos familiares y feminicidio en el país. Es espeluznante el testimonio que dan mujeres víctimas por violación y muerte en el conflicto armado. En 2022 fueron asesinadas 89.000 mujeres en todo el mundo y, sin embargo, pocos países consideran a este delito como específico. Solo cuando la mujer sea respetada podríamos decir que les llegó su día.

Luis Napoleón de Armas P.