Los patrulleros fueron dejados a disposición del Juzgado 170 de Instrucción Penal Militar por el delito de concusión.
Dos patrulleros de la Policía Nacional fueron capturados la noche del miércoles por presuntamente pedir dinero en un procedimiento en el municipio de Aguachica, sur del Cesar.
Carlos Eduardo Flores Reyes y Jhon Arley Barrientos Báez fueron requeridos por una orden judicial emitida por un juez por el delito de concusión.
Según fuentes cercanas al caso, ambos se encontraban en la estación del municipio laborando cuando fueron requeridos.
La investigación obedece a unos hechos registrados el pasado 16 de mayo. Al parecer, los uniformados exigieron dinero a un ciudadano que vendía una motocicleta para no realizarle un procedimiento por haber encontrado que la moto estaba requerida por orden judicial.
“Situación aprovechada por los policiales para intimidar al vendedor de la motocicleta, para lograr la entrega de $1.000.000 de dinero en efectivo y así omitir el procedimiento legal, concertando finalmente la entrega de $700.000 en efectivo”, contó una fuente judicial.
Los dos uniformados fueron dejados a disposición del Juzgado 170 de Instrucción Penal Militar y Policía.
Carlos Eduardo Flores Reyes y Jhon Arley Barrientos Báez hacen parte del sistema de vigilancia y llevan más de un año vinculados a la Estación del municipio.
Por eso, el procedimiento fue conocido por el jefe de estación e informado a los superiores de la institución.
A inicios del mes de noviembre el alcalde de Aguachica, Robinson Manosalva, en una entrevista con la W Radio denunció que los uniformados de su municipio estaban presuntamente extorsionando a los comerciantes y recibiendo ‘regalitos’ de droga.
“En los barrios marginados donde hay ‘ollas’, la comunidad me cuenta que los policías llegan, entran, reciben un ‘regalito’ y se van, y no pasa nada. Pero allí siguen llegando jíbaros y consumidores, no ha habido un apoyo por parte de quienes deben dar las facultades para uno hacer expropiación de estas viviendas ilegales”, contó Manosalva.
Agregó que hasta temía por su vida por las irregularidades que ha denunciado en la región.
“Lamentablemente como alcalde me he visto sometido a estas situaciones en un municipio que está cansado de tanto atropello con la delincuencia, donde a plena luz se hacen atracos y la Policía no presta atención, a las personas lamentablemente les da miedo denunciar, porque temen por la vida de ellos, así como yo temo por mi vida al hacer esta denuncia”, puntualizó Manosalva.
Los patrulleros fueron dejados a disposición del Juzgado 170 de Instrucción Penal Militar por el delito de concusión.
Dos patrulleros de la Policía Nacional fueron capturados la noche del miércoles por presuntamente pedir dinero en un procedimiento en el municipio de Aguachica, sur del Cesar.
Carlos Eduardo Flores Reyes y Jhon Arley Barrientos Báez fueron requeridos por una orden judicial emitida por un juez por el delito de concusión.
Según fuentes cercanas al caso, ambos se encontraban en la estación del municipio laborando cuando fueron requeridos.
La investigación obedece a unos hechos registrados el pasado 16 de mayo. Al parecer, los uniformados exigieron dinero a un ciudadano que vendía una motocicleta para no realizarle un procedimiento por haber encontrado que la moto estaba requerida por orden judicial.
“Situación aprovechada por los policiales para intimidar al vendedor de la motocicleta, para lograr la entrega de $1.000.000 de dinero en efectivo y así omitir el procedimiento legal, concertando finalmente la entrega de $700.000 en efectivo”, contó una fuente judicial.
Los dos uniformados fueron dejados a disposición del Juzgado 170 de Instrucción Penal Militar y Policía.
Carlos Eduardo Flores Reyes y Jhon Arley Barrientos Báez hacen parte del sistema de vigilancia y llevan más de un año vinculados a la Estación del municipio.
Por eso, el procedimiento fue conocido por el jefe de estación e informado a los superiores de la institución.
A inicios del mes de noviembre el alcalde de Aguachica, Robinson Manosalva, en una entrevista con la W Radio denunció que los uniformados de su municipio estaban presuntamente extorsionando a los comerciantes y recibiendo ‘regalitos’ de droga.
“En los barrios marginados donde hay ‘ollas’, la comunidad me cuenta que los policías llegan, entran, reciben un ‘regalito’ y se van, y no pasa nada. Pero allí siguen llegando jíbaros y consumidores, no ha habido un apoyo por parte de quienes deben dar las facultades para uno hacer expropiación de estas viviendas ilegales”, contó Manosalva.
Agregó que hasta temía por su vida por las irregularidades que ha denunciado en la región.
“Lamentablemente como alcalde me he visto sometido a estas situaciones en un municipio que está cansado de tanto atropello con la delincuencia, donde a plena luz se hacen atracos y la Policía no presta atención, a las personas lamentablemente les da miedo denunciar, porque temen por la vida de ellos, así como yo temo por mi vida al hacer esta denuncia”, puntualizó Manosalva.