Relaciones exteriores

QUITO. AP. La seguridad será una de las prioridades en las renovadas relaciones entre Colombia y Ecuador, dijo el lunes el designado embajador colombiano, Fernando Arboleda Ripoll.
En rueda de prensa, destacó la labor de los organismos binacionales en sus tareas conjuntas “orientadas a la superación de ese aspecto de seguridad fronteriza y del control, no solamente de los grupos alzados en armas irregulares, sino también de criminalidad en general”.
El diplomático señaló que “el tema de seguridad es uno de los temas prioritarios en el manejo de relaciones bilaterales en este momento”.
Sus declaraciones se refieren a la situación de la frontera, de unos 640 kilómetros que van del océano Pacífico a la Amazonía, donde por buena parte del lado colombiano actúan grupos armados irregulares, que suelen pasar a territorio ecuatoriano en busca de provisiones, descanso y para huir del asedio militar de ese país.
La cancillería informó que Arboleda presentó su solicitud cartas credenciales al vicecanciller Kintto Lucas, que se desempeña como canciller subrogante, a quien manifestó que el restablecimiento pleno de relaciones “es un paso afortunado de parte de los dos Gobiernos, en razón a la multiplicidad de problemáticas que vinculan a los dos Estados”.
Cuando asuma sus funciones pondrá fin a un período de 34 meses en los cuales la embajada colombiana no tuvo embajador luego que Ecuador rompiera relaciones diplomáticas con Colombia en marzo del 2008.
La ruptura se produjo tras un ataque no autorizado de militares colombianos sobre suelo ecuatoriano para atacar un campamento de la guerrilla colombiana que se había instalado clandestinamente. La situación fue denunciada por Quito como violación de su soberanía.
Arboleda argumentó que “mi presencia fuera del aspecto formal representa hasta donde ha avanzado el proceso de restablecimiento de las relaciones y en ese sentido continuar todo ese tipo de desarrollos en curso”.
Agregó que el asumir la embajada es “uno de los puntos culminantes de lo que ha sido este proceso de restablecimiento de las relaciones plenas entre Colombia y Ecuador, imprescindible para encauzar la dinámica de la multiplicidad de relaciones que vinculan a los dos pueblos”.