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Columnista - 8 septiembre, 2022

Después del ajetreo de una celebración muy especial 

El año pasado en Madrid, Marta Teresa, se casó civilmente con Juan Pablo San Segundo de Lózar.

Retomo mi labor de columnista, después de la ausencia, debido al ajetreo de una celebración especial, nada más y nada menos que el matrimonio católico de Marta Teresa, mi hija menor. Ella, antes de sus 20 años, después de recibir con honores su diploma de abogado en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, se trasladó a la ciudad de Manchester, Inglaterra, a perfeccionar el lenguaje anglosajón, al lograr su objetivo pasó a España a especializarse en Derecho Mercantil con el patrocinio (beca) del Banco Santander.

Rápidamente, obtuvo el segundo diploma o doble titulación de abogado en la Universidad Alcalá de Henares, para sus prácticas de estudiante, la decana de la facultad de derecho de dicha universidad se la recomienda a Santiago Viciano Esteban, ilustre abogado socio director del prestigioso bufete LEAN Abogados, con oficinas en más de 30 capitales de toda España en las que prestan servicios más de 300 abogados en diferentes ramas de tan importante profesión. Mi hija menor, ha quedado como socia en el despacho de Madrid, donde se desempeña con altísimo esmero. No sobra decir que ha cursado otros estudios. Santiago su mecenas ha sido huésped de la familia Romero Orozco en Valledupar en dos ocasiones, la última en la susodicha celebración.   

El año pasado en Madrid, Marta Teresa, se casó civilmente con Juan Pablo San Segundo de Lózar, administrador de empresas egresado de la Universidad de Valladolid, ciudad española cercana a Palencia, su tierra natal, es aficionado, exjugador de básquetbol y empresario de este deporte, acreditado por la Federación Internacional de Baloncesto, FIBA (sigla en inglés), con sede en Mies (Suiza), en el mundo cuenta con 215 asociaciones nacionales. Juan Pablo contrata jugadores a nivel mundial y los ubica en clubes europeos, tiene dos jugadores colombianos en España: Hansel Atencia natural de Barrancabermeja y Juan Tello Palacios, de Medellín. Ambos de la selección Colombia que participó en la Americup realizada en Brasil, donde fue eliminada hace dos días con meritorio desempeño. Está en contacto con Harvin Andrés Guevara Bernier, nieto de Daniel Bernier, este último tío de mi esposa Marta Orozco Bernier. Este jovencito mide 208 cm, actualmente estudia en un High School del estado de New York (USA), si se lo propone tendría buen futuro, dice Juan Pablo, que sigue pendiente de su formación como basquetbolista.

El pasado 27 de agosto, Marta Teresa y Juan Pablo se casaron en la catedral del Eccehomo, la ceremonia tuvo la presencia de familiares y amigos procedentes de varias partes de Colombia y del exterior. Concurrieron amigos de Marta Teresa cuando estudió la primaria y bachillerato en el Colegio Santa Fe, de Valledupar, en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, inglés en Manchester, maestría de derecho mercantil en Madrid, validación de su título de derecho en la Universidad de Alcalá y compañeros de otros estudios, además los familiares y amigos de Juan Pablo. 

De afuera de Valledupar asistieron más de 100 personas, españoles la mayoría, también vinieron de Italia, Suiza, Alemania, Canadá, México, Argentina, Costa Rica, Puerto Rico, Guatemala, Panamá y otros países. 

La mayoría se alojaron en el hotel Sonesta, hotel y apartahotel Escala, cercanos a mi casa a donde iban a pie. Fueron 5 días de fiestas, en los cuales, con mi esposa, cuñada, hijos y nieta fuimos anfitriones y guías. El primer día, paseo en Chiva por la ciudad y los llevamos a la Terraza-discoteca ‘Piso 3’, francachela muy agradable hasta la madrugada; el 2° día, paseo por Patillal, La Mina y sus maravillosos balnearios, delicioso almuerzo que nos brindó la familia Guerrero Ramírez (don Simón y María Esther son los padrinos de Marta teresa). Cenamos en la residencia de doña Amparo Parodi, libando vino y escuchando mariachis; en el 3°, desayuno en La Paz ofrecido por Juvalito, espectacular con conjunto de acordeón, toda la gente quedó maravillada; por la noche, un fiestón en mi casa; en el 4°, en el día descanso por la noche la boda y fiesta en el club Valledupar; el 5°, desenguayabe con baño en piscina, cerveza y  asado en el Club Campestre.

Columnista
8 septiembre, 2022

Después del ajetreo de una celebración muy especial 

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Romero Churio

El año pasado en Madrid, Marta Teresa, se casó civilmente con Juan Pablo San Segundo de Lózar.


Retomo mi labor de columnista, después de la ausencia, debido al ajetreo de una celebración especial, nada más y nada menos que el matrimonio católico de Marta Teresa, mi hija menor. Ella, antes de sus 20 años, después de recibir con honores su diploma de abogado en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, se trasladó a la ciudad de Manchester, Inglaterra, a perfeccionar el lenguaje anglosajón, al lograr su objetivo pasó a España a especializarse en Derecho Mercantil con el patrocinio (beca) del Banco Santander.

Rápidamente, obtuvo el segundo diploma o doble titulación de abogado en la Universidad Alcalá de Henares, para sus prácticas de estudiante, la decana de la facultad de derecho de dicha universidad se la recomienda a Santiago Viciano Esteban, ilustre abogado socio director del prestigioso bufete LEAN Abogados, con oficinas en más de 30 capitales de toda España en las que prestan servicios más de 300 abogados en diferentes ramas de tan importante profesión. Mi hija menor, ha quedado como socia en el despacho de Madrid, donde se desempeña con altísimo esmero. No sobra decir que ha cursado otros estudios. Santiago su mecenas ha sido huésped de la familia Romero Orozco en Valledupar en dos ocasiones, la última en la susodicha celebración.   

El año pasado en Madrid, Marta Teresa, se casó civilmente con Juan Pablo San Segundo de Lózar, administrador de empresas egresado de la Universidad de Valladolid, ciudad española cercana a Palencia, su tierra natal, es aficionado, exjugador de básquetbol y empresario de este deporte, acreditado por la Federación Internacional de Baloncesto, FIBA (sigla en inglés), con sede en Mies (Suiza), en el mundo cuenta con 215 asociaciones nacionales. Juan Pablo contrata jugadores a nivel mundial y los ubica en clubes europeos, tiene dos jugadores colombianos en España: Hansel Atencia natural de Barrancabermeja y Juan Tello Palacios, de Medellín. Ambos de la selección Colombia que participó en la Americup realizada en Brasil, donde fue eliminada hace dos días con meritorio desempeño. Está en contacto con Harvin Andrés Guevara Bernier, nieto de Daniel Bernier, este último tío de mi esposa Marta Orozco Bernier. Este jovencito mide 208 cm, actualmente estudia en un High School del estado de New York (USA), si se lo propone tendría buen futuro, dice Juan Pablo, que sigue pendiente de su formación como basquetbolista.

El pasado 27 de agosto, Marta Teresa y Juan Pablo se casaron en la catedral del Eccehomo, la ceremonia tuvo la presencia de familiares y amigos procedentes de varias partes de Colombia y del exterior. Concurrieron amigos de Marta Teresa cuando estudió la primaria y bachillerato en el Colegio Santa Fe, de Valledupar, en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, inglés en Manchester, maestría de derecho mercantil en Madrid, validación de su título de derecho en la Universidad de Alcalá y compañeros de otros estudios, además los familiares y amigos de Juan Pablo. 

De afuera de Valledupar asistieron más de 100 personas, españoles la mayoría, también vinieron de Italia, Suiza, Alemania, Canadá, México, Argentina, Costa Rica, Puerto Rico, Guatemala, Panamá y otros países. 

La mayoría se alojaron en el hotel Sonesta, hotel y apartahotel Escala, cercanos a mi casa a donde iban a pie. Fueron 5 días de fiestas, en los cuales, con mi esposa, cuñada, hijos y nieta fuimos anfitriones y guías. El primer día, paseo en Chiva por la ciudad y los llevamos a la Terraza-discoteca ‘Piso 3’, francachela muy agradable hasta la madrugada; el 2° día, paseo por Patillal, La Mina y sus maravillosos balnearios, delicioso almuerzo que nos brindó la familia Guerrero Ramírez (don Simón y María Esther son los padrinos de Marta teresa). Cenamos en la residencia de doña Amparo Parodi, libando vino y escuchando mariachis; en el 3°, desayuno en La Paz ofrecido por Juvalito, espectacular con conjunto de acordeón, toda la gente quedó maravillada; por la noche, un fiestón en mi casa; en el 4°, en el día descanso por la noche la boda y fiesta en el club Valledupar; el 5°, desenguayabe con baño en piscina, cerveza y  asado en el Club Campestre.