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Columnista - 23 noviembre, 2012

Desidia con el Río Guatapurí

Por: Claudia Patricia Nuñes Cuando en el mundo entero las ciudades surcadas por ríos han llevado a cabo procesos de renovación urbana, que integren este elemento natural y paisajístico a la infraestructura urbana, y los han convertido en el polo del desarrollo de la industria del turismo y de la concentración de grandes centros de […]

Por: Claudia Patricia Nuñes

Cuando en el mundo entero las ciudades surcadas por ríos han llevado a cabo procesos de renovación urbana, que integren este elemento natural y paisajístico a la infraestructura urbana, y los han convertido en el polo del desarrollo de la industria del turismo y de la concentración de grandes centros de comercio y negocio, aquí en Valledupar, por décadas le hemos dado la espalda al rio Guatapurí, menospreciando su valor, no sólo ambiental, sino cultural pues es quizás – junto con la música vallenata- lo que más nos identifica.
Y este abandono no sólo ha sido institucional, sino también de nosotros, como sociedad, pues no hemos sido capaces de cuidarlo y protegerlo, por eso celebro que EL PILÓN,  a través de sus Coloquios, haya puesto el dedo en la llaga al tratar la problemática del Rio Guatapurí, porque lo que refleja es nuestra indiferencia y la desidia y negligencia de las distintas administraciones hacia el río.
Es injustificable que no exista un Plan de Ordenamiento y Manejo de Cuencas Hidrográficas (POMCA) para el rio Guatapurí y sus afluentes, cuando este Plan precisamente se convierte en el principal instrumento jurídico y técnico para su efectiva protección, pues en él se deben establecer las políticas y objetivos para el tratamiento del afluente hídrico y con lo primero que debe empezar a construirse es con la fase de diagnóstico, que comprende aspectos tan trascendentales como la identificación y caracterización del estado ambiental de la cuenca en los sociocultural, económico y biofísico, inventario y caracterización de usos y usuarios con énfasis en el recurso hídrico; lo cual, obviamente, no se cumple pues de lo que más adolecemos como comunidad es de una cultura que nos permita entendernos con el rio y su entorno de una manera adecuada.
También este diagnóstico debe contener un análisis de las amenazas y vulnerabilidad que restrinjan o condicionen el uso y aprovechamiento del recurso hídrico, acaso en la realidad, no es todo lo contrario? talamos árboles de manera indiscriminada,  contaminamos el rio con todo tipo de desechos, desviamos su cauce, entre otras actitudes dañinas hacia lo que por años ha sido motivo de orgullo para los vallenatos. Hay que ser enfáticos y contundentes en una cosa, los POMCA que se equiparan con los Planes de Ordenamiento Territorial (POT) en cuanto a jerarquía de normas, son de obligatoria adopción e implementación por parte de las entidades encargadas del manejo de las cuencas hidrográficas, pues constituyen aspectos estructurantes para el ordenamiento ambiental.
Ya es hora de actuar, basta de que los distintos actores del orden municipal, departamental y entidades como CORPOCESAR dejen de estar tirándose la pelota unos a otros mientras el rio muere cada día.
Por último, quiero felicitar a la Gerente del Centro Comercial Guatapurí, Dra. Sandra García, que como empresa adoptó el cuidado y protección del Rio Guatapurí como tema de responsabilidad social. Doctora Sandra, usted siendo foránea y su equipo de trabajo han hecho más por el rio Guatapurí que todos nosotros los vallenatos juntos.

CLAUDIA PATRICIA NUÑEZ PADILLA
Abogada – Especialista en Derecho Urbano
[email protected]

Columnista
23 noviembre, 2012

Desidia con el Río Guatapurí

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Claudia Nùñez Padilla

Por: Claudia Patricia Nuñes Cuando en el mundo entero las ciudades surcadas por ríos han llevado a cabo procesos de renovación urbana, que integren este elemento natural y paisajístico a la infraestructura urbana, y los han convertido en el polo del desarrollo de la industria del turismo y de la concentración de grandes centros de […]


Por: Claudia Patricia Nuñes

Cuando en el mundo entero las ciudades surcadas por ríos han llevado a cabo procesos de renovación urbana, que integren este elemento natural y paisajístico a la infraestructura urbana, y los han convertido en el polo del desarrollo de la industria del turismo y de la concentración de grandes centros de comercio y negocio, aquí en Valledupar, por décadas le hemos dado la espalda al rio Guatapurí, menospreciando su valor, no sólo ambiental, sino cultural pues es quizás – junto con la música vallenata- lo que más nos identifica.
Y este abandono no sólo ha sido institucional, sino también de nosotros, como sociedad, pues no hemos sido capaces de cuidarlo y protegerlo, por eso celebro que EL PILÓN,  a través de sus Coloquios, haya puesto el dedo en la llaga al tratar la problemática del Rio Guatapurí, porque lo que refleja es nuestra indiferencia y la desidia y negligencia de las distintas administraciones hacia el río.
Es injustificable que no exista un Plan de Ordenamiento y Manejo de Cuencas Hidrográficas (POMCA) para el rio Guatapurí y sus afluentes, cuando este Plan precisamente se convierte en el principal instrumento jurídico y técnico para su efectiva protección, pues en él se deben establecer las políticas y objetivos para el tratamiento del afluente hídrico y con lo primero que debe empezar a construirse es con la fase de diagnóstico, que comprende aspectos tan trascendentales como la identificación y caracterización del estado ambiental de la cuenca en los sociocultural, económico y biofísico, inventario y caracterización de usos y usuarios con énfasis en el recurso hídrico; lo cual, obviamente, no se cumple pues de lo que más adolecemos como comunidad es de una cultura que nos permita entendernos con el rio y su entorno de una manera adecuada.
También este diagnóstico debe contener un análisis de las amenazas y vulnerabilidad que restrinjan o condicionen el uso y aprovechamiento del recurso hídrico, acaso en la realidad, no es todo lo contrario? talamos árboles de manera indiscriminada,  contaminamos el rio con todo tipo de desechos, desviamos su cauce, entre otras actitudes dañinas hacia lo que por años ha sido motivo de orgullo para los vallenatos. Hay que ser enfáticos y contundentes en una cosa, los POMCA que se equiparan con los Planes de Ordenamiento Territorial (POT) en cuanto a jerarquía de normas, son de obligatoria adopción e implementación por parte de las entidades encargadas del manejo de las cuencas hidrográficas, pues constituyen aspectos estructurantes para el ordenamiento ambiental.
Ya es hora de actuar, basta de que los distintos actores del orden municipal, departamental y entidades como CORPOCESAR dejen de estar tirándose la pelota unos a otros mientras el rio muere cada día.
Por último, quiero felicitar a la Gerente del Centro Comercial Guatapurí, Dra. Sandra García, que como empresa adoptó el cuidado y protección del Rio Guatapurí como tema de responsabilidad social. Doctora Sandra, usted siendo foránea y su equipo de trabajo han hecho más por el rio Guatapurí que todos nosotros los vallenatos juntos.

CLAUDIA PATRICIA NUÑEZ PADILLA
Abogada – Especialista en Derecho Urbano
[email protected]